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31 enero 2013

DÍA DE SAN JUAN BOSCO. FELICIDADES A LA FAMILIA SALESIANA



31 enero 2013, jueves. III semana Tiempo ordinario
San Juan Bosco. Solemnidad y fiesta Familia Salesiana

DE LA PALABRA DEL DIA
Prestad atención a lo que estáis oyendo: La medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Mc 4,24

¿Cómo vivir esta Palabra?
La enseñanza en parábolas de Jesús en el Evangelio de Marcos continúa con expresiones e imágenes tomada de la vida cotidiana, como la luz de la lámpara o la medida (4,21-25), aunque permanece centrada en la escucha de su Palabra, porque solo de la escucha adecuada  puede despuntar  la eficacia de la enseñanza. En estas parábolas el mensaje en cierto modo es semejante al de la parábola de la tierra buena.
La lámpara, ante todo, no  es un utensilio de uso  diario  que se tenga escondido: emana la luz y por ello se pone en alto, de modo que “dé el fruto” para el que ha sido inventada, esto es: iluminar la casa y a todos los que la habitan. Éstos, a su vez, están invitados a ser  como la lámpara: no oscurecer sino aclarar, sacar a la luz el bien del que son depositarios; y, por tanto, “llevar el fruto” de la palabra que han escuchado. Y si uno tiene verdaderamente oídos para escuchar: ¡escuche! El imperativo exhortativo al comienzo del capítulo es por tanto repetido por el Maestro al terminar la comparación.
Toda la enseñanza no sólo está sólo explicada, sino incluso ampliada en su contenido: es necesario sobre todo prestar atención a cómo se escucha, pero también a lo que se escucha. El oído capaz de entender sabrá también discernir  el contenido. De la interpretación de la parábola de la buena semilla sembrada cabe deducir que toda  palabra es buena; pero que no todo terreno es capaz  de acogerla, por lo que es necesario “medir” nuestras posibilidades para hacer fructificar la Palabra.  Pero ¡sin acomodarse  al mínimo necesario! Al contrario, la misión se debe ejercer al máximo, porque ésta será la medida con la que seremos medidos y con la que, incluso, se nos dará con creces.  La referencia no es tanto al “juicio final”, cuanto  al de la convivencia  diaria, en la que  se mide nuestra capacidad  de escuchar y de dar fruto, “prestando atención los unos a los otros, para estímulo de la caridad  y de las buenas obras” (Hb 10,24).
Señor, haz que me mantenga atento a tus Palabras. Que lleguen a ser un don desinteresado y sin medida para los otros, luz que ilumina y que enardece.


La voz del santo Fundador de la Familia Salesiana
”Dios no ha dicho: promittite et dabitur vobis, sino date et dabitur vobis.  Por tanto es necesario obligar a Dios con el hacer preceder  la obra buena.  Decir  a Dios “si haces, yo haré” es una provocación desconfiada, y a Dios no se le imponen condiciones.  Quien se entrega plenamente a Dios, es imposible que no sea escuchado”.                                        San Juan Bosco, MB X 91