LAS MOTOS DESTROZAN LA DEHESA DE BAÑOS DE LA ENCINA
Uno pasea por los pinos, busca níscalos, o disfruta con el paisaje, hace algo de ejercicio y se gratifica, no solo los pulmones, sino el espíritu.
La tarde esta lluviosa y algunas nieblas, misteriosas sobre las colas de Migaldias.
Pero lo que de verdad da pena, es ver como el monte se deteriora por culpa de las motos, que van haciendo veredas, que se convierten en desgarros de nuestro monte, donde se pierde la tierra fecunda.
¿No es posible evitarlo? He visto por otras partes algunas señales de prohibición, Bailén lo resolvió. ¿Qué es lo que nos pasa a los de Baños? ¿Son los motoristas de la localidad o vienen de fuera? He oído que pueden venir de fuera y que algún guarda había autorizado a un club de La Carolina.
Si no se pone remedio, nuestros montes se irán descarnando, y lo que ahora es una pequeña herida, una brecha, terminaran por ser una barranquera.
Y el paisaje es una maravilla, un descanso para el cuerpo y el alma, un relajo, una escuela de plantas y árboles, un a alegría al recolectar con todo cuidado los níscalos y las setas conocidas.
¡Cuidemos nuestra dehesa del Santo Cristo! Ha costado tanto conservarla en la desamortización y recuperarla, se había dado en garantía de un préstamo a una familia local, a principios del siglo XX, potenciarla y ponerla en valor económico, pulmón para el pueblo y zona de paseo y expansión para todos.
¡Disfrutemos de ella!
DMC.
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