El viaje es largo. Salgo de Baños en coche, son tres horas. La noche anterior suelo dormir mal. Mi madre ya centenaria se queda, muy bien atendida, pero se queda y te queda el pellizco en el estomago, buen en el alma.
Voy con tiempo y en Barajas siempre dos horas de espera, un bocata y una cerveza y el embarque.
Salimos con unos minutos de retraso, 3,15 horas y se cansa uno de recorrer pistas y recovecos ya en el avión hasta la de despegue. Voy en el asiento 12-J, ventanilla, siempre me gusta.
Medio nublado y ya a la media hora de vuelo se sale de la Península, por tierras portuguesas y playas blancas. Cuando falta menos de una hora para llegar, aviso de turbulencias. En mis muchos viajes realizados, no son las peores, pero algunos saltos si que damos. En el viaje he dormido un poco, una cabezada. A estas alturas se nota el cansancio.
De pronto miro por la ventanilla cuando anuncia que se empiezan maniobras de aproximación, y el espectáculo es impresionante. Mar de nubes y al fondo el Teide.
Paralelos al Macizo de Anaga, puerto y Santa Cruz y al lado, casi para cogerlo el Arco Iris que nos acompaña, hasta casi el aterrizaje.
Nunca lo había visto tan cerca y en esta vista maravillosa.
La ventanilla, el mar, la ciudad y el puerto, las nubes y el Arco Iris, como antorcha que nos guia.
Gracias Dios mio, que belleza, que maravillas nos muestras.
DMC
Voy con tiempo y en Barajas siempre dos horas de espera, un bocata y una cerveza y el embarque.
Salimos con unos minutos de retraso, 3,15 horas y se cansa uno de recorrer pistas y recovecos ya en el avión hasta la de despegue. Voy en el asiento 12-J, ventanilla, siempre me gusta.
Medio nublado y ya a la media hora de vuelo se sale de la Península, por tierras portuguesas y playas blancas. Cuando falta menos de una hora para llegar, aviso de turbulencias. En mis muchos viajes realizados, no son las peores, pero algunos saltos si que damos. En el viaje he dormido un poco, una cabezada. A estas alturas se nota el cansancio.
De pronto miro por la ventanilla cuando anuncia que se empiezan maniobras de aproximación, y el espectáculo es impresionante. Mar de nubes y al fondo el Teide.
Paralelos al Macizo de Anaga, puerto y Santa Cruz y al lado, casi para cogerlo el Arco Iris que nos acompaña, hasta casi el aterrizaje.
Nunca lo había visto tan cerca y en esta vista maravillosa.
La ventanilla, el mar, la ciudad y el puerto, las nubes y el Arco Iris, como antorcha que nos guia.
Gracias Dios mio, que belleza, que maravillas nos muestras.
DMC