Las siestas en Baños eran mortales y tirados en el portal leiamos antes de poder bajar a la huerta.
Todas las semanas esperábamos El Gurrero del antifaz, el Jabato, Roberti Alcázar y Pedrin, los cuentos que en sesiones semanales se iban publicando, al precio astronómico para mi de 1 peseta y 15 céntimos, que uno sacaba de la madre, porque mi paga de 30 céntimos no daba para nada, quizás un martillico de Cecilia u una medida de piñones:
La lectura y la radio eran mi entretenimiento . En radio Linares "los martes zarzuela", me llevaron ya con más edad a la ópera de la que soy un foro y entusiasta con más de 300 DVD en mi fonoteca, teniendo la dicha de Havre visto y oído a las mejores orquestas sinfónicas del mundo, mejores directores y mejores cantantes, con un recuerdo especial de Alfredo Kraus, que le oí varias operas y lo conocí en Lanzarote y en un viaje en barco a Cádiz tome con el alguna cola en cuebieta.
Ahora con la lectura electrónica, ahorras espacio y peso y tengo la costumbre de leer varios libros a la vez.
Dmc