Disfrutando
de Santiago. La ciudad es un museo, un jardín, una oración.
Ya nos decía
el sr. Alcalde que la plaza del Obradoiro es la plaza de Europa.
La fachada
de la catedral va cambiando según las horas.
Los peregrinos
acuden poco a poco a postrase ante el Apóstol.
Todos,
todos queremos verlo, abrázalo, en lo
mas intimo de nuestro ser, elevar una oración, una suplica, un recuerdo.
Mañana
ya marcho de nuevo a Tenerife y tendré tiempo de ir desgranando mis recuerdos,
mis impresiones y mis fotos.
DMC