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31 enero 2011


DÍA 31 DE ENERO,  SAN JUAN BOSCO


  
Conocí A los Salesianos en 1971, cuando, desesperado en Madrid, terminada la carrera, preparando oposiciones y sin un duro, escribí a todas las Direcciones Provinciales del Ministerio de Educación, ofreciendo mi Licenciatura en Historia; había hecho el curso de aptitud pedagógica, obligatorio para poder dar clase. Recibía un telegrama con el agradable texto de que me presentara en Huelva, en Educación, para formalizar el contrato.


Pedí dinero prestado a mis padres y esa misma noche 11 de octubre cogía el tren Exprés. Al llegar por la mañana, busque una pensión e hice averiguaciones, para a la mañana siguiente, estar a primera hora en la Dirección Provincial. Me ofrecían el puesto de Licenciado en Letras, en el Colegio Libre Adoptado de La Palma del Condado, bajo la dirección de los Salesianos, donde me dirigi; recuerdo que esa tarde noche, ya instalado en La palma, dando un paseo llegue hasta el Colegio. Allí di clase, conocí a los Salesianos, y me enamore del espirito de Don Bosco.

Hoy, aniversario de su fallecimiento, celebra la Iglesia Universal su Santo. Tomo la Biografía, un extracto claro, del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. A toda la Familia Salesiana, mi felicitación.

"Juanito Bosco nació el 16 de agosto de 1815, en un pequeño caserío de Castelnuovo D’Asti, en el Piamonte, llamado popularmente “I Becchi”.
Siendo todavía niño, la muerte de su padre le hizo experimentar el dolor de tantos pobres huerfanitos de los que se hará padre cariñoso. Pero encontró en su madre Margarita un ejemplo de vida cristiana que incidió profundamente en su ánimo.
A los nueve años tuvo un sueño profético: le pareció estar en medio de una multitud de muchachos entregados a sus juegos, pero algunos de ellos blasfemaban. Rápidamente Juanito se arrojó sobre los que blasfemaban, con sus puños y a patadas para hacerlos callar; pero he aquí que se presenta un Personaje que le dice: “No con golpes, sino con la mansedumbre y con la caridad deberás ganarte a estos tus amigos.. Yo te daré la Maestra bajo cuya disciplina llegarás a ser sabio; y sin la cual, toda sabiduría se convierte en necedad”. El Personaje era Jesús y la Maestra María Santísima, a cuya guía se abandonó toda la vida y la honró con el título de “Auxiliadora de los cristianos”.
Así fue como Juan quiso aprender a ser saltimbanqui, prestidigitador, cantor, titiritero, para poder atraerse a los compañeros y mantenerlos alejados del pecado. “Si están conmigo, decía a su mamá, no hablan mal”.


Queriendo ser sacerdote para dedicarse enteramente a la salvación de los niños, mientras trabajaba de día, pasaba las noches sobre los libros, hasta que, a la edad de veinte años, pudo entrar en el Seminario de Chieri y ser ordenado Sacerdote en Turín en 1841, a los 26 años.
En aquellos tiempos, Turín estaba llena de muchachos pobres en busca de trabajo, huérfanos o abandonados, expuestos a muchos peligros para el alma y para el cuerpo. Don Bosco comenzó a reunirlos los Domingos, ya en una iglesia, ya en un prado, ya en una plaza, para hacerlos jugar e instruirlos en el Catecismo, hasta que, después de cinco años de enormes dificultades, logró establecerse en el barrio periférico de Valdocco y abrir su primer Oratorio.
Mª Auxiliadora
En él, los muchachos encontraban comida y alojamiento, estudiaban o aprendían un oficio; pero, sobre todo aprendían a amar al Señor. Santo Domingo Savio era uno de ellos.
Don Bosco era muy querido por sus “pilluelos” (así los llamaba él) hasta lo inverosímil. A quien le preguntaba el secreto de tanto ascendiente sobre ellos, respondía: “Con la bondad y el amor trato de ganar para el Señor a estos mis amigos”. Por ellos sacrificó todo el poco dinero que poseía, su tiempo, su ingenio que era capaz de todo, su salud. Con ellos se hizo santo. Para ellos fundó la Congregación Salesiana, formada por sacerdotes y laicos que quieren continuar su obra y a la que señaló como “fin principal el sostener y defender la autoridad del Papa”.

Queriendo extender su apostolado también a las muchachas, fundó con Santa María Dominica Mazzarello la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora.
Los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora se extendieron por todo el mundo al servicio de los jóvenes, de los pobres y de los que sufren, con escuelas de todo género y grado, institutos técnicos y profesionales, hospitales, dispensarios, oratorios y parroquias.

Dedicó todo su tiempo libre, que muchas veces lo robaba al sueño, para escribir y divulgar opúsculos fáciles para la instrucción cristiana del pueblo.
Fue, además de hombre de caridad muy activa, un místico entre los más grandes. Toda su obra tuvo su origen y fuente en la íntima unión con Dios, que desde joven cultivó cuidadosamente y se desarrolló en el abandono filial y fiel al designio que Dios había predispuesto para él, guiado paso a paso por María Santísima, que fue la Inspiradora y la Guía de todas sus empresas.
D.Bosco en Barcelona 
Pero su perfecta unión con Dios estuvo, acaso como en pocos Santos, unida a una humanidad entre las más ricas por bondad, por inteligencia y por equilibrio, a lo cual hay que añadir el valor de un conocimiento excepcional del alma humana, madurado en las largas horas transcurridas diariamente en el ministerio de las confesiones, en la adoración al Santísimo Sacramento y en el continuo contacto con los jóvenes y con personas de toda edad y condición.
Don Bosco formó generaciones de santos porque recordaba a sus jóvenes el amor de Dios, la realidad de la muerte, del juicio de Dios, del infierno eterno; la necesidad de rezar, de evitar el pecado y las ocasiones que conducen a pecar y de acercarse frecuentemente a los Sacramentos.

“Queridos míos, yo os amo con todo mi corazón y basta que seáis jóvenes para que yo os ame muchísimo”. Amaba de tal modo que cada uno pensaba que él era su predilecto.
“Encontraréis escritores mucho más virtuosos y doctos que yo; pero difícilmente podréis encontrar alguien que os ame más en Jesucristo y más desee vuestra verdadera felicidad”.
Agotado en sus fuerzas por el trabajo incesante, enfermó gravemente. Particularmente conmovedor: muchos jóvenes ofrecieron al Señor la propia vida por él. “… Lo que he hecho, lo he hecho por el Señor… Se habría podido hacer más… Pero lo harán mis hijos… Nuestra Congregación es conducida por Dios y protegida por María Auxiliadora”.
Una de sus recomendaciones fue ésta: “Decid a los jóvenes que los espero en el Paraíso…”.

El 31 de enero de 1888 expiraba en su pobre habitación en Valdocco, a la edad de 72 años. 
El 1 de abril de 1934, Pío XI, que tuvo la dicha de conocerlo personalmente, lo proclamó Santo."
DMC


  


30 enero 2011


PLAZA DE LOS DERECHOS HUMANOS
 DE BAÑOS DE LA ENCINA

Entre Amargura, Ancha, Jesús del Llano (Carril), Canteras y Mestanza. Es una placita, cruce de calles, con una farola en medio, que sirve para “dirigir” la dirección de los coches.

Lo importante de esta Plaza es el nombre. La Declaración  Universal de los Derechos Humanos de 1948, y sobre todo su cumplimiento. Que no  sea papel mojado.

Eleonor Roosevelt, con la Declaración es español

Los derechos humanos son aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos1 que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna. Son independientes de factores particulares como el estatus, sexo, orientación sexual, etnia o nacionalidad; y son independientes o no dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico vigente. Desde un punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido como las condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y la sociedad, que permita a los individuos ser personas, identificándose consigo mismos y con los otros.



Habitualmente, se definen como inherentes a la persona, irrevocables, inalienables, intransmisibles e irrenunciables. Por definición, el concepto de derechos humanos es universal (para todos los seres humanos) e igualitario, así como incompatible con los sistemas basados en la superioridad de una casta, raza, pueblo, grupo o clase social determinados. Según la concepción iusnaturalista tradicional, son además atemporales e independientes de los contextos sociales e históricos.

Los derechos humanos, herederos de la noción de derechos naturales, son una idea de gran fuerza moral6 y con un respaldo creciente. Legalmente, se reconocen en el Derecho interno de numerosos Estados y en tratados internacionales. Para muchos, además, la doctrina de los derechos humanos se extiende más allá del Derecho y conforma una base ética y moral que debe fundamentar la regulación del orden geopolítico contemporáneo.

 La Declaración Universal de los Derechos Humanos se ha convertido en una referencia clave en el debate ético-político actual, y el lenguaje de los derechos se ha incorporado a la conciencia colectiva de muchas sociedades. Sin embargo, existe un permanente debate en el ámbito de la filosofía y las ciencias políticas sobre la naturaleza, fundamentación, contenido e incluso la existencia de los derechos humanos; y también claros problemas en cuanto a su eficacia, dado que existe una gran desproporción entre lo violado y lo garantizado estatalmente.

La doctrina ha realizado un importante esfuerzo por clasificar y sistematizar los derechos humanos. Normalmente se dividen en dos categorías: derechos positivos y derechos negativos. Los derechos negativos, como el derecho a la intimidad, se definen exclusivamente en términos de obligaciones ajenas de no injerencia; los derechos positivos, por el contrario, imponen a otros agentes, tradicionalmente –aunque ya no de manera exclusiva– el Estado, la realización de determinadas actividades positivas.

Luchemos para que los Derechos Humanos se extiendan a todos los hombres, a todos los países y a todas las Naciones.

DMC

CALLE CANTERAS DE BAÑOS DE LA ENCINA

Ahora no se ven las canteras, arranca de Mestanza; la recuerdo de solo la acera de dentro, de la derecha; aún queda alguna casa, bastante deteriorada y sin habitar.

Es la clásica casa de Baños; de una planta, puerta y dos ventanas a los lados, una de ellas dormitorio, la otra, la cocina, con fuego en el suelo, las trébedes, el  anafre, pucheros de barro vidriado, con las dos asas para darle la vuelta a la comida , la alacena como despensa; la mesa de madera, en el cajón los cubiertos; unas sillas de asiento de anea; un arca con pañito de adorno, alguna tinaja con su jarrillo de lata para sacar el agua y guardar en otras el pan, una pequeña con las aceitunas aliñadas y poco más.

La calle Canteras tiene una vista de ensueño; el Castillo y el Ruedo y las sierras colindantes. Hoy ya se construyeron casas en el otro lado, y  desde sus terrazas y salones, parece que se está flotando.

Esta noche de suave lluvia y humedad el Castillo emergía como un fantasma, pero la visión, la sensación, la grandeza, la lejanía, te llenaba el alma.

La semioscuridad, la iluminación, las sombras, te trasportaban a otras épocas de luchas, de asaltos y asedios, de conquistas, de otras gentes.

La vista de nuestro Castillo Milenario, desde todos los ángulos impresiona, a los que lo hemos visto desde que nacimos y a los forasteros, que nos visitan a diario y en mayor número los fines de semana. Los grupos que vienen, se pierden esta vista nocturna, con el aliciente de la fina lluvia, que sirve de cortina, de espejo, de reflejos múltiples, de neblina a lo lejos y de misterio.

Es una maravilla, un encanto, una preciosidad, para quedarse horas y horas en su contemplación, para recordar su historia, la de nuestro pueblo; sus épocas, sus penurias y sus momentos de esplendor , y como dos leones guardianes, siempre, siempre, el Castillo y la Iglesia, la Parroquial de San Mateo.

Llego hasta la calle Blas Infante, escaleras, casas nuevas y grandes; regreso, por Canteras, el agua dejo de caer; los reflejos de los charcos agrandan la calle, no pasa nadie, la calle esta desierta, algún sonido, voz o ruido, confirman que hay vida en las casas y que se retiraron a la intimidad de los hogares.

Yo sigo, en solitario, poco  a poco, mi camino, mi paseo, con mis pensamientos y mi cámara  y fotográfica, mi compañera y mi testigo.

DMC

29 enero 2011


CALLE DE LA AMARGURA DE BAÑOS DE LA ENCINA
 

La amargura es una calle larga que enlaza  la calle Visitación con la Plaza de los Derechos Humanos; empinada, sinuosa, subiendo a izquierda sale  la Travesía de la Amargura y a la derecha Desengaño. La casa de Ángel llama la atención con sus plantas y flores en la puerta, y no digamos su patio, con los injertos, bonsais y el taller con mil monerías, de cuero, hueso, y los mas diversos materiales

Calle de casas con dinteles  y jambas de piedra, cruces y escudos, puertas de madera y clavos.

La cuesta es pronunciada, hoy lisa la calzada de cemento, lisa y antes de piedra y terriza, para que las caballerías no se escurrieran.

Hoy los costaleros de Cristo con la Cruz a cuestas, de San Juan y de la Virgen, tienen que hacer gran esfuerzo para llevar a los tronos con la máxima dignidad y fervor, en la procesión de  la madrugada del Viernes Santo, uno de los tramos más bonito, difícil y elegante, y donde se lucen  tanto el Capataz, como  los hermanos costaleros.

Ahí vivió Miguelico “El Mono”, cuando en aquella feria, integrante de una orquestina, el bombardino lo habían limpiado con la tierra amarilla, de las Eras de Casa, y para que se secara y deslumbrara con su brillo, lo dejaron en el brocal del pozo. Pero una ráfaga traidora de viento, lo tiro e cayo inexorablemente en el fondo.

El instrumento era fundamental para orquestina, que dirigía Prisco. Echaron los ganchos que tantas veces hemos visto, cuando el cubo de desenganchaba de la soga y quedaba en el fondo. Pero ni el esfuerzo, ni la pericia, ni el tesón, pudieron enganchar el bombardino, y la fiesta se acercaba.

Baños zona minera por excelencia, pidieron  un torno, con aquella especia de guadaña, y según me contaba mi padre, a turnos y relevos día y noche, secaron el pozo, pero el bombardino no apareció.

Por esa calle el venero era tan grande que era un auténtico rio  bajo tierra, que alimentaba a otros muchos pozos, y la fuerza del agua y la corriente arrastraría el instrumento musical. Pudieron salir del apuro dándole otro a Miguelico. Estoy hablando de los años 1920.

Con la lluvia, el agua baja por mitad de la calle, brilla en las paredes blancas de cal, escurriendo.  Sorteo los canalones con el paraguas, por las ventanas bajas se ve el interior de las casas. La tienda de Chivica, está abierta, pero  con la oscuridad y la lluvia , parece que es  mas tarde. En el mostrador Encarnita atiende a las clientas.

Ya se ve el Santuario del Santo Cristo, la calle Ancha, Canteras y Mestanza, pero eso será ya otro día.

 DMC.


28 enero 2011


CALLE VISITACION DE BAÑOS DE LA ENCINA

Arranca, de mi casa en la Cuesta de los Herradores, a esta calle por ser la mía, donde vivo desde el años 2000, que compre la casa, le dedicare una página especial.

Esta es la que decía mi padre que pudiera ser la que en los censos y documentos antiguos, se llamaría Chacona; calle de artesanos, tiendas, recuerdo la de Paquito, que daba a dos calles. Las posturas en la trastienda, y siempre amable y afectuoso.

Es una calle de buena gente como todas las del pueblo, han ido mejorando y para mi tiene una siempre el recuerdo de la Semana Santa, hasta el enlace con Amargura la madrugada del Viernes Santo.

Saetas, descanso, reponer fuerzas y amabilidad de todos los vecinos, las casas abiertas al que se quiere acercar. Ya es de día; los que no han saldo se asoman a sus ventanas adormilados.

Hoy se han arreglado las casas y se ha mejorado en fachadas y en los interiores; piedra, rejería y muy buena pinta.

Rafael el municipal, vivía allí, ahora su viuda Angelita, que e saludo y beso cuando estoy por allí. Recuerdo una noche, de un día de aceituna, era el manigero de casa en aquella época, como fue el hortelano.

 Me invitaron a cenar, cocido, claro, sobre las siete de la tarde-noche. Yo tendría 16-17 años. En la mesa camilla cerca de la cocina, la fuente blanca, Angelita iba cortando rebanadas de pan sentado, finísimas; luego ayudándose de la tapadera del puchero vertió el caldo humeante, y cada uno con su cuchara, a comer, con una rebanada debajo de la cuchara para que la gota no callera. Creo que no comí nunca sopa más rica, con ese caldo tan claro. Luego ya los garbanzos, con sus patatas, su verdura, su pringue. Pronto a casa, estaba solo en la de mis padres, pues había que madrugar, para apañar ato, y demás arreos; estada de aceituna, tenia que llevar el tractor.
De postre ensalada de lechuga con granada. ¡Que rico el contrate del vinagre, la sal, el aceite y lo dulce  de la granada! Me sigue entusiasmando.

Paseando bajo la lluvia, me vienen estos y otros recuerdos, que guardo en mi corazón.

El nombre de Visitación siempre me ha gustado. Tiene su sentido religioso referido a la Visitación de la Virgen  María a su prima Santa Isabel.
DMC