El pasado 8 de marzo, siempre lo dice que es el día de la mujer trabajadora, celebramos el cumpleaños de mi madre, Doña Concha.
Desde por la mañana bullía la casa. Nos juntamos los cinco hermanos, mi cuñada Pilar con su hijo y también el mayor de mi hermana, los que pudieron venir.
Regalos, macetas de flores colonia, pañitos, bombones cestos de fruta, tartas y sobre todo mucho cariño recibió por su cumpleaños.
Don Juan Luis nuestros párroco tuvo el mejor regalo: Celebrar la Santa Misa en casa, en acción de gracias por tantos años y en recuerdo de mi padre y mi hermano Luis.
Las lecturas a cargo de mis hermanos y Don Juan en sus palabras ademas de felicitarla por estos años, dijo que era un ejemplo de vida cristiana y como el siempre se sobrecogía cuando al llevarle la Sagrada Comunión, cuando casi entre lagrimas le decía: "Como el Señor viene a mi casa".
Terminada la Misa a la que asistieron todas las que cuidan de mi madre, Resu, Mari y Fina, que como Maria se quedo en la cocina, a demas de las monjas, que la cuidan espiritualmente las hermanas Pilar y Juana y con la felicitación de todos y un fuerte aplauso, tomamos unos riquísimos aperitivos, que habían preparado.
Canapés variados, tortilla de patatas, cómodo y sencillo.
Una paella espectacular encargada en La Encina
Tarta que llevaron Mari y Juan, con sus velas que soplo y apludio tan contenta y feliz y una copita de cava.
Mi madre al despedir y agradecer a los que la habiamos acompañado dijo e manera natural "HASTA EL AÑO QUE VIENE". Que Dios la guarde y la conserve.
DMC
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