SAN JUAN BAUTISTA, DÍA DE MI PADRE

Recuerdo de  pequeño, que con San Juan  empezaba el verano, las vacaciones, habíamos vuelto de Sevilla, en tren hasta la estación Linares-Baeza, y allí nos recogía Matias con el taxi, pero sobre todo era el santo de mi padre, y se le daba toda la solemnidad, dentro de la intimidad y sencillez.

Recuerdo los días anteriores,  la cocina a tope, preparando cosas para atender a los que irían a felicitarlo. Al medio día acudían  los hombres (vino manchego y carne en adobo), y por la tarde las señoras a merendar (café y dulces). En algunas ocasiones, por la noche, cena en el patio con familiares y amigos que venían de Jaén.

Era un día tan intenso que terminábamos dormidos en el portal, en el suelo fresquito, porque no queríamos acostarnos y seguir en el jaleo.

Dibujo de mi padre

En una época hubo verbena en la plaza, con la rondalla, bajo el balcón el equipo de altavoces y micrófonos paras  que se escuchara en toda la plaza. con  baile agarrado claro, ponche con trozos de melocotón.y grandes trozos del hielo de la fabrica de Chapa.

Dibujo de mi mujer

Mis recuerdos no se van y sobre todo la figura, la mirada y el cariño de mi padre. A él no lo puedo olvidar.

DMC