Días de calor, pero aquí se modera y las noches incluso hay que taparse con una sabana.
Misa de
nueve en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, zona marinera, y la
Estrella de los Mares, en los barcos, en las casas, en la Iglesia y sobre todo
en los corazones de todos.
Comprar
el pan. Es negocio de alemanes y los hacen de todas clases y muy ricos, nada de
congelados, que se pone duro y se desmenuza.
Desayuno
tradicional de un buen bañusco. Pan con aceite abundante y el café con leche.
Paseo
al muelle. Ver los barcos con turistas que van a ver las ballenas.
La Playa
del pueblo se va llenando. Hace calor.
El
puerto y ver como llega una barquilla y descargan una caja de camarones. Un par
de minutos, quizás menos al empezar a hervir el agua, con una chispita de sal y
laurel y un aperitivo maravilloso con una cerveza helada.
Baño en
la piscina.
Comida
en la terraza y final del Tour de
Francia. Grandes éxitos cosecharon los ciclistas españoles. Recuerdo cuando
ganó Bahamontes, estaba en Córdoba y por la radio vivimos el triunfo en los
Campos Elíseos.
A las
cinco playa. Hay aguavivas y entramos con cuidado. No es muy fuerte el dolor,
pero si desagradable. Muchas olas y se disfruta del agua.
Como
domingo mucha gente, ya que vienen de los pueblos de las medianías. A las ocho,
ducha, arreglo y un paseo, corto.
El día
ha sido intenso, pero mereció la pena.
A lo
lejos se oyen los Karaokes de las bares de ingleses, algunas, la mayoría de las
canciones, muy malas.
DMC