EL "EFEBO DE ANTEQUERA". EXPUESTO EN MÁLAGA
Se dice que muchas veces, la suerte depende de estar en el sitio adecuado, en un momento dado. No me puedo quejar, el día que volvía de Málaga, haciendo tiempo para ir al aeropuerto, al pasar por el Palacio Episcopal, me llamo la atención, un anuncio en vertical anunciador del Efebo de Antequera.
Fruto de mi curiosidad, era domingo, pase la magnifica puerta y me di con una imitación de un mosaico romano, con la leyenda, al patio, con arcadas y una escalera señalaba el piso primero, en una sala en penumbra, y presidiéndola, la vista se iba a esta maravillosa escultura en bronce.
Leía unas declaraciones del Sr. Alcalde de Antequera, que decía que, seria la ultima vez que salía de la ciudad, porque siempre en los traslados, se producen deterioros, aunque sean mínimos, y a partir de ahora, tendrán que ir a Antequera para admirar esta obra.
El Efebo de Antequera, es una escultura tallada en el Siglo I d. C., en época del Imperio romano y está considerada una de las más bellas esculturas del arte romano de las halladas en Hispania. Se expone en el Museo Municipal de Antequera, situado en el Palacio de Nájera.
El Efebo de Antequera se halló de forma casual en un cortijo, cerca de la localidad de Antequera, en la provincia de Málaga, el 29 de junio del año 1955.Imita el modelo griego del efebo, (del latín ephēbus, y éste del griego εφηβος) es una palabra griega que significa adolescente. Aunque en la Grecia Clásica estaba destinado su uso a los Varones Atenienses de 18 a 20 años, que eran instruidos en la efebeia una especie de servicio militar.
Se trata de una escultura realizada en bronce con la técnica de fundición en hueco. Representa a un joven desnudo de pie con una postura que remite al esquema en "S", carácterístico de las formas praxitelianas, que se difundió a partir del siglo IV a.C. Responde al tipo iconográfico conocido como mellephebos stephebos o portador de guirnaldas, utilizado como figura decorativa en los banquetes romanos. Estilísticamente se data como copia neoática de la primera mitad del siglo I d.C. Presenta los brazos separados del cuerpo, en posición extendida, con los dedos de las manos en disposición para sostener algún objeto como una guirnalda o paño.
La cabeza presenta un peinado de gran elegancia y sencillez, formado por dos aladares divididos por una crencha o raya medianera, estos mechones se enrollan formando una corona capilar que enmarca la zona temporal y se anuda en la nuca como un recogido. Además aparece tocado con una cinta lisa que trenza una guirnalda vegetal con un tallo de sección circular del que surgen hojas y pequeños racimos de uvas. Su rostro aparece con los ojos vaciados, pero en su momento pudieron estar llenos de pasta vítrea y llevar pestañas, de él destacan la fina nariz, la boca pequeña y los pómulos que ayudan a marcar, suavemente, el óvalo facial.
Al Efebo le acompañan un fragmento de cabeza en bronce de Dionisos; una cabeza de musa; un Mercurio; un Hércules; una Minerva, dos Dionisos niño II y un fauno, todos ellos en mármol y datados entre los siglo I y II d C.
Se trata de "dioses o semidioses que eran hechos profanos y que eran aceptados por la sociedad romana como elementos decorativos", según la directora del Museo de Málaga, María Morente.
Suerte, oportunidad, la verdad es que fue un momento maravilloso, contemplando estas obras de arte, con el Efebo, como pieza y mirada principal.
DMC
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