Recuerdo los veranos en Baños con gran cariño.
Vacaciones, pueblo y dejábamos Sevilla. Tes meses de descanso y "ganduleo". Pero tenia mi afición por la lectura y devoraba libros en las siestas interminables, tumbado en el portal de la casa, buscando el fresco.
Obligado a ir a casa de Pedro Ortega a por el sombrero de paja y las sandalias de goma, que te hacían unas marcas en los pies bastante feas.
Juan "el sastre" hacia los pantalones, bastante subidos de cintura, Aguedica, las pescadoras y bañadores.
Las mañanas a las colas, bajando por los Turumbetes, a los cabeceros, que conocíamos bien.
Las pizarras abrasaban , ademas los cardillos pinchaban a rabiar, las jaras te pringaban y se oían a lo lejos las chicharras.Cruzábamos la cola con la ropa o al menos las sandalias.
Uno de los sitios mas visitados era la Fuente Cayetana, bajar al grifo.
También íbamos con la caña de pescar, y siempre caía algún barbo. A veces los galápagos, que costaba mucho quitarle el anzuelo, para devolverlos a la cola.
Algunas mujeres estaban lavando la ropa.
A las dos, corriendo subíamos, con una solajera, soportable solo por la edad. Algunas madres llamaban y subías sediento.
Las tardes a la huerta, donde se hacia una "pipirrana" y ya se cenaba y subíamos pasadas las deiz de la noche, rotos. Nos quedábamos dormidos al fresco del suelo y a trompicones nos subían al piso de arriba, un horno, a la cama.
Así todos los días. A veces íbamos a Las Colmenillas, por el Pilarejo y los domingos al Tamujoso, claro andando y siempre con alguna sandia, que se refrescaba en el agua.
La Doctrina Cristiana, con Don Manuel Alvarez Tenedero , a las cuatro, y siempre volvías, al menos con una bolica de anís
Alguna tarde a la era, Ya os contare.
Este era nuestro veraneo. Alguna noche al cine de Columpios. No había televisión, ni maquinicas, ni moviles, ni internet y crecimos.
DMC
Vacaciones, pueblo y dejábamos Sevilla. Tes meses de descanso y "ganduleo". Pero tenia mi afición por la lectura y devoraba libros en las siestas interminables, tumbado en el portal de la casa, buscando el fresco.
Obligado a ir a casa de Pedro Ortega a por el sombrero de paja y las sandalias de goma, que te hacían unas marcas en los pies bastante feas.
Juan "el sastre" hacia los pantalones, bastante subidos de cintura, Aguedica, las pescadoras y bañadores.
Las mañanas a las colas, bajando por los Turumbetes, a los cabeceros, que conocíamos bien.
Las pizarras abrasaban , ademas los cardillos pinchaban a rabiar, las jaras te pringaban y se oían a lo lejos las chicharras.Cruzábamos la cola con la ropa o al menos las sandalias.
Uno de los sitios mas visitados era la Fuente Cayetana, bajar al grifo.
También íbamos con la caña de pescar, y siempre caía algún barbo. A veces los galápagos, que costaba mucho quitarle el anzuelo, para devolverlos a la cola.
Algunas mujeres estaban lavando la ropa.
A las dos, corriendo subíamos, con una solajera, soportable solo por la edad. Algunas madres llamaban y subías sediento.
Así todos los días. A veces íbamos a Las Colmenillas, por el Pilarejo y los domingos al Tamujoso, claro andando y siempre con alguna sandia, que se refrescaba en el agua.
La Doctrina Cristiana, con Don Manuel Alvarez Tenedero , a las cuatro, y siempre volvías, al menos con una bolica de anís
Alguna tarde a la era, Ya os contare.
Este era nuestro veraneo. Alguna noche al cine de Columpios. No había televisión, ni maquinicas, ni moviles, ni internet y crecimos.
DMC
No hay comentarios:
Publicar un comentario