EL PAPA EN ESPAÑA: SANTIAGO DE COMPOSTELA

Con emoción he seguido la llegada del Papa Benedicto XVI a España, a Galicia, A Santiago, como peregrino.

Las noticas, a primera hora, eran inquietantes, pues la niebla eran intensa e incluso de dijo, que podría ser desviado el avión papal a La Coruña. La Seguridad antes que nada.

Pero tres minutos antes de lo previsto 10,27 horas, aterrizaba, bajo una densa niebla, el avión de Alitalia, recibido a los pies de la escalerilla por los Príncipes de Asturias, que lo acompañaban hasta el pabellón levantado para los actos del recibimiento. Una Compañía del ejército, con bandera y banda, en posición de firmes, rendían honores. En el pabellón saludaron a las autoridades eclesiásticas, autonómicas y del Gobierno, el Presidente del Gobierno, sin duda  temeroso de los últimos  abucheos, aprovechaba esta visita para desplazarse a Afganistán (no tendrá días el año) y lo representaba el Vicepresidente.

Don Felipe le dio la bienvenida en nombre de los Reyes, del pueblo y de las instituciones, agradeciendo su venida a España,  a Santiago, como peregrino en este Año Santo y a Barcelona a consagrar la Sagrada Familia, de Gaudí.

El Papa Benedicto agradeció las palabras de bienvenida e insistió en el carácter  pectoral de su  visita, recordando a su predecesor Juan Pablo II, cuando desde esta atalaya, recordó los antecedentes cristianos de Europa, y pidió a los jóvenes que no tuvieran miedo.

En “Papa móvil” viajó hasta la Catedral de Santiago, que recorrió, rezó y se recogió en la capilla del sagrario, admiró la obra del Maestro Mateo, entro de nuevo por la Puerta Santa, oro en la cripta ante el sarcófago de los restos del Apóstol, abrazo al santo y después de unas oraciones y una salutación del  Sr. Arzobispo, contestado por el Papa, echó incienso en el botafumeiro,  terminando el acto con al Bendición., retirándose para almorzar en el Palacio Episcopal, anexo a la Catedral.

DMC

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