A los pocos días de llegar de Sevilla el día de mi padre que se celebraba mucho. Se abra el jamón de la matanza, recuerdo las brevas que le gustaba mucho, había verbena en la plaza por la noche, tocaba la rondalla en la puerta del Ayuntamiento y el sonido de ampliaba y se escuchaba por los altavoces y se bailaba en la plaza.
El dia de mi padre era un ir y venir de gente. Sobre la una los hombres empleados del Ayuntamiento y amigos, arroba de vino manchego y cerveza que traía Columpios en unas cajas cerradas como jaulas y barras de hielo. De aperitivo carne en adobo bien frita.
Por la tarde las señoras a merendar ya por la noche los amigos y gente de Jaén a cenar. Para nosotros era un día
de hacer lo que queríamos y comistreabamos de todo.
Un año le llevaron la tarta de la foto, de unos 20 kilos. Como no había nevera y era tan grande, luego se fue repartiendo por la vecindad. Estaba rico el bizcocho y luego sus cremas y frutas escarchadas. Mi abuela, mi madre, mi ti Sarita y Enriquito, Joaquín debajo y yo.
Era San Juan y el día de mi padre.
DMC
