Quizá sea reiterativo, pero es
el camino de casa de mi madre, en Fugitivos a la mía en la Cuesta de los Herradores.
Donde he vivido de pequeño. La plaza con los
juegos, terriza, juagábamos a las bolas y el hoyo se hacia muy bien. Luego ya
arreglada y ajardinada. Las bicicletas y otros juegos. Las siestas
insoportables, cálidas y aperreadas.
Los vecinos. Ramón y Lucia, con el horno, los
haces de monte, el olor del pan recién sacado
del horno.
La sastrería mas debajo de Juan Canales y el
jaleillo, las canciones mientras cosían en aquellas sillas bajitas, llenas de
alfileres y agujas por debajo.
Los Valle, los Tendero, el bar de Chapa y mas
abajo, pasado el Ayuntamiento, el de Segundo. Los alguaciles.
Las Viudas, Don Juan en la botica.
El Horno del Serio y mis tíos. Los visitaba a
diario, siempre había gente.
Los Columpios, el Perrillero, las Maria Manuelas.
Mis tíos los Jiménez, los Roselló, Paquito y
la tienda.
Ya en mi calle teléfonos.
Cuando vuelvo por la noche mis pensamientos
vuelan, y se acrecientan mis recuerdos, en el silencio de la noche, ante esta
quietud y ante tanta belleza.
DMC
1 comentario:
Jamal ha dejado un nuevo comentario en su entrada "EL RETOÑO DE LA ENCINA GRANDE DE LA VIRGEN":
Precioso el retoño, Diego,pero esta encina, ¿es o no? la que da las bellotas con ese relieve tan peculiar, yo tenia varias, pero las fui regalando. aunque siempre me dijeron que esa no era la encina, pero tampoco me enseñaron la otra, así que siempre me quedo la duda.
Saludos y gracias por compartir recuerdos
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