Cuando hace unos días venia por la carretera de Andalucía, en la media de la autovía, se veían macizos amarillos de la retama.
Esta mañana por el camino de
Guarromán o de la Virgen de la Encina, me pare varias veces ante el espectáculo.
La retama es un arbusto que puede alcanzar 3 m de altura
generalmente desprovisto de hojas, grisáceo y muy ramificado. Posee (o no) las
hojas alternas, linear lanceoladas, tempranamente caedizas. Las flores son
papaleonáceas amarillas, muy pequeñas de 5-8 mm de longitud, agrupadas en
racimos. Cáliz de 2 a 3,5 mm, bilabiado; el labio superior profundamente
bífido, y el inferior dividido en 3 dientecitos agudos. Legumbre más o menos
ovoidea, con el mucrón muy poco marcado, de color pajizo.
Crece en matorrales seriales producidos por la
degradación de los encinares.
En las Cañadas del Teide, es de
color blanca, y por lógica, la miel de esa retama es blanca y muy olorosa.
DMC