En el año 1572, el Papa San Pió V ordenó que en todo el mundo católico se rezara en las letanías la advocación " María Auxiliadora, rogad, por nosotros", porque en ese año Nuestra Señora libró prodigiosamente en la batalla de lepanto a toda la cristiandad que venía a ser destruida por un ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados.
En 1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen que el día que llegara a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María Auxiliadora. Inesperadamente el pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de mayo. Desde entonces quedó declarado el 24 de mayo como día de María Auxiliadora.
En 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de "Auxiliadora", y le señala el sitio para que le construya en Turín, Italia, un templo.
Empezó la obra del templo con sus tres monedas de veinte centavos cada una, pero fueron tantos y tan grande los milagros que María Auxiliadora empezó a obtener a favor de sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la Gran Basílica. El Santo solía decir: " Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen", desde aquel Santuario comienza a extenderse por el mundo la devoción a María bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos.
El nombre de Auxiliadora se le daba ya en el siglo XI, pero sería fue San Juan Bosco, el santo de María Auxiliadora, con el que esta advocación mariana encontró el mejor paladín y valedor, "No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado"... "Cada ladrillo de esta iglesia - se refería a la gran Basílica que en su obsequio empezó el 1863 - es una gracia de la Virgen María"...
Pero será exactamente en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando éste hace la opción mariana definitiva: Auxiliadora. "La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana".
Desde esa fecha el título de Auxiliadora aparece en la vida de Don Bosco y en su obra ". La Auxiliadora es la visión propia que Don Bosco tiene de María. La lectura evangélica que hace de María, la experiencia de su propia vida y la de sus jóvenes salesianos, y su experiencia eclesial le hacer percibir a María como "Auxiliadora del Pueblo de Dios".
En 1863 Don Bosco comienza la construcción de la iglesia en Turín. Todo su capital era de sesenta céntimos, y esa fue la primera paga que hizo al constructor. Cinco años más tarde, el 9 de junio de 1868, tuvo lugar la consagración del templo. Lo que sorprendió a Don Bosco primero y luego al mundo entero fue que María Auxiliadora se había construido su propia casa, para irradiar desde allí su patrocinio. Don Bosco llegará a decir: "No existe un ladrillo que no sea señal de alguna gracia".
Hoy 24 de mayo, salesianos y las Hijas de María Auxiliadora, cooperadores salesianos y toda la amplia Familia en torno a Don Bosco y fieles a su espiritu, celebramos el día de la Virgen. Felicidades. Felicidades en tondo el mundo, donde hoy se rezará de esa manera tan bonita que supieron trasmitir: “Maria Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros” y millones de gargantas contaran el Himno, con que se cierran todas sus celebraciones:
Himno a María Auxiliadora
Rendidos a tus plantas,
Reina y Señora,
los cristianos te aclaman
su Auxiliadora.
Yo tus auxilios
vengo a pedir,
Virgen Santísima,
ruega por mí.
De este mar tempestuoso
fúlgida estrella,
cada vez que te miro
eres más bella.
Guíame al puerto
salvo y feliz,
Virgen Santísima,
ruega por mí.
En las horas de lucha
sé mi consuelo,
y al dejar esta vida
llévame al cielo.
En cuerpo y alma
me ofrezco a Ti,
Virgen Santísima,
ruega por mí.
Rendidos a tus plantas,
Reina y Señora,
los cristianos te aclaman
su Auxiliadora.
Yo tus auxilios
vengo a pedir,
Virgen Santísima,
ruega por mí.
De este mar tempestuoso
fúlgida estrella,
cada vez que te miro
eres más bella.
Guíame al puerto
salvo y feliz,
Virgen Santísima,
ruega por mí.
En las horas de lucha
sé mi consuelo,
y al dejar esta vida
llévame al cielo.
En cuerpo y alma
me ofrezco a Ti,
Virgen Santísima,
ruega por mí.
El día 30 de mayo próximo, se celebra en la localidad tinerfeña de Arafo, el centenario de la llegada de la primera Imagen de María Auxiliadora a las islas, culminando ese día los actos que se estan desarrollando por esa bendita efemerides, con una solemne Misa, que celebrará el Sr. Obispo con la asistencia de fieles y devotos de la Virgen de todo el archipielago.
DMC