EL PALACIO DE
CARLOS V. GRANADA
En mi época
de estudiante en Granada en los años
sesenta, uno de los lugares favoritos para pasar las mañanas de los domingos,
sin gastar una peseta, era Alhambra, que además como estudiante la entrada era
gratuita.
El pasado día 9 estaba en Granada y recordando viejos
tiempos después de un largo paseo por la Gran Vía, Plaza Nueva y de Santa Ana, subí.
Me sorprendió los miles y miles de turistas. No había sacado
con tiempo la entrada, pero quería volver por aquellas rampas, y en Palacio de
Carlos V, está abierto a todos. Es maravilloso, magnifico
El
Palacio de Carlos V de Granada, España es una construcción renacentista situada
en la colina de la Alhambra. Desde 1958, es sede del Museo de Bellas Artes de
Granada.
Fue
mandado construir por el rey Carlos I de España y V de Alemania) a partir de su
boda con Isabel de Portugal ,celebrada en Sevilla, en 1526. Tras el enlace, la
pareja estuvo viviendo varios meses en la Alhambra, quedando profundamente
impresionado por el palacio, dejando encargada la construcción del nuevo
palacio con la intención de establecer su residencia en la Alhambra granadina
Ya
los Reyes Católicos habían habilitado salas después de 1492, pero la intención
de Carlos era la de dotarse de una residencia estable a la medida de un
emperador. El proyecto fue asignado a Pedro Machuca. En una España en la que el
estilo imperante era el plateresco, y que no se había despegado totalmente del
gótico, Machuca construyó un palacio que corresponde estilísticamente al
manierismo, estilo que estaba dando sus primeros pasos en Italia. Aun aceptando
las versiones que sitúan a Machuca en los talleres de Miguel Ángel, cuando
comienzan las obras del Palacio en 1527 éste no había realizado todavía lo más
representativo de su producción arquitectónica.
La
planta del palacio la conforma un cuadrado de 63 metros de lado con un patio
circular inscrito en su interior. Esta disposición, principal rasgo manierista
del palacio, no tiene precedentes en la arquitectura del Renacimiento, y sitúa
la construcción en lo que se considera la vanguardia artística del momento
. El
edificio consta de dos niveles: el bajo es de orden toscano completamente
almohadillado, en cuyas pilastras se insertan grandes anillas de bronce
decoradas. El piso superior es de orden jónico y sus pilastras alternadas con
vanos adintelados provistos de frontón. Las dos fachadas principales ostentan
sendas portadas de piedra de Sierra Elvira.
El patio circular también muestra dos pisos.
El inferior está presidido por una columnata dórica de piedra pudinga con un
entablamento muy ortodoxo, formado por triglifos y metopas con motivos de
guirnaldas y bucráneos
. El
piso superior lo forma una columnata jónica, más ligera, con entablamento liso.
Esta estructura general del patio muestra un claro conocimiento de la
arquitectura imperial romana, y se encuadraría en el más puro Renacimiento de
no ser por su disposición curva, que provoca en el espectador desconcierto
cuando se penetra por sus fachadas principales, y supedita los espacios
interiores y escaleras a la idea generatriz. Más tarde Miguel Ángel y Palladio
construirán edificios con soluciones análogas, bajo la etiqueta de Manierismo.
El
edificio se implantó en el corazón de la Alhambra musulmana, en un extremo del
Patio de los Arrayanes y para su construcción fue preciso derribar un pabellón
opuesto a la torre de Comares. Este hecho, que ha sido objeto de crítica y
polémica, hay que entenderlo en el contexto de su época: El Palacio de Carlos I
no significó tanto la destrucción de parte de la Alhambra como la garantía de
supervivencia del resto.
En unos tiempos en que lo más habitual era la
destrucción total de palacios y templos de los pueblos sometidos, la
sensibilidad de los reyes cristianos ante la belleza incontestable de la
Alhambra supuso la necesidad de disfrutarla desde dentro y, por ende, de
conservarla.
El
dominio del lenguaje clásico que demuestra Machuca llega a subvertirlo conscientemente:
esto nada tiene que ver con otras obras españolas de la época, en su mayoría
fundamentadas en concepciones locales. Su influencia fue muy limitada, por
incomprendida: quedarían muchos años hasta que Juan Bautista de Toledo y Juan
de Herrera llegaran a las altas cotas de clasicismo de El Escorial.
Desde
1958, el palacio es sede del Museo de Bellas Artes de Granada, que cuenta con
piezas singulares como un famoso bodegón de Juan Sánchez Cotán y varios
ejemplos de Alonso Cano. La decisión de trasladar aquí el viejo museo, fundado
en 1839, se adoptó en 1941 aunque ya se había acordado en 1914.
DMC