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15 marzo 2008

SEMANA SANTA EN SANTA CRUZ DE TENERIFE.2008

Aunque nos parezca mentira, hay que decirlo: “¡Es Semana Santa! Acuérdate de Jesucristo Resucitado”. Con estas palabras inicia el Sr. Obispo de esta diócesis, Don Bernardo Álvarez Afonso, llamada Nivariense, sus palabras en el programa de Semana Santa.
“Santa Cruz se prepara un año mas para vivir la Semana Santa, una de sus tradiciones de mayor arraigo espiritual y social en todo el municipio. Esta celebración, heredado de generación en generación en cualquier rincón de nuestra geografía va en aumento con el paso de los años y cada vez son mas fieles y curiosos que se apresuran a llenar nuestras calles para disfrutar y celebrar una Semana Santa que en los últimos tiempos ha resurgido con fuerza y devoción en nuestra capital”. Comienzo de lo escrito por del Sr. Alcalde de Santa Cruz de Tenerife D. Miguel Zerolo Aguilar.
Y es verdad, Santa Cruz hace doce o catorce años que le ha dado un impulso a su Semana Santa, que no pudiéndose comparar con la de San Cristóbal de la Laguna, en Cofradías, pasos, religiosidad y tradición, va en auge, en todo y sobre todo en religiosidad.
Este año ha tenido un pregonero de categoría, D. Damián Igualen Borau, Obispo Emérito de Tenerife, que pronunció so Pregón el pasado día 12 de marzo en la Iglesia Parroquial de San Francisco, haciendo un recorrido, minucioso por Caifás, Anás, Herodes, Pilatos, Judas y San Pedro su trato y comportamiento con Cristo, terminando el acto, con un precioso concierto a cargo del grupo vocal “Alisios”
El Cristo del cartel y programa es el Cristo de Medinaceli, traído a Tenerife en 1950, por la familia Bello, que se venera en la Parroquia de San José y que estuvo saliendo en procesión hasta la década de los setenta.
En el Barrio del Toscal y en mi parroquia San Francisco se encuentra el Cristo, Nuestro Señor de las Tribulaciones, pero dejo a la palabra docta del profesor de la Universidad y amigo D. Germán Fuentes Pérez, que nos dice en la página web de la citada parroquia:
“Si hay una imagen que defina la puesta en escena de la Semana Santa de la capital tinerfeña, es sin lugar a dudas la de El Señor de las Tribulaciones, venerada en la iglesia de San Francisco de Asís. La devoción mostrada por los fieles no se debe tanto por su identificación iconográfica, ni siquiera por su calidad artística, sino más bien por la capacidad interna que la obra contiene, capaz de transmitir todo un mundo todo un mundo interior, impregnado de ternura y serenidad. Aquí, el Redentor inicia los momentos más aterradores de su Pasión; ha sido maltratado y coronado de espinas. Comienza su tribulación. Aparece ante el mundo solo, aceptando la voluntad del Padre sin protestas ni reservas.
En medio de algarabías callejeras, llega hasta el Calvario humildemente y en silencio. Nosotros queremos solemnizar aquellos terribles momentos de Nuestro Señor en un paso profesional, engalanándolo con el mayor cariño -sin perder con ello el verdadero sentido cristiano de estos días santos- para aprender de Él la razón de la vida, del sufrimiento y del amor. Las principales vías del santacrucero barrio de El Toscal vuelve a contemplar el rostro de Dios que emerge del resplandeciente altar cuajado de flores, las coplas espontáneas son agradecimientos de fidelidad a Aquel que la vida por nosotros. Y desde aquí deseamos escuchar, para alivio de nuestro cansancio espiritual, el Salmo 80: "En la tribulación me invocaste y te libré".
En otro momento podemos hablar de la Dolorosa del viernes, o de las procesiones del domingo con el Cristo Predicador o la Entrada en Jerusalén, la Humildad y paciencia o el Señor del la Oración en el Huerto del lunes, el miércoles en de las Tribulaciones, el miércoles el Encuentro, el jueves, es un delirio la procesión de Nuestro Padre Jesús Cautivo y de la Esperanza Macarena, en el mas puro estilo sevillano, y la emocionante procesión de la Virgen de las Angustias, en la mañana del Viernes cuando en la calle San Francisco, la Banda de Música, ante un impresionante silencio, toca el “Adiós a la Vida” de la Opera Tosca, en recuerdo (según cuanta la tradición) a un señor muy enfermo, que le pidió a la Virgen, que retrasara su muerte hasta poder ver su imagen desde la ventana. Desde entonces y de esto hace ya muchísimos años, se interpreta esta magnifica obra. Por la tarde la procesión magna, con quince cofradías de las Parroquias de San Francisco y Nuestra Señora de la Concepción y la asistencia del Sr. Obispo.
Por último hay que destacar la Procesión del Resucitado, a las 12 de la noche del Domingo , con el Santísimo Sacramento bajo palio, con la bendición del Mar, en la plaza de Candelaria y la bndición de la Ciudad desde la Plaza del Príncipe.
Hablaremos también de los Monumentos al Santísimo del Jueves Santo, pero eso será otro día.
DMC.