SANTA CRUZ DE TENERIFE CARA AL MAR
Santa Cruz de Tenerife, fundada el día 3 de mayo (día de la Cruz) de 1494, es una ciudad que mira al mar. El mar y el viento marino, los Alisios, son los que hacen que el clima sea uno de los mas agradables, moderando en invierno y refrescando en verano.
El Macizo de Anaga la cierra y le da un telón de fondo bellísimo, con ese perfil que recorta en el horizonte; se sabe qué tiempo hará con solo mirar a las montañas; si hay una barra de nubes, la llamada “nevera de Santa Cruz”, los vientos serán agradables, suaves y muy frescos, con temperaturas máximas de 24 a 25 grados, las nubes se ven bajar por las laderas; si los picos de las montañas se ven, será tiempo seco, sin viendo, calima y calor llegando o pasando de los 30 grados.
Por el mar llegaron los españoles y fue conquistada para la Corona Española, por el mar le vino su expansión, su tráfico con América y la España Peninsular, su riqueza y también sus preocupaciones, desvelos, ataques de piratas con mucha frecuencia y tres ataques navales por las fuerza inglesas, que se representa en el escudo de la Ciudad con tres cabezas de león, animal heráldico de Inglaterra.
El ataque de 1657: durante la guerra anglo-española que enfrentó a la Commonwealth inglesa dirigida por Oliver Cromwell contra España bajo el reinado de Felipe IV, la armada inglesa de Robert Blake y Richard Stayner penetró en el puerto y destruyó la flota de Indias de Diego de Egües.
El ataque de 1706: en el transcurso de la guerra de sucesión española que siguió a la muerte sin herederos de Carlos II, el vicealmirante John Jennings intimó a las autoridades españolas a sumarse al bando austracista. El corregidor José de Ayala y Rojas organizó la defensa contra la flota británica, que se retiró de su posición frente a la ciudad.
Es como una mascara
El ataque de 1797: La flota británica comandada por el almirante Horatio Nelson fue rechazada tres veces por las fuerzas dirigidas por el general Antonio Gutiérrez de Otero, en el marco de las guerras revolucionarias francesas.
La rendición se firmó el día 25 de julio, día del Aposto Santiago, y le dieron los honores, además de las tres cabezas de león, el nombre de Santa Cruz de Santiago de Tenerife y se otorgó a la ciudad los títulos de Muy Leal, Noble, Invicta y Muy Benéfica Ciudad, Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife.
Paseando por lo muelles, ahora vacíos, la crisis llega a todas partes uno va pensando en todos estos hechos históricos, en la llegada de los barcos, en la emigración a Cuba y luego a Venezuela, el perfil de la ciudad, su frente al mar, sus edificios, la Casa del Mar donde trabaje desde 1973, el Náutico y el Club Militar, los barrios en las laderas de los barrancos, la puesta de sol, el agua cambiante de color con la caída de la tarde, el Ferri que llegaba de Agaete, en gran Canaria, el crepúsculo, y tantas cosas en la mente, en la memoria, tantos recuerdos.
Siempre el atardecer es más melancólico. La casi noche estaba muy fresca; paseamos con la perra unos cuatro kilómetros, junto al mar, con un paisaje maravilloso, todo un privilegio.
DMC