Era una promesa de hacia unos años, y por unas causas y otras, no habíamos podido ir a la Isla Colombina. Así pernoctamos en Los Cristianos, para no tener que madrugar demasiado, y poco después de las ocho de la mañana del día 1 de octubre ya estábamos en la fila para embarcar el coche. A nuestro lado un espectacular Rolls Royce. Nuestro coche un Nisan Micra, a su lado un enanito.
La travesía no llega a una hora con las maniobras de atraque; el mar está azul y calmado, a nuestro lado, por babor, nos seguían los delfines y nos rozaron algunos peces voladores, perdíamos con nitidez Los Cristianos y ya se distinguía el Puerto de San Sebastian (la Villa como es nombrada por todos). Nosotros seguíamos para Playa Santiago
En 1492, cuando Cristóbal Colón iba hacia lo desconocido, recaló en la bahía de San Sebastián, capital de la Isla. Desde entonces, La Gomera ostenta el titulo de Isla Colombina. La Torre del Conde, La Iglesia de la Asunción, donde se bendijo a los expedicionarios, y el Pozo de la Aguada fueron entonces testigos, que aún permanecen, de la presencia de los descubridores de América en la Isla.
Es una isla pequeña, pero sus
Escarpada, la Isla se lanza bruscamente desde la cumbre del pico Garajonay buscando el Atlántico en una secuencia de montañas y barrancos que forman círculos casi perfectos.
Una rica vegetación, reliquia del principio de los tiempos, con especies que casi no existen en ningún otro punto del planeta, desciende, paso a paso, hasta la costa.
Barrancos vertiginosos, valles fecundos y zonas agrícolas, donde la mano del hombre extrae trabajosamente el fruto de la tierra, moldean el paisaje. Mientras, en lo alto, la elevación de las montañas frena las nubes, empujadas por los suaves vientos alisios, hasta que descargan su humedad gota a gota, conformando un fenómeno irrepetible: la lluvia horizontal.
De esta manera, el agua, presente en toda la Isla, se convierte en un velo brumoso extendido sobre la frondosa vegetación que cubre su suelo. Un auténtico bosque pluvial, cuyos árboles, que llegan a alcanzar hasta quince metros de altura con formas caprichosamente retorcidas, dan al paisaje un aspecto mágico y sorprendente.
En La Gomera aparecen todas las figuras de protección, además del parque nacional, por lo que el número de espacios protegidos es de 17, con una superficie global de
1.- El Parque Nacional de Garajonay., situado en el centro de la isla, en terrenos de todos los municipios, tiene la mejor representación de laurisilva del mundo y pertenece a la red de parques nacionales.
El Parque Nacional de Garajonay Las cumbres centrales de La Gomera, envueltas con frecuencia por la niebla, mantienen una selva fascinante, frondosa y espesa, cuyo verdor permanente, a menudo embebido en humedad, destaca sobre la aridez de las costas y zonas bajas de la isla. Esta formación vegetal recibe el nombre de laurisilva, que significa selva de laureles, en alusión a que la mayor parte de la amplia variedad de especies arbóreas que la componen presentan hojas similares a las del laurel. Éste tipo de hojas son un indicador de su adaptación al ambiente subtropical húmedo y a las temperaturas suaves que reinan en la zona de nieblas de las fachadas del norte de las islas Canarias, donde la laurisilva se acantona.
El enorme interés científico de la laurisilva canaria se debe a que la mayor parte de las especies animales y vegetales que la componen y habitan son endémicas de las islas, por lo que no se encuentran en ninguan otra parte de la Tierra. Además, se sabe por el testimonio fósil, que algunas de esas especies eran componentes de los bosques subtropicales que poblaban el área mediterránea hace millones de años y que desaparecieron del continente expulsados por el enfriamiento climático que sufrió esa área del planeta a causa de las glaciaciones. La laurisilva es, por tanto, un auténtico fósil viviente, una reliquia de tiempos geológicos pretéritos.
Destruidas y transformadas en su mayor parte por siglos de intensa explotación, los enclaves más destacados de laurisilva canaria se encuentran hoy protegidos, destacando entre todos el Parque Nacional de Garajonay, considerado como la muestra más extensa y mejor conservada de este tipo de ecosistemas en el archipiélago. El Parque de Garajonay ofrece al visitante la posibilidad de disfrutar de variados ambientes forestales, a menudos envueltos en húmeda niebla que mantiene la exuberancia vegetal y nutre modestas corrientes de agua, nacidas a las mismas puertas de la aridez. Aquí es posible reconocer todavía una naturaleza casi intacta, que evoluciona para recuperar su esencia.
El centro de Visitantes del Parque Nacional del Garajonay está situado en un lugar conocido como Juego de Bolas, en La Palmita, dentro del término municipal de Agulo, en el norte de La Gomera. El edificio refleja los cánones de la arquitectura canaria, y en su interior se ofrecen tres salas de exposición donde se encuentra información muy completa del Parque Nacional del Garajonay y de la isla, a través de paneles, fotografías, monitores, visores, mapas y maquetas..
En el exterior se puede disfrutar de unos jardines con una amplia representación de la flora de Canarias y muchos endemismos gomeros, así como las plantas utilizadas por la población como medicina popular y condimento gastronómico.
El Museo Etnográfico existente recoge numerosos aspectos de cultura tradicional: el interior de la casa campesina, los aperos de labranza, la bodega, los edificios históricos...
2.-La Reserva Natural Integral de Benchijigua, situada en la caldera del mismo nombre en el municipio de San Sebastián, presenta un notable interés geomorfológico y botánico.
3.- La Reserva Natural Especial de Puntallana es un interesante enclave geomorfológico de isla baja, único en La Gomera, situado al norte de San Sebastián, y en el que existe una excelente muestra de tabaidal dulce.
4.- El Parque Natural de Majona, situado al noroeste de San Sebastián, corresponde a una antigua dehesa comunal en la que perviven todavía prácticas de pastoreo y donde crece un interesante tabaibal, además de otras especies de la flora basal, y una importante representación de fayal-brezal.
5.- El Parque Rural de Valle Gran Rey, situado en el valle del mismo nombre, reúne llamativos elementos geomorfológicos, como profundos barrancos y escarpados riscos, además de manantiales y ciertos endemismos botánicos, junto con la impresionante huella de la actividad humana en forma de bancales que escalan las laderas, palmerales que acompañan a los cultivos y pequeñas casas que se dispersan por el terrazgo.
6.- El Monumento Natural de Los Órganos, situado en la costa norte de Vallehermoso, es un acantilado de rocas volcánicas muy antiguas, cuyo enfriamiento y posterior erosión le han dado la tan características silueta en forma de tubos de órgano que caen verticalmente sobre el mar.
7.- El Monumento Natural Roque Cano es un pitón fonolítico que se eleva sobre una de las laderas que rodean el casco urbano de Vallehermo. Esta singular mole es ya parte de la imagen e historia del pueblo, por lo que es motivo destacado del escudo municipal.
8.-El Monumento Natural Roque Blanco está formado por materiales similares a los del Roque Cano. Las paredes que no son excesivamente pronunciadas y en ellas se refugia una de las mejores poblaciones de madroños (Arbutus canariensis) de las islas.
9.-El Monumento Natural de la Fortaleza se encuentra en la comarca de Chipude. Su perfil presenta una configuración en forma de meseta de rocas traquíticas y paredes escarpadas con muestras de algunos raros endemismos como la siempreviva.
10.- El Monumento Natural del Barranco del Cabrito ocupa las zonas medias y bajas del barranco del mismo nombre, en el término de San Sebastián, en un área de semisotavento, por lo que predomina la vegetación xerófila y de costa, con abundantes euforbias y algunos palmerales.
11.- El Monumento Natural de la Caldera corresponde al cono volcánico mejor conservado de la isla, en la que no ha habido actividad eruptiva en el último millón de años. La vegetación que predomina es el tabaibal.
12.-El Monumento Natural del Lomo del Carretón es un acantilado que se sitúa entre los 450 y los
13.- El Monumento Natural de los Roques está situado en la divisoria que separa las cabeceras de los barrancos de La Laja y Benchijigua. el espacio incluye los roques de Agando, Ojila, la Zarcita y Carmona, que son muestras espectaculares del vulcanimos intrusivo, excavadas por la erosión.
14.- El Paisaje Protegido de Orone abarca dos grandes barrancos, el de Erques-La Rajita y el de La Negra. Dentro de este espacio, ideal para ser visitado a pie, se pueden encontrar caseríos semiabandonados como los de Erques, Erquito y La Rajita.
15.- El Sitio de Interés Científico de los Acantilados de Alajeró es un espacio de difícil acceso desde la tierra y notable belleza desde el mar, caracterizado por la presencia de algunas especies botánicas como la Ploclama pendula y de cierta fauna como los guinchos y las pardelas.
16.- El Sitio de Interés Científico del Charco del Conde es un ecosistema litoral formado por una piscina natural muy utilizada por los niños, rodeada de algunas especies botánicas como el tarajal
17.- El Sitio de Interés Científico del Charco del Cieno es asimismo un ecosistema litoral, situado en la costa de Valle Gran Rey y caracterizado por su flora halófila (Tamarix canariensis) y por la presencia de una pequeña formación dunar.
Típico de la Gomera, es el almagrote, tiene base de su queso, con aceite, ajos, pimienta, sal, y a veces tomate, intervienen en su elaboración. El resultado es una pasta picante pero deliciosa para untar en pan o con las papas, negras o bonitas, fueron traídas de América hace varios siglos.
Hoy, cultivadas de forma tradicional, se transforman en auténticas exquisiteces para el paladar más exigente. Con ellas, y con las viejas, un pescado de sabor peculiar que vive en el litoral de la Isla, se prepara un suculento plato típico de toda Canarias.
Pero la reina de la cocina gomera es la miel de palma. Jarabe extraído de la palmera canariense, de la que existen más de cien mil ejemplares en La Gomera. Es el guarapo que, hervido y espesado, va a servir de materia prima para toda una tradición en postres. También se emplea en la elaboración de cócteles o se sirve acompañada de queso o gofio.
Los vinos más frecuentes en la isla son los blancos, de color amarillo paja con aromas intensos y , agradables en boca.
En esta época el atún, a la plancha con mojo verde, el potaje de berros servido en una escudilla de madera con mango, como las aborígenes, y frutas tropicales, como el mango.
Pero la Gomera es además de la miel o el almagrote, el silbo gomero para comunicarse, estrechas carreteras y barrancos infinitos, las nieblas en las cumbres y las anas y las aguas azules de las playas. Las palmeras por todas las laderas, las flores.
Disfrutamos del Hotel Jardin Tecina, en playa Santiago, que es una maravilla, sobre un acantilado, con acceso al mar por un ascensor por dentro de la tierra, no hacia falta salir del mismo, con sus piscinas de agua salada y dulce, para descansar, pero queríamos ver la isla, recorrerla,
Cuatro días maravillosos, en una isla maravillosa, con unas gentes maravillosas.DMC
[Algunos datos del Patronato Insular de Turismo]
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