ROMERIA DE LA VIRGEN DE LA ENCINA.2008
Amanecía el día fresco y nuboso, pero no para llover de inmediato. La tarde anterior llovió con fuerza y no permitió que la ofrenda floral se realizara en la Plaza ante el Monumento a la Virgen y se hizo en la Parroquia, a la hora prevista, con cierto deslucimiento y algo de barullo, pero con devoción.
Este día 11 de Mayo, la Iglesia estaba abierta desde muy temprano y D. Manuel, el Párroco, en la lonja, resguardado del airecillo, mientras iban llegando romeros, caballistas y algunas personas que esperaban la salida de la Virgen, y las Carretas.
Por Isidoro Boiso ya se oían los sones de la Banda “Pero Baños también tiene Reina…” y aparecía el estandarte, la Cofradía con las Hermanas con sus trajes de flamenca y la Música. La plaza se llenaba expectante.
A las 9 con las campanas al vuelo y los ¡Vivas!, salía la Virgen de la Encina en sus andas, preciosamente adornada, camino de su Santuario, portada por mujeres, como es costumbre.
El Castillo, como viejo guardián y las casas centenarias, parecía que se inclinaban a su paso y las banderas del Ayuntamiento, ondeaban para despedir el cortejo de la Chuiquitilla de los Olivares, la Patrona de Baños. A este homenaje se unía la Iglesia de San Mateo y la magnifica torre de campanas, que desde la Plazuela parecía que le daba escolta, y la gente, los bañuscos, que estaban en sus puertas, en las aceras, cubriendo todo su recorrido, ya en la Carretera. Los caballistas, delante, las carretas y coches engalanados detrás, en medio, la Virgen, como protegida por todo el pueblo de Baños y sus gentes y “sus muchachas bonitas, que siempre fueron mi encanto”, como reza cantando la guajira.
La esquina de los Molinos y San Marcos, donde esperaba mas gente. Allí se produce el relevo y la portan los hombres.
Y se inicia el camino, alegre, callado, de promesa, rezando, cantando. Ha llovido la noche anterior y hay barro y charcos, pero el campo está precioso y se va avanzando poquito a poco, no hay prisa, la Virgen camina y a su paso bendice los campos y las gentes.
El pilar de la Virgen, casi sin agua y la zona de los Tesoros, la Casería Manrique:
“Virgen de la Encina
Blanca paloma
Que del pozo Manrique
Sacó a Carmona.”
Blanca paloma
Que del pozo Manrique
Sacó a Carmona.”
Y Jesús del Camino “Yo soy el Camino” reza en latín en el frontal “Ego sum vía”, 1719, y desde ahí se ve el Santuario. Si lo Santos Padres decían “A Jesús por Maria”, yo puedo decir a “Maria por Jesús”. La Virgen se vuelve a saludar a Jesús, su hijo y se organiza la Romería en Procesión. Toman las andas las mujeres, las Hermanas sus cetros, el estandarte delante y la música. Se ha rezado un padrenuestro a Jesús del Camino y ya presurosos, deseosos de alcanzar el santuario.
Y sale la guajira espontánea
“Me quieres decir morena
Que era lo que tú pensabas,
Cuando solita y tan triste
A la reja te asomabas.
Si pensabas en la Virgen
Aquella que hay en la ermita
Cuando te vi tan bonita
Día en que te conocí,
Si estabas pensando en otro
O estabas pensando en mí”.
O aquella otra:
“Me quieres decir morena
Que era lo que tú pensabas,
Cuando solita y tan triste
A la reja te asomabas.
Si pensabas en la Virgen
Aquella que hay en la ermita
Cuando te vi tan bonita
Día en que te conocí,
Si estabas pensando en otro
O estabas pensando en mí”.
O aquella otra:
“Hay en el pueblo de Baños
Unas casas pequeñitas
Y unas muchachas bonitas
Que siempre fueron mi encanto
Hay un venturoso Santo
Jesús del Llano divino
Y un Camarín peregrino
Que hermosa sierra domina
Se ve Jesús del Camino
Y la Virgen de la Encina”
Hasta los olivos a su paso han florecido, pero para la Virgen “rosas de Baños”.
Unas casas pequeñitas
Y unas muchachas bonitas
Que siempre fueron mi encanto
Hay un venturoso Santo
Jesús del Llano divino
Y un Camarín peregrino
Que hermosa sierra domina
Se ve Jesús del Camino
Y la Virgen de la Encina”
Hasta los olivos a su paso han florecido, pero para la Virgen “rosas de Baños”.
Ya se oye el esquilón que anuncia la presencia de la Virgen y se arremolina la gente, los romeros que la esperan en la explanada y pasan los caballos y los devotos y la Virgen.
De nuevo en su Santuario, que tuvo que dejar hace muchos años, muchísimos años y que desde entonces solo regresa un día, por Mayo. ¡Que hermosura de Santuario y que soledad! ¡Que tristeza verlo vacío de quien todo los llena, Maria!
Antes, hace ya muchos años, la Virgen de la Encina estaba en su Santuario, a principios de septiembre se iba a por ella y regresaba triunfal a Baños, para la novena, los Esclavos y de regreso al Santuario. ¡Cuanta gente, cuantos devotos de Baños y sus alrededores iban a verla, a rezar, a encender una vela, a llevarle flores, a cumplir una promesa!.
Pero la Virgen ya está en el atrio y vuelve a la que durante siglos ha sido su casa, protegiendo siempre a su pueblo a Baños.
En la puerta se venden los estadales, medallas y recuerdos, que se bendijeron la tarde anterior.
La Iglesia se ha llenado y colocada la Virgen en su Camarín, se inicia la Santa Misa. Es el día de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo y Don Manuel, el Párroco, aúna en su plática, Pentecostés y la Virgen. Canta la Misa un grupo rociero de Bailén y asisten, junto con la Cofradía, los señores Alcaldes de Guarromán D. Antonio Almazán Ojeda y de Baños D. Rafael Espinosa Pérez.
Terminada la Misa, se hace la tradicional procesión alrededor del Santuario.
A la salida una nube multicolor de pétalos de rosas, en su honor, inunda el cielo y a los acordes del “Virgen de la Encina, Virgen de la Encina” inicia su recorrido.
Es una pena no ver a la Encina Grande, como decía hace poco” sus ramas ya no pueden rozar las andas ni sus hojas besar su manto”. En la parte trasera del Santuario, la mas antigua, se repitan los aplausos y el “que mire para Guarromán”, con mostrada alegría de su Alcalde Sr. Ojeda y regresa entre cánticos, vítores, plegarias, rezos y alguna que otra lágrima al Santuario. 
La mañana está muy blanda y puede llover en cualquier momento. Mucha gente regresa poco a poco a Baños. Yo me doy una vuelta para ver a la gente. En el atrio la Banda de Música interpreta unos pasodobles y muchas parejas se ponen a bailar, las familias, las peñas, los grupos, están sacando sus hatos para comer e invitar a familiares y amigos que se acercan. Yo tengo que contenerme, de tanta amabilidad
. Entro en el Santuario a dar gracias, por haberme permito asistir este año a la Romería, después de tantos años. La Iglesia esta en penumbra, tres o cuatro personas mas, la Virgen en su Camarín, siempre mirando a Baños.Cae un buen chaparrón, que anima a más gente a regresar.
A las cinco, se coloca la Virgen en un remolque, para regresar a Baños.
Yo regreso andando, solo, apesadumbrado, demasiadas cosas en muy poco rato, demasiadas emociones, demasiadas miradas, demasiados silencios, demasiados susurros y rezos y me voy alejando del Santuario, casi a la par que la Virgen y vuelvo la cabeza, no quisiera irme.
De nuevo Jesús del Camino, el Lentisco, olivares y olivares, como decía Machado y Baños a lo lejos, pero cada vez mas cerca. Voy pensativo y recordando lo vivido, las coplas, las canciones, la Virgen sobre todo y recuerdo en esa inmensa soledad y grandeza estas rimas que se cantan en la Romería:
“Nuestra Madre de la Encina
y nuestro Jesús del Llano
son el amparo y consuelo
de los vecinos de Baños.”
O los versos finales de un soneto de mi padre:
“Brilla Cristo, que es Luz, en ese Llano
y en aquel encinar noble y lozano
se aparece la Virgen de la Encina.”
O los de Antonio Navarrete, poeta de Quesada, que decía de nuestra Virgen de la Encina:
“No te vayas a los Cielos,
no apagues tus resplandores.
-Os dejo en esta bellota
el Amor de mis Amores.”
Y para terminar esta muestra lo que el poeta don Guillermo Sena Medina, de la Real Carolina, cantaba a la Virgen Patrona de Baños en este hermoso soneto:
“Descendiste del Cielo hasta una encina
junto al río Rumblar que cruza y baña
tierras jaeneras en el Sur de España,
de sabor medieval y son de mina.
Silueta del Castillo en la colina,
las callejas, la ermita y su espadaña,
San Fernando en leyenda y en hazaña,
Baños, bañado por la luz divina.
Sigue el pueblo pidiendo que le acojas,
elevando, Señora, su plegaria
al filo del encanto que te brota.
Y el milagro cuajó sobre las hojas
de aquella vieja Encina centenaria,
quedando tu silueta en la bellota.”
Recordando estos bellísimos versos a nuestra Patrona, el camino se me ha hecho muy corto, ensimismado, recogido, gozoso. La Romería no es solo alegría, sino también, algo de penitencia y mucho de oración.
En San Marcos hay mucha gente aguardando a la Virgen y en esa agradable espera, me tomo un par de whiskys con unos buenos amigos, allí, a la entrada de la Cooperativa.
Y de nuevo se forma la comitiva, y el cortejo avanza y va regresando la Virgen. Caen unas gotas, que no pasan de ahí, por la esquina de los Molinos y Baños abre sus puertas y ventanas y sus brazos a la Patrona, que regresa de su Santuario, del campo, de los olivares, y se reproducen los vivas y los cantos y los ojos enrojecidos y los aplausos del pueblo de Baños.
Y esperar otro año, otro mayo, en 2009 la Romería será el 10 de Mayo.
Santa Cruz de Tenerife, Mayo de 2008.
DMC
segundo de seis hermanos en una familia dedicada al comercio. Inició sus estudios en el Instituto de la calle Compañía, con 12 años se trasladó a Granada e ingresó en el Colegio de San Bartolomé y Santiago para proseguir con el bachillerato y la carrera de Derecho. Publicó sus primeros trabajos en Recreo de la Juventud (1857) de Jaén y a finales de 1858 se encuentra en Madrid donde publica su oda "Asia" en el periódico republicano La Discusión (1859), así como la oda "Europa y Siria" en La América (1860). Pasa sin embargo desapercibido hasta que en 1866 publicó en El Eco del País, donde era redactor, su celebérrima oda patriótica "El dos de mayo", que obtuvo tan formidable éxito, difusión y popularidad que desde entonces Bernardo López García fue conocido como "El cantor del Dos de Mayo", oscureciéndose injustamente toda su obra anterior y posterior. 
