A QUIEN CORRESPONDA
El día 27 de septiembre comenté la nueva línea del Blogs y las razones que me habían llevado a ello.
No pretendo otra cosa que comentar algunas vivencias de pequeño, que aunque no tengan importancia, para mi si las tienen y además, este ejercicio, me sirve para recordar a personas, muchas ya desaparecidas, a lugares y momentos, y a hablar de la gente que me cruzo a diario en la calle, o me los encuentro en el bar tomando una copa. Y para hablar de Tenerife, mi segunda “patria”.
No soy escritor, ni lo pretendo y nunca escribí a máquina, no ha sido ni mi trabajo, ni mi oficio. Siempre he aceptado la critica y reconozco los fallos y las faltas, que se han podido colar, (nunca tuve correctores tan eficaces (¡hasta gratis!), pero lo que no puedo consentir son las burlas, las gracietas, el “cachondeo”, amparados en el anonimato. Estos son muy listos, demasiado. ¡Desde siempre lo han sido, pero con desigual éxito! No les gusta que siga escribiendo, porque ellos no se atreven. Y desde luego de dar, lo menos posible y de compartir, ni lo que les sobra. Quieren seguir metidos en su concha decimonónica, en tu torre amurallada. Su estilo, su arrogancia, su manera de ser, no me va, pero como no he podido contestar ni para darle las gracias por sus Comentarios, para estar en igualdad de condiciones, desde ahora no los podrán hacer.
A las muchas personas que me han animado, aprovechar la ocasión, para darles las gracias, a los otros, ignorarlos.
Atentamente
El día 27 de septiembre comenté la nueva línea del Blogs y las razones que me habían llevado a ello.
No pretendo otra cosa que comentar algunas vivencias de pequeño, que aunque no tengan importancia, para mi si las tienen y además, este ejercicio, me sirve para recordar a personas, muchas ya desaparecidas, a lugares y momentos, y a hablar de la gente que me cruzo a diario en la calle, o me los encuentro en el bar tomando una copa. Y para hablar de Tenerife, mi segunda “patria”.
No soy escritor, ni lo pretendo y nunca escribí a máquina, no ha sido ni mi trabajo, ni mi oficio. Siempre he aceptado la critica y reconozco los fallos y las faltas, que se han podido colar, (nunca tuve correctores tan eficaces (¡hasta gratis!), pero lo que no puedo consentir son las burlas, las gracietas, el “cachondeo”, amparados en el anonimato. Estos son muy listos, demasiado. ¡Desde siempre lo han sido, pero con desigual éxito! No les gusta que siga escribiendo, porque ellos no se atreven. Y desde luego de dar, lo menos posible y de compartir, ni lo que les sobra. Quieren seguir metidos en su concha decimonónica, en tu torre amurallada. Su estilo, su arrogancia, su manera de ser, no me va, pero como no he podido contestar ni para darle las gracias por sus Comentarios, para estar en igualdad de condiciones, desde ahora no los podrán hacer.
A las muchas personas que me han animado, aprovechar la ocasión, para darles las gracias, a los otros, ignorarlos.
Atentamente
