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24 junio 2007

PASEANDO POR ALTEA (ALICANTE)

En los primeros días de junio, tuve la suerte de poder asistir a las IV Jornadas técnico-científicas de Seguridad Social, con el titulo de la Seguridad Social del Futuro, que se celebraban en un hotel de Benidorm, ciudad turística lleva de edificios altísimos y para mi solo con el interés del Mar Mediterráneo y ese color azul especial, cambiante según las horas o el cielo, pero siempre maravilloso.
Teniendo la mañana de llegada me fui a la ciudad de Altea, en la comarca de la Marina Baja, al norte de Benidorm, a dos euros de autobús, al sur de Calpe y que tenia en 2006, 21898 habitantes.






Altea es sede de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Miguel Hernández, con sede central en Elche.
La historia está determinada por las civilizaciones que pasan por la zona, griega y árabe de manera destacada.
Hay restos de un castillo y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Consuelo, en la parte mas alta y alrededor de la que esta uno de los barios mas bellos de la Costa Blanca. Te encuentras un vía crucis en cerámica precioso y casas bajas tan blancas que te deslumbra el sol reflejado, que combinan con los las flores y sus calles empedradas.
La Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, con sus dos cúpulas, es una explosión de barroco, dorado e imagines, algunas tan curiosas como la muerte y Asunción de la Virgen, o los Cristos y los dorados, las cúpulas, la amplitud, toda una visión maravillosa.



Los miradores, el dedicado a los Cronistas Oficiales, me recordaron a mi padre y a sus compañeros, las terrazas y las plazas, hacen de estos rincones un remanso para el alma y para el cuerpo y para degustar a cualquier hora, como hice, la maravillosa horchata.
Altea es tierra de artistas, y te encuentras con pequeños talleres, de cerámica, pintores, grabadores con reclamos sobre el blanco, preciosos. Bajando las empinadas calles, se llega al Paseo Marítimo, Puerto pesquero y las preciosas calas de sus playas. A lo lejos, aunque parezca mentira, se ven las torres horribles de Benidorm, a donde me dirijo.
Altea es un ejemplo de pueblo bello, turistico, cuidado y limpio. Nada choca con nada. Lo visitan personas de todo el mundo y muchos viven en este pueblo de la Costa Blanca, orgullo de Alicante y de la Comunidad Valenciana.
DMC.
[Mas fotografías de Altea y de las playas de Benidorm, en la Galería de fotos]