San Diego de Alcalá, en el retablo de Jesús del llano |
San Diego era un hermano lego
franciscano OFM. Hizo muchos milagros. Murió en Alcalá de Henares, España, el
12 de noviembre de 1463. Se le conoció
por su humildad, caridad, milagros, penitencia y contemplación. Es patrón de
los hermanos franciscanos legos (no sacerdotes).
Nació de familia pobre en San
Nicolás del Puerto, Sevilla. De muy joven se consagró al Señor como ermitaño en
la capilla de San Nicolás de Bari, en su pueblo natal y después en la ermita de
Albaida del Aljarafe (Sevilla), bajo la dirección de un sacerdote ermitaño.
Diego fue recibido como hermano
lego en los franciscanos frailes menores de la observancia, en Arruzafa,
Córdoba (España). Hoy se encuentra en el lugar el parador de Arruzafa.
En 1441 fue enviado de misionero
a las Islas Canarias donde ejerció en el convento de Arrecife como portero. Los
hermanos de la comunidad llegaron a pensar que su generosidad era excesiva. En
1445 lo nombraron guardián del convento de San Buenaventura en Fuenteventura.
El nombramiento era algo excepcional por tratarse de un hermano lego.
Fue de peregrino a Roma con
ocasión del jubileo del 1450 y de la canonización de Bernardino de Siena ese
año. Una epidemia azotó la ciudad de Roma. San Diego sirvió de enfermero de
convento de Ara Coeli durante tres meses. Muchos se sanaron milagrosamente.
Otro milagro fue la curación de
un niño que se había quedado dormido dentro de un horno, el cual, al ser
encendido, le causó graves quemaduras. Tras la intercesión del santo, el niño
apareció sin quemaduras. San Diego solía atribuir los milagros a la Santísima
Virgen María.
De regreso en España, lo
asignaron al convento de Santa María de Jesús en Alcalá de Henares (1456) donde
ejerció como portero y jardinero por siete años, hasta su muerte el 12 de
Noviembre de 1463. La infección de su cuerpo emitía una milagrosa fragancia y
su cuerpo estuvo incorrupto, no sufrió rigor mortis y continuó exudando
fragancia.
San Diego vivió entre los más
humildes pero muerto fue visitado por los más poderosos. Cardenales, reyes y
príncipes acudieron ante sus restos. Enrique IV de Castilla vino a pedirle la
curación de Beltraneja. Felipe II llevó el cuerpo de San Diego al palacio para
pedirle la curación de su hijo que se había accidentado. Le milagro sería de la
curación del príncipe Carlos sería introducido en el proceso de canonización e
inmortalizado por Lope de Vega.
Sus restos se encuentran en la catedral
de Alcalá de Henares, en una urna de plata. Su cuerpo incorrupto se expone cada
año el 13 de noviembre.
Canonizado en 1588, San Diego fue
el único santo canonizado por Sixto VI.
Polémica del toponímico: Fray
Diego siempre llevó en vida el nombre de su humilde pueblo, llamándose Fray
Diego de San Nicolás. Con ese nombre se le conoce en la bula de su
canonización. Sin embargo en el santoral apareció como San Diego de Alcalá.
En nombre de San Diego los
franciscanos establecieron una misión en el sur de California que dio nombre a
la ciudad que creció junto a ella.
Es un nombre familiar y de gran devoción entre nosotros. Tuve tatarabuelo, Bisabuelo, tío abuelo, tío canal y segundo, primos, sobrinos, de nombre, como yo Diego
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