DOS DE MAYO
Oigo, patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
la campana y el cañón;
sobre tu invicto pendón
miro flotantes pendones,
y oigo alzarse a otras regiones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
la campana y el cañón;
sobre tu invicto pendón
miro flotantes pendones,
y oigo alzarse a otras regiones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.
Así se inicia la Oda al Dos de Mayo de nuestro comprovinciano Bernardo López García, que nacería en Jaén, el 11 de diciembre de 1838. Poesía que en mis tiempos de estudiante, y estudiante en Jaén, aprendimos de memoria, y con orgullo recitábamos.
Hoy he asistido, invitado por el General Jefe de la Brigada de Infantería Ligera “Canarias” XVI, a los actos que en el Regimiento de Artillería de Campaña nº 93, se han celebrado en el Acuartelamiento “los Rodeos”, con motivo de la celebración del 202º Aniversario de la gesta del Dos de Mayo de 1808.
El General Jede de la Brigada y el Coronel del Regimiento
Había Misa a las 11, ya fuera del programa, que celebró un Capellán Castrense en la Capilla dedicada a Santa Bárbara, patrona del Arma de Artillería, se hizo una mención especial por España y por los artilleros fallecidos a lo largo de todos los tiempos.
Lloras, porque te insultaron
los que su amor te ofrecieron
¡a ti, a quien siempre temieron
porque tu gloria admiraron;
a ti, por quien se inclinaron
los mundos de zona a zona;
a ti, soberbia matrona
que, libre de extraño yugo,
no has tenido más verdugo
que el peso de tu corona!
los que su amor te ofrecieron
¡a ti, a quien siempre temieron
porque tu gloria admiraron;
a ti, por quien se inclinaron
los mundos de zona a zona;
a ti, soberbia matrona
que, libre de extraño yugo,
no has tenido más verdugo
que el peso de tu corona!
Terminada la Santa Misa, nos fuimos hacia la Plaza, donde se iban a celebrar los actos, parada militar, exaltación del Dos de Mayo, entrega de condecoraciones y desfile.
Me fui encontrando amigos militares, Generales y Coroneles, por mi edad, y un amigo entrañable, que es Comandante y lo nombraban Artillero de Honor, Enrique, estaba con la familia, esposa, hijos y algún nieto.
Enrique Roger Arocha
Doquiera la mente mía
sus alas rápidas lleva,
allí un sepulcro se eleva
contando tu valentía.
Desde la cumbre bravía
que el sol indio tornasola,
hasta el África, que inmola
sus hijos en torpe guerra,
¡no hay un puñado de tierra
sin una tumba española!
sus alas rápidas lleva,
allí un sepulcro se eleva
contando tu valentía.
Desde la cumbre bravía
que el sol indio tornasola,
hasta el África, que inmola
sus hijos en torpe guerra,
¡no hay un puñado de tierra
sin una tumba española!
Por mi interés siempre por la fotografía, busque un sitio el mas adecuado. Formaron tres Compañías, con la Plana Mayor, la escuadra de gastadores, banda de Música y tambres y cornetas. Hacia fresco, casi frio; el acuartelamiento esta al lado del aeropuerto, a una altura de mas de 600 metros , con agüilla y casi neblina.
Tembló el orbe a tus legiones,
y de la espantada esfera
sujetaron la carrera
las garras de tus leones.
Nadie humilló tus pendones
ni te arrancó la victoria;
pues de tu gigante gloria
no cabe el rayo fecundo,
ni en los ámbitos del mundo,
ni en el libro de la historia.
y de la espantada esfera
sujetaron la carrera
las garras de tus leones.
Nadie humilló tus pendones
ni te arrancó la victoria;
pues de tu gigante gloria
no cabe el rayo fecundo,
ni en los ámbitos del mundo,
ni en el libro de la historia.
Y a las doce en punto, con la puntualidad militar, se iniciaba el acto, con la entrada de la Bandera Española, la formación presentando armas, los militares saludando y los civiles con el máximo respecto, a los acordes del Himno Nacional, para situarse en su lugar de honor en la formación.
Imposición de Condecoraciones
Siempre en lucha desigual
cantan tu invicta arrogancia,
Sagunto, Cádiz, Numancia,
Zaragoza y San Marcial.
En tu suelo virginal
no arraigan extraños fueros;
porque, indómitos y fieros,
saben hacer sus vasallos
frenos para sus caballos
con los cetros extranjeros.
cantan tu invicta arrogancia,
Sagunto, Cádiz, Numancia,
Zaragoza y San Marcial.
En tu suelo virginal
no arraigan extraños fueros;
porque, indómitos y fieros,
saben hacer sus vasallos
frenos para sus caballos
con los cetros extranjeros.
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Poco después hacia entrada el General Jefe de la Brigada, la autoridad que presidiría los actos, paso revista a las tropas formadas, saludo a los presentes y ocupo su puesto destacado.Y aún hubo en la tierra un hombre
que osó profanar tu manto.
¡Espacio falta a mi canto
para maldecir su nombre!
Sin que el recuerdo me asombre,
con ansia abriré la historia;
¡presta luz a mi memoria!
y el mundo y la patria, a coro,
oirán el himno sonoro
de tus recuerdos de gloria.
que osó profanar tu manto.
¡Espacio falta a mi canto
para maldecir su nombre!
Sin que el recuerdo me asombre,
con ansia abriré la historia;
¡presta luz a mi memoria!
y el mundo y la patria, a coro,
oirán el himno sonoro
de tus recuerdos de gloria.
Ocupo el atril el Coronel del Regimiento, quien dio la palabra a un Capital que glosó las figuras de Daoíz y Velarde, Don Luis Daoíz y Torres y Pedro Velarde, oficiales de artillería del cuartel de Monteleón que se sumaron al levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra las tropas francesas. Aportaron al movimiento popular, el espíritu de Estado Nacional, para que se uniesen a ellos, en contra de los franceses, no sólo el pueblo de Madrid, sino el ejército y demás estamentos. Sin ningún tipo de refuerzos, resistieron hasta la muerte, sin apoyo de la Junta de gobierno, ni de los propios militares, pero sí fueron uno de los ejemplos de los levantamientos posteriores al 2 de mayo de Madrid.
Despedida a la Bandera de España
Aquel genio de ambición
que, en su delirio profundo,
cantando guerra, hizo al mundo
sepulcro de su nación,
hirió al ibero león
ansiando a España regir;
y no llegó a percibir,
ebrio de orgullo y poder,
que no puede esclavo ser,
pueblo que sabe morir.
que, en su delirio profundo,
cantando guerra, hizo al mundo
sepulcro de su nación,
hirió al ibero león
ansiando a España regir;
y no llegó a percibir,
ebrio de orgullo y poder,
que no puede esclavo ser,
pueblo que sabe morir.
Se impusieron condecoraciones concedidas con motivo de la festividad que se celebraba, y se nombraron Artilleros de Honor al Coronel de Infantería Sr. Sevilla y al Comandante de Artillería, Don Enrique Roger gran amigo. A todos mi felicitación y en especial a estos últimos
¡Guerra! clamó ante el altar
el sacerdote con ira;
¡guerra! repitió la lira
con indómito cantar:
¡guerra! gritó al despertar
el pueblo que al mundo aterra;
y cuando en hispana tierra
pasos extraños se oyeron,
hasta las tumbas se abrieron
gritando: ¡Venganza y guerra!
el sacerdote con ira;
¡guerra! repitió la lira
con indómito cantar:
¡guerra! gritó al despertar
el pueblo que al mundo aterra;
y cuando en hispana tierra
pasos extraños se oyeron,
hasta las tumbas se abrieron
gritando: ¡Venganza y guerra!
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Corona de laurel y toque de Oración
Después del homenaje a los caídos, de gran emoción, marcialidad y solemnidad, y el desfile final, se sirvió en un hangar un magnifico cóctel.
La virgen, con patrio ardor,
ansiosa salta del lecho;
el niño bebe en su pecho
odio a muerte al invasor;
la madre mata su amor,
y, cuando calmado está,
grita al hijo que se va:
"¡Pues que la patria lo quiere,
lánzate al combate, y muere:
tu madre te vengará!"
ansiosa salta del lecho;
el niño bebe en su pecho
odio a muerte al invasor;
la madre mata su amor,
y, cuando calmado está,
grita al hijo que se va:
"¡Pues que la patria lo quiere,
lánzate al combate, y muere:
tu madre te vengará!"
Los banderines de las Unidades en el homenaje
Fue una mañana entrañable, en Artillería, recordando aquel dos de mayo de 1808, cuando el pueblo de Madrid, y el resto de todos los pueblos de España, hicieron frente a Napoleón.
Y suenan patrias canciones
cantando santos deberes;
y van roncas las mujeres
empujando los cañones;
al pie de libres pendones
el grito de patria zumba
y el rudo cañón retumba,
y el vil invasor se aterra,
y al suelo le falta tierra
para cubrir tanta tumba!
cantando santos deberes;
y van roncas las mujeres
empujando los cañones;
al pie de libres pendones
el grito de patria zumba
y el rudo cañón retumba,
y el vil invasor se aterra,
y al suelo le falta tierra
para cubrir tanta tumba!
Desfile final
He querido ir intercalando la Oda de Bernardo López, que como decía, aprendimos de memoria de estudiantes y que hoy a mi me sigue emocionando.
Uniformes de época en el homenaje
¡Mártires de la lealtad,
que del honor al arrullo
fuisteis de la patria orgullo
y honra de la humanidad,
¡en la tumba descansad!
que el valiente pueblo ibero
jura con rostro altanero
que, hasta que España sucumba,
no pisará vuestra tumba
la planta del extranjero!
que del honor al arrullo
fuisteis de la patria orgullo
y honra de la humanidad,
¡en la tumba descansad!
que el valiente pueblo ibero
jura con rostro altanero
que, hasta que España sucumba,
no pisará vuestra tumba
la planta del extranjero!
(Bernardo López)