Ya a medio día empezaron a quitar los escombros, y la basura depositada. Varios contenedores.
Es una maravilla volver a ver el Pilar, en su estado natural. Incluso caían algunas gotas al abrir el grifo.
Esta será la siguiente fase, hacer que como desde tiempos inmemoriales, al menos del siglo XVII, vuelva a tener agua.
De pequeño acompañaba por la tarde, a José que llevaba las nulas a beber, en el verano mas tarde, sobre las doce de la noche, nos juntábamos allí con otros, el agua salía continuamente y se derramaba y pasaba la carretera, seguía por el callejón del Cuidado.
Era un sitio fresco, de reunión y casi de tertulia.
Durante la mañana las avispas revoloteaban y se ahogaban muchas al intentar beber.
Los pájaros y las golondrinas sobre todo, planeaban y hacían mil piruetas
Las siestas eran un ronroneo de alguna chicharra cansina y el pregoneo de “lebrillos y cántaros”
Y siempre el ir y venir de los animales al abrevadero, a la mañana, en las tarde y por las noches, siempre.
Hoy ya el Pilar de nuevo, es un lugar, un monumento, por su antigüedad y su belleza, digno de ver y de enseñar.
Gracias
DMC
