Después de cinco semanas en la Península,
4 en Baños, y una por tierras aragonesas, con sede en Griegos (ya hablare de la
trashumancia y como Baños es conocido allí por todos y muchos han pasado mas de
veinte inviernos en nuestra sierra), ayer día 4 regresaba a mi casa.
Tengo casa en Baños, lo que es una bendición, pero mi domicilio legal esta en Santa Cruz de Tenerife.
Me quedaron varis entradas del
Milenario. Ya hoy publique más y seguiré.
Esa semana, sin internet era difícil,
y ya hablare de Griegos y sus alrededores, Orihuela, Teruel, la ciudad
encantada de Cuenca y Albarracín y de otras cosas.
Pero mañana vuelo a La Palma
hasta el domingo.
Los aeropuertos son monstruos,
pasillos mecánicos, tiendas, puertas de embarque y kilómetros andando, esperas
y deseos de salir a hora.
Barajas en sorprendente. Cuando
fui a Madrid la primera vez, a los 16 años, mis tíos me llevaron al Zoo y al aeropuerto.
Hoy son bastante inhóspitos, aunque
está todo señalizado, marcado, pero te sientes siempre, aunque ya lo conozcas y
frecuentes, un extraño.
Para mi ya el avión es algo
natural y sin exagerar he volado mas de
quinientas veces, muchas mas y se esta como en casa.
La salida es bonita. Rodadura por
las pistas hasta que se llega a la de salida y el Capitán avisa por megafonía a pasaje y tripulación, que salimos.
Rugen los motores, el cuerpo se
va hacia el respondo, por la fuerza y en unos segundos despegando.
Hoy las pantallas te van diciendo
la velocidad, la altura, la temperatura exterior (hasta 50 grados bajo cero),
la distancia recorrida, la que falta, la hora de llegada.
Me gusta hacer fotografías, ayer tenía
el sol de frente y no tuve mucha suerte,
pero un o piensa arriba, a once mil metros muchas cosas, nunca en caída, ni esas cosas.
Ya cuando sales de la Península
por el sur, por tierras portuguesas, dos horas de mar, hasta que en el
horizonte, ves el Teide y notas como el avión empieza a descender. Al estar el
aeropuerto a unos seiscientos metros de altura,
de momento estas sobre las pistas, después de pasar por los muelles, la costa, las calles y plazas.
Estamos en casa de nuevo.
En las islas el avión es nuestro
medio natural y mas rápido de trasporte.
DMC