En este trueque de amor
lo que yo tengo que andar,
Amado, bien lo sé yo.
No me duelen avaricias
ni regateos en flor.
Tengo mis potencias todas
abiertas para tu sol.
En este trueque de amor
más que la entrega difícil,
Amado, la aceptación.
.¡Aceptar sin un desmayo
todas las rosas en flor!
¡Aceptar sobre mis ojos,
sin temblor, todo tu sol!
En este trueque de amor
no es mi falta, es tu abundancia
la que me asusta, Señor.
(José María Pemán)