BIENVENIDA

Bienvenidos a mi Blogs, y gracias por su visita

14 junio 2008

CALLE SANTA MARIA DEL CUETO

Se inicia esta calle en la Plaza de la Constitución, en suave pendiente, hacia el cero del Castillo y su nombre se debe a la primera Iglesia y Parroquia llamada de Santa Maria del Cueto o Santa Maria la Mayor, creada por el Santo Rey Fernando III, al conquistar Baños en 1225. Es una de las calles mas antiguas y aparece en los antigus censos. Tambien es llamada la zona esa zona "El Cueto".

Mi padre en su libro sobre Baños se refería a Santa Maria del Cueto con estas palabras, un tanto tristes:

“Entre los templos desaparecidos merece destacarse la antigua parroquia de Santa María del Cueto o Santa María la Mayor como se le llama en algunos documentos. Fue creada por San Fernando al reconquistar a Baños en 1225 y su estilo era de transición del románico al gótico. En el libro "Fundaciones de Úbeda", de finales del XVI o principios del XVII, reimpreso en Jaén en 1896 en la imprenta de "El Industrial", se dice:

"Al norte de Bailén, a una legua de distancia está Baños; tiene la Parroquial antigua dedicada a Ntra. Señora y la moderna a San Mateo..."

En la colección de postales del año 1914, hay una con parte del Castillo como fondo, donde se advierten lienzos de pared del histórico templo, la portada dovelada de medio punto con bella clave, la cornisa, los rosetones de las enjutas y, en el conjunto, detalles renacentistas posteriores, así como algunos trozos de columna abatidos en sus alrededores.

Ahora como cantara el sacerdote Rodrigo Caro a las ruinas de Itálica,

“Sólo quedan memorias funerales
donde erraron ya sombras de alto ejemplo;
este llano fue plaza, allí fue templo;
de todo apenas quedan las señales...”

El pie del púlpito y algunas piedras que dan fe de su estructura y estilo, se conservan en una finca próxima a la carretera de Linares. El ábside desmantelado y alguna hornacina continúan por milagro en su lugar, y hasta la pequeña Virgen, su antigua titular, también estuvo en el altar de la capilla de la Orden Tercera de San Francisco --ahora de la Virgen del Carmen-- hasta 1936. Es la historia negra de quien vendió a finales del siglo XIX o muy a principios del XX, las piedras venerables que quedaban del primer templo de Baños por un puñado -pequeño- de pesetas.

Como en Itálica, ciudad madre de emperadores romanos, y tomando la voz elegíaca del sacerdote y poeta sevillano Rodrigo Caro, podríamos repetir que "publica el amarillo jaramago" la afrenta de pasadas destrucciones como la de Santa María la Mayor de Baños y de sus ruinas escasas, pero ilustres.

¡Sic transit gloria mundi...!

No sería pedir demasiado que las ruinas de Santa María se protegieran con una verja y se limpiaran y consolidaran, para poder conservar lo poco que queda de nuestro único monumento del siglo XIV.” (Juan Muñoz-Cobo. “Baños de la Encina: Un viaje por su historia milenaria”. Jaén 1988)

Santa Maria era mi calle de recuerdos y juegos. Allí vivía Pedro Fernández. medico de la casa; era amigo mío su hijo Pablito, y pasaba muchas horas en su casa, aunque salir al patio me daba mucho miedo, pues había oído hablar que, D. Pablo, se tiró al pozo, en uno de sus arrebatos y no me atrevía ni a acercarme. En frente y mas arriba del portón de casa, estaba la de de Fernando Carrasco “El Gordo” y pasaba muchos ratos en ella, en su corral; además de una magnifica parra, de exquisitas uvas y fresca sombra, tenia una enredadera de pasión, que cubría todo el bardal.
Recuerdo la carpintería de Salvador Álvarez, el olor a virutas y aserrín, la ventana que abría al Ruedo, un arca de madera pintada de gris y allí los mayores hacían la postura, mientras nosotros pasábamos hacia el Castillo.
Y poco mas arriba, el Castillo, nuestro Castillo, pues entrábamos y salíamos, como en casa. Allí, además de coger “nios” y guacharros, y saber de memoria, toda la lista mortuoria, del antiguo cementerio, y poder enseñarlo con orgullo a primos y parientes que nos visitaban, era nuestro campo de batalla, nuestra zona de juegos, nuestro retiro, dentro o a la sombra de las almenas.

La casa de Manolico, de Ignacio, de los párrocos de Santa María, fechada en 1787, con fachada de piedra y carece de elementos artísticos, hoy de Nono, la planta baja y con unos horrorosos aparatos de aire acondicionado en la fachada de la planta alta.
Mas abajo otras tres casas antiguas e interesantes, con balcones apoyados en canes de piedra, donde en primavera chorrean y revientan los claveles, entre ellas la de Antonio, que conoce, cuida y ama el Castillo como nadie, dan prestancia a la calle y una lleva la fecha de 1816.

Y a la entrada la de Aurora y Pepa, hoy en ruinas, con un balcón, que ha sido un peligro para viandantes, y con una ventana de las mas bonitas de Baños. Con esta fotografía me dieron un premio, en el año 1989 y ahora se puede ver como está.
Es la única calle de acceso en coche al Castillo.
DMC.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Está mas bonita(tiene mas realismo) la foto de la ruina