UNA LECCION DE CATEQUESIS
EN EL BAJO CORO DEL SANTUARIO DE JESUS DEL LLANO
En noviembre de 2006, publicaba una aproximación a la iconografía del Santuario deJesús del Llano, una vez que se iniciaban los trabajos de restauración. Terminados en su totalidad, falta rematar algunas humedades, y la iluminación, tanto del Camarín, con un proyecto adecuado a los tiempos y técnicas actuales, que darán mas realce, si cabe, a todo el conjunto. Podemos ver las pinturas ya restauradas con unos colores deslumbrantes, y apreciar en todo su esplendor, y casi con exactitud, como era este Santuario, que un día fundara nuestro ilustre paisano el sacerdote, luego canónigo de la Catedral de Jaén Don Pedro García Delgado.
Quizás me mueve un interés muy especial, el Santuario, ya que soy descendiente directo de una hermana del Fundador, que era mi doceava abuela, y Don Joaquín Jiménez y Pérez de Vargas, tatarabuelo mío por línea paterna, fue el ultimo Patrón de Sangre que ejerció como tal, y conservaba el privilegio de sitial preferente, agua bendita, pan, vela y portar el Pendón en la procesiones, vistiendo para esos casos de frac y chistera, y tenia su casa morada, según documentos de mediados del siglo XIX, en el numero diez de la Calle Mestanza. Su casa-palacio se encuentra en ruina.
Hace unos días la Hermana Maravillas, visitando el Santuario, me pedía que le mandara unas notas, para conocer bien el tema y poder dar información a los muchos visitantes que llegan, de Baños y forasteros.
Admirado de la belleza que encierra y por este compromiso con ella, y por si puede servir para comprender mejor, esta obra, que es una obra de Dios, no lo olvidemos, para ensalzar la figura de Cristo Crucificado, desgrano estos pensamientos, ilustrando el texto, con fotografías muy recientes.
Entraremos por la puerta principal, que da al atrio y la cuz de las azucenas, y llegamos directamente al bajo coro donde vemos como se desarrolla todo un programa iconográfico muy del sentido barroco.
Lo primero que contemplamos, se reserva para la evocación de la fe, del pueblo llano que no entiende de dogmas ni de complicaciones teológicas, pero si de imágenes y otros símbolos iconográficos.
Los vecinos de Baños, (unos 1750 habitantes, 830 hombres y 920 mujeres en esa época) sencillos, con escasa instrucción, con temor de Dios, se encuentran ante la disyuntiva de un camino marcado por la rectitud y la moralidad frente a las tentaciones con la amenaza del infierno. El alma en pena,[ la “condená” (en el lenguaje popular), tras la restauración es un varon horripilante], y el alma virtuosa, salvada, ya en el Cielo, se contraponen ante el visitante al que se le recuerda, en el arco toral que el tiempo pasa y es frágil, como muestra la presencia de una figura anciana, con un reloj de arena.
En el centro de la bóveda se muestra, bajo una corona, el anagrama en dorado “IHS”, Jesús Hombre Salvador y más abajo “De El Llano” entre profusión de cortinajes y paños, que emergen de una cúpula y ángeles que sostienen con sus manos esas telas, todo ello encuadrado en una superficie marmolizante.
Es una preciosidad esta parte central, que hemos mirado cientos de veces, pero que quizás no hayamos visto con este detalle y conocimiento, porque hay que levantar los ojos o lo mas seguro, porque al traspasar la puerta de entrada al Santuario, la mirada, aun sin pretenderlo y aunque la iglesia esté en penumbra, se dirige a la imagen de Jesús del Llano y su Camarín.
En el lateral derecho en el centro aparece la imagen de un alma condenada, en el infierno, como siempre ha creído la tradición popular, la figura horripilante y la leyenda de la cartela, no nos señala que pudiera estar en el purgatorio, sino en el infierno contraponiéndose con el otro lado con el alma salvada en el Cielo. Esto lo corrobora la cartela que hemos completado y que dice; "Si vieras un alma en culpa, te murieras de asustado y esto que ves, es nada y es al fin como pintado".
A su derecha un angelito sostiene una cartela con el texto "Teme hombre teme siempre. El infierno para siempre" sobre el terrorífico demonio arrojando fuego por la boca.
A la izquierda otro angelito sostiene un escudo con el texto; "El que va siguiendo al vicio Aprisa llama al juicio" Sobre el vemos una chirimía anunciando el juicio final.
En el lateral izquierdo del bajo coro vemos en el centro una figura femenina con túnica blanca ajustada a la cintura con cintas con borlas doradas, brazos cruzados sobre el pecho en actitud orante, con una diadema dorada en la frente con una cruz. La cartela , con alguna reserva dice “Lo ermoso de un alma en gracia quien la pudo dibujar, cuando para enamorarla un solo a Dios solo basta”.
A la izquierda un angelito sostiene una cartela con la inscripción "Si quieres ir a la gloria Vencete y padece ahora". Sobre él, la escena de la Trinidad, el Padre Eterno, Cristo con la cruz y la paloma del Espíritu Santo.
A la derecha un ángel sostiene una cartela donde podemos leer "Si desseas componerte Haz espexo de la muerte". Sobre él la muerte en forma de esqueleto con una guadaña sobre fondo negro.
Toda una lección de catequesis, en la que se contrapone el Cielo y el Infierno y se explica de manera sencilla los dos caminos, las dos vías: “Si quieres ir a la gloria, véncete y padece ahora” o “el que va siguiendo el vicio…” pero cargada de sentido teológico, que se completa con la imagen misteriosa de un anciano, barbudo y alado señalando con el dedo a un reloj de arena, recordando el aforismo “tempus fugit”, el tiempo pasa, mas aprisa de lo que pensamos y no podemos esperar al mañana para reconciliarnos con Dios.
Es una invitación a la reconciliación ya que es la única vía de salvación. Recorreremos un camino marcado a lo largo del Santuario por las bóvedas, escenas de la Virgen Maria (Anunciación, Visita a su prima Santa Isabel, Nacimiento de Jesús, y la huida a Egipto), el apostolado, con el Padre Nuestro en las cartelas, la cúpula con escenas de la Pasión de Jesus y los evangelista en las pechinas, los Santos Padres, el retablo y el Camarín hasta los pies de Jesús del Llano para sentir esa sensación que ya tenían nuestros antepasados, cuando en 1867 se decía del Santuario que todas las estancias,
“Forman un conjunto tan bello, sublime y encantador, que el visitante se cree
trasladado fuera de las regiones de la tierra”
Y que
“El pueblo de Baños y los demás limítrofes, tienen a Este Sor una devoción y un
entusiasmo, que raya en delirio; en efecto, no es menester mas que ver una sola
vez a aquel Sor crucificado, en su misterioso y hasta poético Camarín, para qe
no se olvide nunca”.
DMC.
[Seguiremos explicando el resto en sucesivas entradas]
Mas fotografías en la galeria: http://picasaweb.google.es/banosdiego