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16 agosto 2010



LAS MINAS. MINEROS.TARANTAS

Lo mismo que cantaba Luisa Linares y los Galindos de Linares, como “pueblo andaluz y minero”, se puede decir de Baños. De pequeño se hablaba siempre de las minas y de los mineros, que iban a trabajar, andando, muy temprano y luego con aquellas bicicletas tan pesadas, que el cansancio al regreso y estas máquinas hacían que en las cuestas echaran pie a tierra.

Las caras tiznadas del polvo y sudor y  los pechos ennegrecidos de la silicosis que los iba matando poco a poco. Las medidas de prevención eran escasas, recuerdo ver unas mascarillas de esponja, que según contaban, al coger los martillos, en lo hondo del pozo, el esfuerzo, la falta de aire, se ahogaban y terminaban por quitárselas, respiraban el polvillo que iba saliendo de la barrena, y miles de partículas se alojaba en los pulmones; las partículas más pequeñas , eran las más peligrosas que se metían en los bronquios.

Trabajo muy duro, remunerado para lo poco que había, pero muriendo cada día un poco. Las mujeres de Baños  de luto,  viudas jóvenes, con poca paga  o ninguna y muchos hijos, y tantas penurias.

 Ignacia Pedraza, la llamábamos “Mama Ignacia”, como sus hijos,  que eran  4, Ramona y Jacinta las chicas, y dos chicos, el más joven le llamaban “Pedazote”,
 Vivian en una cuadra, en la casa que hace esquina a la Serna, frente a Mariano el del Correo. Luego pasaron a los portalicos de la Posada, y les parecía un palacio. Hasta que Ramona entró en casa de mis padres interna, dormían los cinco en una cama. Ignacia la madre, en el centro, a un lados las dos chicas y al otro los dos chicos.

Mi padre le arreglo los papeles del SOVI (Seguro obligatoria de Vejez e Invalides) y le dieron una paga de 600 pesetas y unos atrasos de unas tres mil y decía dirigiéndose a mi padre: “¿Don Juan, que he hecho yo para que Franco me de esos dineros?” ¡La pobre!

Y los mineros se fueron muriendo poco a poco, y las minas de Linares cerrando, abandonando. Quedaban los carburos y las tarantas, se oían por los patios y los corrales, a las mujeres lavando o a los hombres por el camino de La Virgen o de Guarromán, sentados de lado en la mula torda o la borrica cansina, hacia el trabajo.
Las Trantas de Linares,
que nadie las sabe cantar
que las cantan los mineros
cuando van a trabajar
a las minas del Romero.
DMC