¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
habiéndome herido;
salí tras ti clamando y eras ido.
Pastores, los que fueres
allá por las majadas al otero,
si por ventura vieres
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero.
Buscando mis amoresiré por esos montes y riberas;no cogeré las flores,ni temeré a las fieras,y pasaré los fuertes y fronteras.
(San Juan de la Cruz, uno de mis poetas preferidos)
1 comentario:
Precioso
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