NÍSCALOS DE MIGUELDIAZ Y CHORIZO SERRANO
La zona de Migueldiaz, las laderas antes de llegar a la curva son zonas umbrías y muy ricas en níscalos; pendiente pronunciada, pero ayudado con un bastón de campo, con pincho, es fácil de mantener bien el equilibrio.
Es una zona muy bonita, el monte con los pinos, grupos de pizarras, pizarrones, diría yo, y en el frente la cola, ahora ancha, enorme, con vistas hasta el Morquigüelo, y la Sierra que se ve hasta casi El Centenillo.
Muy húmeda y pese a que las motos en zonas la están descarnando, rica en tierra fértil, donde debajo de los pinos o tapados por las jaras, aparecen, asoman, salen, como un milagro, los níscalos.
Limpios, lavados para quitar la pinocha, con su ajito, una pizca de sal, aceite con generosidad y a fuego medio, dando la vuelta con la paleta de madera, en un momento están listos para servir; mientras sin aceite, y con cortes mínimos, se pone un buen chorizo, en una sartén pequeñita y se le dan unas vueltas, se marea. La unión del níscalo y el chorizo hacen un buen maridaje, y con un moño de pan y un vaso de vino tinto del tiempo, es un complemento ideal. Para postre y desengrasar, la granada es maravillosa
Que aproveche...
DMC