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05 agosto 2015

LECTURAS EN LOS VERANOS DE BAÑOS.



He tenido la suerte de tener en casa una buena biblioteca, adaptada a gustos y edades.
Las siestas en Baños eran mortales y tirados en el portal leiamos antes de poder bajar a la huerta.
Todas las semanas esperábamos El Gurrero del antifaz, el Jabato, Roberti Alcázar y Pedrin, los cuentos que en sesiones semanales se iban publicando, al precio astronómico para mi de 1 peseta y 15 céntimos, que uno sacaba de la madre, porque mi paga de 30 céntimos no daba para nada, quizás un martillico de Cecilia u una medida de piñones:
La lectura y la radio eran mi entretenimiento . En radio Linares "los martes zarzuela", me llevaron ya con más edad a la ópera de la que soy un foro y entusiasta con más de 300 DVD en mi fonoteca, teniendo la dicha de Havre visto y oído a las mejores orquestas sinfónicas  del mundo, mejores directores y mejores cantantes, con un recuerdo especial de Alfredo Kraus, que le oí varias operas y lo conocí en Lanzarote y en un viaje en barco a Cádiz tome con el alguna cola en cuebieta.
Ahora con la lectura electrónica, ahorras espacio y peso y tengo la costumbre de leer varios libros a la vez.
Dmc

04 agosto 2015

VERANOS EN BAÑOS. AL CRUCE A LA PAVA



Coche de mis tíos y Antonio Checa el cochero en un día de campo
En Baños, como ya he dicho solo había un taxi y para ir a recoger o llevar a mi padre o mis tíos ala cruce a "la Pava" estaba el coche de caballos de casa de mi padrino D. Enrique Muñoz-Cobo Jiménez, ya por aquel entonces fallecido, pero que mi tía Sara o sus hijos ponían a disposición.
De seis hermanos era el tercero, ni de los mayores ni de los pequeños y me tenia que buscar la vida.
Cuando me enteraba que había viaje al cruce, me apuntaba.
Era ya una mañana o una tarde ocupada y agradable en la calesa, al ritmo de las caballeáis bajo esa preciosidad de alameda.
En el cruce había en el lado hacia Madrid una gran encina y unas hermosas piedras para el asiento. Pasaban cuatro coches.
La Pava (tenia un cisne grande pintado o de latón, no lo recuerdo bien en los lados, de ahí su nombre). Si iban para Madrid se le daba el alto, si venían ya los pasajeros se lo habían dicho al conductor.
El regreso tranquilo y si hacia calor con el airecillo y la edad uno no lo sentia.
DMC

03 agosto 2015

VERANOS EN BAÑOS. LAS HUERTAS

Recuerdo perfectamente aquel verano que mi padre plateó hacer el pozo en el haza el Álamo para dedicarla a huerta.
Se estudio el terreno y con cal se marco el perímetros sobre los rastrojos de la ultima cosecha de trigo.
Era por la tarde y cogió mi madre un pico, se santiguo y dio las primeras cabotadas. Primero tierra casi negra, amarilla y se llego a lo que los hombres llamaban "el garrapiñado". Franja de mas de medio mero de profundidad, como cemento mezclado con conchas marinas, dientes de tiburón y caracolas de la época que el mar entraba por el valle del Guadalquivir al menos el terciario. Fósiles que están en el museo de casa.
Para esta capa hubo que usar barrenos. Baños pueblo minero tenia buenos elementos. Barrenos para cebar, mecha larga, torno listo para sacar al que encendía la mecha y a correr, porque pese a taparse el pozo saltaban las piedras.
Y la alegría del agua como empezaba a manar. Terminar el pozo y forrarlo de piedra, bomba y motor alberca, tuberías y huerta.
José Ranea, Rafael, Juanon fueron los hortelanos que recuerdo y que nos peleaban porque les pisábamos las eras.
Bajábamos todas las tardes toda la familia y amigos y ya cenábamos y subíamos dormidos. Mi padre nos quitaba de las colas y lo pasábamos muy bien.
Luego íbamos los mayores de huerta en huerta a las albercas y siempre había algún higo, ciruelas o alguna pera para merendar.
DMC

02 agosto 2015

VERANOS EN BAÑOS. LAS COLAS

Con Miguel Ruiz, hoy sacerdote y Pedro Cózar
 
 
Pese al peligro evidente si no se sabia nadar bien, las colas, nuestras colas del pantano era nuestro mar interior. Cuando ya, acompañado de al  menos un adulto de las colabas, te daban el alta.
La bajada de los Turumbetes o Las Colmenillas, que había que pasar por el Pilarejo de la famosa "encanta" que nunca vimos con el cantar de las chicharras entre las adelfas.
Frente a la fuente Cayetana estaban los cabeceros, conocíamos bien el sitio para no partirnos la crisma, magníficos trampolines, donde ejercitábamos nuestras dotes.
El agua maravillosa y las pizarras ardiendo y cortantes de ahí las sandalias de goma.
Se oía a alguna madre llamando a su hijo y amenazándole de que cuando subiera le iba a poner el culo colorado con el alpargate.
A las dos al oír las campanas corriendo hacia el pueblo, sudorosos y calurosos, pero se pasaba bien, se nadaba y se hacia mucho ejercicio
DMC

SAN PEDRO Y SAN PABLO

San Pedro en el retablo de Jesús del Llano. En honor del fundador y sacrdote nacido en Baños D. Pedro García Delgado
 
Días también señalados en nuestro verano. Fiesta de guardar entonces y por la noche se repetía la verbena, con la magnifica rondalla desde la puerta del Ayuntamiento (que invitaba a ponche) y se bailaba en la plaza.
Los amigos y conocidos de nuestra edad te invitaban a su casa a merendar, aunque tomado lo que nos preparaba la madre salíamos zumbando a la calle o la plaza a jugar.
No había mucho pero lo aprovechábamos bien.
La lonja, la plaza sin coches, el castillo para uso y disfrute. Las colas o las albercas de las huertas, que eran muchas.
DMC