Habíamos comido bien y de vuelta al hotel,
estaba a una manzana, empezaron las primeras gotas, pero teníamos que salir, y así
lo hicimos. En la primera esquina un pakistaní o cercano nos abordó vendiendo
paraguas.
Barreños donde metían los pies, sanitarios que
los miraban y auscultaban, pasaban a unas tiendas de campaña en tierra para
continuar el chequeo. En algunos casos pasaban a las ambulancias que salían rumbo
a los hospitales.
Como soy algo curioso busque en internet y aparece un barco llamado Sirio, que hacia la ruta de emigración a Sur América desde Italia. El “Diario del Siglo XX” del 4 de agosto de 1909 relataba que frente al Cabo de Palos de Cartagena, en los bajos llamados de las <hormigas, naufrago el sábado 4 de agosto el vapor italiano Sirio que se dirigía a Buenos Aires. El balance de las víctimas supero los 200 muertos”.
La tarde aparte de la lluvia, no muy fuerte
estaba templada y después de visitar la zona de la Catedral nos dirigimos al puerto.
Yo quería ver el estrecho.
Infinidad de sirenas y coches de los
carabinieri, policías y ambulancias nos iban adelantando y se dirigían al
puerto. Nos entró la curiosidad. Intentamos traspasar la verja, mas que nada
para poder hacer mejor unas fotografías y dijeron que era zona restringida.
Seguimos la verja y de pronto un barco de
buen porte “Nave Sirio” llamo la atención por el revuelo que había a su
alrededor. Policías y sanitarios con
mascarillas, trajes blancos de protección de los pies a la cabeza y al mirar
mas fijamente, negritos, muchos, doscientos, trescientos, no lo se, agachados
en cuclillas a la espera de que fueran llevados a una zona de cubierta donde
pasaban controles.
Como soy algo curioso busque en internet y aparece un barco llamado Sirio, que hacia la ruta de emigración a Sur América desde Italia. El “Diario del Siglo XX” del 4 de agosto de 1909 relataba que frente al Cabo de Palos de Cartagena, en los bajos llamados de las <hormigas, naufrago el sábado 4 de agosto el vapor italiano Sirio que se dirigía a Buenos Aires. El balance de las víctimas supero los 200 muertos”.
Hoy la emigración, huyendo del hambre y de
una mejora en el bienestar, nos viene de Africa y es curioso, cuando no
sorprendente que mientras iban atendiendo a estos negros apelotonados, al lado
del Sirio y casi rozándolo, pasaba un impresionante yate.
Preguntamos en el hotel y nos dijeron que eso
ya no era noticia, es a diario y se han acostumbrado.
DMC