En ella y ya cerca de la Plazuela del Rosario, donde desemboca, estaban los Portales de la Posada, que eran varios , pequeños y oscuros, y con poca ventilación; un tranco para subir, una habitación y una ventanita, a un hueco de luz. Los llamaban los “portalitos” y recuerdo que no tenían luz todo el día, solo al anochecer y con una sola y mísera bombilla en toda la “casa”.
Allí vivieron, venían de una cuadra frente al coche de Mariano García, Ignacia la de Pedazote, con sus cuatro hijos, dos hembras y dos varones, y cuando ella y su hija Ramona entraron al servicio en casa de mis padres, contaba que tenían solo una cama, que ella, se acostaba en el centro y a un lado las hijas y al otro los hijos.
Hoy en una calle con casas señoriales, quedando una casa de las mas típicas de Baños de los siglos XVII y XVIII, de la gente del campo.
La ventana, había otra a la entrada de la calle Santa María, en casa de Aurora. Con una fotografía de ella gané un premio; hoy arruinada y es una pena.
DMC.