BAÑOS DE LA ENCINA. LA TARDE EN INVIERNO
Baños siempre hay que pasearlo, porque a todas horas es distinto. Siempre he dicho que las luces y las sombras cambian. El sol se tapa con la Almena Gorda y así no se vela la foto; ahora forrada de andamios, y obreros que están consolidando nuestro Castillo Milenario.
La plaza solitaria, la Iglesia brillando con su piedra de arenisca, color canela, y uno se imagina en otras épocas la Plaza Mayor, llena de gentes y mercados, y la Parroquia, lleva de actos y celebraciones litúrgicas, en aquellos momentos que Baños llego a tener, y se conocen sus nombres, hasta 17 sacerdotes y clérigos.
Las celebraciones eran por la mañana, las tarde eran muy sórdidas sin apenas luz y las gentes se quedaban en sus casas, a la luz de los candiles; las calles peligrosas incluso, solitarias.
Hoy lucen con esplendor, las casas de los antepasados, de las gentes que fueron formando y dando esplendor a Baños, y ahí quedan sus casas como recuerdo y como ejemplo.
Baños luce a todas horas, de día y de noche, en días soleados o lluviosos, despejados o con neblinas.
Ahora se están poniendo letreros en español e inglés, señales, información de edificios, que ayudan a los viajeros o ser más fácil el recorrer los rincones, el adentrarse por sus calles y sus plazas y saber lo que están viendo acompañados de esos estupendos planos y folletos del pueblo que entregan en la Oficina de Turismo.
Las mejoras se notan, y es una alegría el ver como poco a poco se adelanta en este tema.
Ahora haría falta unas nuevas Ordenanzas Municipales, que regularan fachadas, cableado, aire acondicionado, ventanas, letreros de propaganda de Bancos y Cajas, tiendas, en fin todo eso que hace que el pueblo tenga una entidad propia y que lleguemos a un entorno que no choque y nos agrade a todos.
DMC