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18 septiembre 2008

LOS ESCLAVOS OTRO AÑO.
Para mi, en la distancia, son días nostálgicos y de muchos recuerdos. Era mi única “Feria” en Baños y recuerdo que casi todo el verano estaba preparando estos días.
En la carpintería, me hacían una hucha de contrachapado, que guardaba con esmero en mi cuarto, debajo de la cama. Iba echando poco a poco, mis ahorros. De pequeño me daban 3 perras los domingos (30 céntimos de peseta) y con gran esfuerzo, pues llegaba el tiempo de los piñones (mas medidas de madera, con mucho fondo), los refrescos de Otilia o los martillitos, o las galletas de coco, que eran mi debilidad, que, cuando podía me compraba una en casa de Pedro Ortega. Por eso, mi hucha “sonaba muy poco”. Si pasaba por Baños mi abuela Ana o mi tío Diego, que vivió en Andujar y luego en Montoro, caía alguna pesetilla, que iba a la hucha, para los Esclavos.
El verano era muy caluroso, pero de niños, ni lo notábamos. Pasaban las verbenas de verano. En San Juan y San Pedro en Junio y luego para la Virgen de agosto, el 15. Actuaba la rondalla de Baños y había grandes bailes en la plaza. En algún caso el Ayuntamiento preparaba unas tinajas de sangría (vino que llamaban “peleón y también “sindicalón”) y gaseosa, con trozos de melocotón de las huertas del Ruedo

En agosto se miraba al tiempo para ver las Caballuelas, con sus diversas maneras de contar. En unos casos el uno de agosto, seria agosto del otro año, septiembre igual hasta terminar y luego las retornas, a partir del día 13 de agosto, hasta el 24. Otras personas tomaban el uno de agosto como el uno de enero del año siguiente, febrero etc. La verdad es que como no se apuntaban los datos, era muy difícil comprobar la “veracidad” de esas previsiones. En todo caso se echaba mano del Calendario Zaragozano, que se sigue publicando todos los años.
A final de agosto ya el tiempo se movía y enseguida llegaba, el regreso de la Virgen de la Encina a Baños, el día 8 de septiembre, para empezar la Novena del 9 al 17, la Salve, el 18 y los tres días de Esclavos. Ya el 16 o 17 , Antoñico empezaba a poner unas pocas luces, primero unas sencillas tiras de bombillas y unos años después los arcos; en los Turumbetes, y luego en la plaza, delante de la Casa de las Muñequeras, se empezaban a montar las barcas y una pequeña noria. En la puerta del Ayuntamiento o delante de la lonja, los turroneros y en la esquina, de la casa de Luisa, con Santa María, una freiduría de patatas (las recuerdo riquísimas) y se iba por las casas, pidiendo cosas, cacharros, objetos para la Tómbola benéfica, que la recuerdo en la cochera de las Viudas o en la cochera de Calero. El día 18 la Salve y un poco antes, llegaba la música, pues no puedo decir banda de música, ya que eran cuatro o cinco músicos los que se contrataban, normalmente de Bailén. La Música iba a casa de la Hermana Mayor y en procesión (“Virgen de la Encina, Virgen de la Encina”), a la Salve y ya esa noche se encendían las luces.
Pero mi hucha aguantaba un día mas. Seria ya el 20 , terminada la Misa (entonces eran por la mañana) me fui al corral y dándole con una piedra, descubrí mi tesoro, que fuera lo que fuera el fruto de mis ahorros, siempre me parecería mucho. La Misa, se cantaba la de “Angelis” que acompañaba la música, a las 10, con la Cofradía, las Hermanas y Baños con su Patrona. Al salir, los mayores al Bar de Chapa o de Segundo, los niños a las barcas y el que podía compraba alguna chuchería Por la tarde la procesión de la Virgen de la Encina y luego ya al regresar, de noche el baile. Se sacaban unos bancos de la Iglesia, y la música tocaba desde el atrio, pero a las 12, todo el mundo a la cama. El 20, era fiesta local, día grande, día del Santo Cristo. Al terminar la diana floreada por las principales calles, ya había que arreglarse, para subir al Santo Cristo, para la Misa y luego la Procesión, primero solo alrededor del Santuario, para luego ampliar el recorrido por la Barriada, como actualmente. La procesión era después de la Fiesta y Misa . Si recuerdo que era un gran día, todo el pueblo en la calle y con Jesús del Llano. Ya la subida y bajada al Santo Cristo con Cofradía y autoridades, con la música, era una autentica procesión cívica. El 21, San Mateo, titular de la Parroquia, pues ese día, pero de 1225, hace este año 783, es cuando Fernando III El Santo, incorporó a la Corona castellana la villa de Baños, después de serle entregada por el emir de Baeza Al-Bayyasi. En una decisión totalmente desafortunada, como ya he comentado en otras ocasiones, el Ayuntamiento de turno, se quitó el nombre a la Calle de Fernando III El Santo. ¿Esa era ya memoria histórica? Un poco mas de seriedad con la Historia. Recuerdo a Pedro “El Pintao”, con el trajín de la Cofradía, las Banderas, la Misa y la Procesión. Terminada, la verbena, el final de la Tómbola (se guardaba el premio mayor hasta el final, para animar a la gente) y cuando salía la lámpara, ya a las 12 se cerraba, la música se despedía. Con la traca final, terminaban las fiestas.
Terminaban los Esclavos, terminaba en verano y las vacaciones. En Baños se iniciaban las escuelas, niños con sus babis, sus carteras y en muchos casos sus llantos. Ya refrescaba, las tardes mas cortas, y nos metíamos en otoño.
Yo volvía a Sevilla, regresaba al colegio y perdía el privilegio de vivir en un pueblo, en mi querido pueblo, en Baños.
Le pido a los Santos Patronos y al Sr. San Mateo, poder estar en 2009, acompañandolos por las calles de Baños.
DMC