PASEANDO
POR LOS ALREDEDORES DEL CASTILLO DE
BAÑOS DE LA ENCINA
Siempre se lleva no alguna sorpresa. El
pasear, alrededor del Castillo de Burgalimar, es una delicia.
Recordar su historia, sus leyendas, sus
gentes. De pequeño lo recorrimos por fuera y por dentro, era nuestro campo de
batalla, de juegos, de peleas, de miedos.
El otro día me encontré dos inquilinos, tranquilos, silenciosos,
tomaban, plácidamente el sol de invierno, tan agradable.
En el arranque de una de las almenas, y el
otro en la bajada a la Cesteria.
Dos hermosos y brillantes gatos.
DMC