ALMENAS Y LIENZOS DEL CASTILLO Y
ACEITUNITAS NEGRAS
Si algo distingue a nuestro pueblo, es sin lugar a dudas, nuestro castillo Milenario, Es difícil que uno se canse de verlo, mirarlo y admirarlo, a todas horas, de día, de noche, con sol y con nubes, al amanecer y a la caída de la tarde, cuando ese sol que se pone por la sierra, enciende sus murallas y sus almenas y las convierte en espejos donde se reflejan sus rayos.
Y el olivo, el sustento de tantos, el oleo, el bálsamo, el alimento, la aceituna. Los dos por separado, inigualables, pero cuando se juntan, uno siente algo especial; la aceituna negra, brillante, reventona, como un clavel, y al fondo las almenas del Castillo, defensa y guardián.
DMC