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12 junio 2008

CALLE BENITO DE BAÑOS.

De BENITO DE BAÑOS sabemos por las crónicas y por otros historiadores (Rades de Andrada, Argote de Molina y Fernán Pérez de Guzmán) que hablan de la conquista de Córdoba, que en una noche lluviosa sorprendió el barrio de la Axarquía en unión de Domingo Muñoz, de Álvaro Colodro, de Ruiz Tafur y de otros hombres de armas, estableciendo una cabeza de puente dentro de la muralla y resistiendo hasta dar lugar a que llegaran las tropas de Fernando III que estaban con el rey y tomaron la ciudad el 29 de junio de 1235. Debió nacer a principios del siglo XIII, este ilustre bañusco, ya conocido por todos y que tiene una calle en el Santo Cristo.

Hay un señalado hecho de armas en el reinado de Fernando III, la conquista de Córdoba, en la que tuvo parte importantísima un curioso personaje nacido en nuestra villa: se trata de Benito de Baños, del que hablan, entre otros, la "Chronica de don Fernando III" citada por el licenciado don Frey Francisco Rades y Andrada en su "Crónica de la Orden de Calatrava", así como Gonzalo Argote de Molina en su "Nobleza del Andaluzía". También Fernán Pérez de Guzmán en los "Claros Varones de España" y todos al relatar la conquista de la capital de la Mezquita.

Argote dice de nuestro valiente personaje que "era del lugar de Baños, en el reino de Jaén, y hablaba diestramente la lengua arábiga" y Rades y Andrada puntualiza que en el año 1235 "el Rey don Fernando ganó la ciudad de Córdoba, en cuya conquista se halló el maestre (de Calatrava) don Gonçaliañez con los cavalleros de la Orden y fue de esta manera":

Los cristianos de Andújar supieron que la plaza de Córdoba no se guardaba bien, lo que participaron a Pero Ruyz y a Martín Ruyz de Argote, expertos en cosas de guerra, y se concertaron en que una noche de enero irían hasta aquella ciudad muy sigilosamente, comunicando su determinación a Alvar Pérez de Castro que estaba en Martos, para que tuviera apercibida su gente.

Llegaron a los muros de Córdoba una noche muy lluviosa y oscura y viendo que los centinelas dormían, por consejo de Domingo Muñoz "El Adalid" echaron las escalas a una torre de la muralla y subieron por ellas Alvaro Colodro y Benito de Baños con otros cristianos que hablaban bien la "algaravía", todos vestidos a la morisca "porque si los guardas los sintiesen, pensassen que eran Moros".

Encontraron cuatro centinelas en la torre escalada y los echaron por las almenas abajo, por lo que tomaba aquélla siguieron muro adelante tomando las otras torres hasta la puerta llamada de Martos, que abrieron para que entrara por ella Pero Ruyz Tafur con gente de a caballo.

Los moros del arrabal inmediato, llamado la Axarquía, viendo lo que los cristianos habían hecho, tomaron lo que pudieron de sus pertenencias y lo abandonaron, quedando los cristianos dueños de él y estableciendo -como diríamos hoy- una cabeza de puente desde donde mandaron un caballero con cartas para el rey don Fernando que estaba en Benavente, así como a los maestres de Calatrava y Santiago, para que todos acudieran con sus gentes.

El rey estaba comiendo cuando recibió la noticia y antes de una hora se puso en marcha con cien hombres de a caballo y dejó órdenes de que fuesen más con las Milicias de los Concejos. En el puente de Alcolea, a dos leguas de Córdoba, se les unió mucha gente de armas de Extremadura y así llegaron a las inmediaciones de la ciudad que, asediada y sin esperanzas de socorro, se entregó al rey santo -a cuyos pobladores trató de manera magnánima- el día de San Pedro y San Pablo, 29 de junio de 1235.

Don Juan, obispo de Osma, que acompañaba al rey, consagró la Mezquita Mayor y celebró misa en ella, quedando Córdoba definitivamente incorporada a la corona con la intervención destacada de Benito de Baños, hijo ilustre de nuestra villa, que mereció las coplas de Fernán Pérez de Guzmán, una de las cuales dice:


"Benito de Baños cuando
su fecho tan atrevido
vee así favorescido
del Santo Rey don Fernando,
bate las palmas cantando
y Alvaro Colodro sienta
que no hay de qué se arrepienta
más con la vida gozando".

La "Crónica Latina de Castilla" no discrepa de Rades y Andrada en la descripción del ataque y escalada a la torre. La "Crónica General" da nombres de los que llegaron a Córdoba y fija la noche del asalto en "ocho días andados de Henero", aunque también pudo ser el 23 de diciembre de 1234, como señalan otros autores. La ciudad de Córdoba dedicó calles a estos héroes, una de ellas al "Conquistador Benito de Baños" y ahí queda el hecho para la historia.

El genealogista don Francisco Piferrer, en su "Nobiliario de los Reinos y Señoríos de España" (tomo V, pág. 102) califica de muy noble y tradicional el apellido y linaje de BAÑOS con casa solariega en el Valle de Monterrey, en Galicia. Cita también al guerrero Benito de Baños y su hazaña de la Axarquía de Córdoba. Según él, las armas que usa este ilustre, una de sus ramas radicada en la villa de Pedroso en la Rioja, son:

Escudo partido: 1º de gules con un castillo de oro; el 2º de oro con árbol copado de sinople y un lobo de sable pasante al pie, sobre ondas de plata y azur.

DMC.
(Juan Muñoz-Cobo. “Baños de la Encina: Un viaje por su historia milenaria”. Jaén 1988)