CORONACION CANONICA DE MARIA AUXILIADORA
Compatrona y Alcaldesa Honoraria perpetua de la Villa de Arafo (Tenerife)

El pasado día 24, día de María Auxiliadora, comentaba que se acercaba esta gran efemérides, para la Familia Salesiana, para Canarias, para Tenerife y de manera muy especial para la Villa de Arafo.
En la Plaza de San Juan Degollado, junto a la Iglesia Parroquial del mismo nombre, en en un altar sencillo, pero muy entrañable, se ha celebrado la Coronación Canónica de la Imagen de María Auxiliadora, promovida por el Párroco. Sr. Don Vicente Jorge Dorta y realizada por el Sr. Obispo de la Diócesis D. Bernardo Alvarez Afonso, al cumplirse el primer centenario de su entronización en el templo parroquial, siendo la primera Imagen con que se iniciaba en las Islas el Culto a la Santísima Virgen bajo esta Advocación.

Según nos cuenta el programa de la Coronación, en los primeros años del siglo XX, una expedición de misioneros salesianos procedentes de Italia, al frente de la que iba el Padre Juan Cagliero, y que se dirigía a América, tuvo que hacer escala en Tenerife, llevando, como cosa natural, una imagen de María Auxiliadora. El barco, por razones que se desconocen, permaneció un mes en la Isla y los sacerdotes salesianos aprovecharon para recorrer parte de la isla propagando la devoción a María, Auxilio de los Cristianos, como había enseñado Don Bosco, fallecido en 1888, diez o doce años antes de este suceso.

Entre los lugares visitados y donde arraigó la predicación y el entusiasmo por la Virgen Auxiliadora, estaba la Villa de Arafo, que ya en 1902, solicitaron a Turín una reproducción del Cuadro de la Virgen, que ocupa el Retablo Mayor de la Basílica. Cuadro de María Auxiliadora, que pintó el artista Tomás Lorenzone a petición de San Juan Bosco para la Basílica.
En el centro está la Virgen María y en sus brazos el niño Jesús con los brazos abiertos . Alrededor de la Madre de Dios están los doce apóstoles y los evangelistas. Algunos apóstoles tienen en su mano el instrumento con que los martirizaron o algún símbolo que los identifique. Al centro de pie está San Pedro (apóstol) con las llaves del paraíso y San Pablo con la espada, rodeándolos los cuatro evangelistas, San Juan (apóstol) con la copa de veneno y el águila, San Marcos sentado sobre un león, San Lucas sentado sobre un buey y San Mateo (apóstol) con el ángel; al lado derecho de la Virgen los apóstoles Santo Tomás con la lanza, San Bartolomé con el puñal, San Matías (que reemplazó a Judas Iscariote) y San Simón; y al lado izquierdo los demás apóstoles, San Santiago el Mayor, San Felipe, San Andrés con la cruz en forma de X, San Judas Tadeo con el hacha y San Santiago el Menor. Sobre la cabeza de la Virgen, en un mar de luz está la paloma que simboliza al Espíritu Santo, y el Ojo que significa el Padre Celestial. Un coro de ángeles rodean a Nuestra Señora y en el fondo inferior se alcanza a ver el retrato del templo de Turín y la montaña de Superga, a cuyo templo mariano iba tantas veces en peregrinación Don Bosco. Este cuadro tiene siete metros de alto y se ubica en el altar mayor de la Basílica de María Auxiliadora en Turín- Italia. Llama la atención el gran manto que cubre a la Virgen, el cual fue pintado así por deseo expreso de Don Bosco: "Para que muchas almas puedan sujetarse de él y sean salvadas".

Ya en 1906, un grupo de araferos, con el Sr. Alcalde a la cabeza, iniciaron una suscripción popular y reunida la cantidad necesaria encargaron a los talleres “Sarriá” de Barcelona la Imagen que se venera desde entonces en la Parroquia de San Juan Degollado y sería el 27 de agosto de 1907, cuando llegaría la imagen de María Auxiliadora, celebrandose ahora el Centenario.

Otra fecha para la historia de la Villa, el de mayo de 2007, que se celebró la Coronación Canónica de la Virgen, rodeada de todo el pueblo y acompañada de miles de devotos y de miembros de la Familia Salesiana llegados desde todo el archipiélago, de la Península y de Italia, como D. Filiberto Rodriguez, Consejero General de la Congregación Salesiana, en representación del Rector Mayor.

Mientras que se organizaba la procesión y se incorporaban las Bandas al cortejo se entonó el “Salve Madre”,
SALVE, MADRE.
Salve, Madre,
en la tierra de tus amores,
te saludan los cantos que alza el amor.
Reina de nuestras almas,
Flor de las flores,
muestra aquí de tus glorias los resplandores,
que en el cielo tan sólo te aman mejor.
Virgen Santa, Virgen Pura,
Vida, Esperanza y Dulzura
del alma que en Ti confía,
Madre de Dios, Madre mía. Mientras mi vida alentare,
todo mi amor para Ti,
mas si mi amor te olvidare,
Madre mía, Madre mía, aunque mi amor te olvidare,
Tú no te olvides de mí.
Compatrona y Alcaldesa Honoraria perpetua de la Villa de Arafo (Tenerife)
El pasado día 24, día de María Auxiliadora, comentaba que se acercaba esta gran efemérides, para la Familia Salesiana, para Canarias, para Tenerife y de manera muy especial para la Villa de Arafo.
En la Plaza de San Juan Degollado, junto a la Iglesia Parroquial del mismo nombre, en en un altar sencillo, pero muy entrañable, se ha celebrado la Coronación Canónica de la Imagen de María Auxiliadora, promovida por el Párroco. Sr. Don Vicente Jorge Dorta y realizada por el Sr. Obispo de la Diócesis D. Bernardo Alvarez Afonso, al cumplirse el primer centenario de su entronización en el templo parroquial, siendo la primera Imagen con que se iniciaba en las Islas el Culto a la Santísima Virgen bajo esta Advocación.
Según nos cuenta el programa de la Coronación, en los primeros años del siglo XX, una expedición de misioneros salesianos procedentes de Italia, al frente de la que iba el Padre Juan Cagliero, y que se dirigía a América, tuvo que hacer escala en Tenerife, llevando, como cosa natural, una imagen de María Auxiliadora. El barco, por razones que se desconocen, permaneció un mes en la Isla y los sacerdotes salesianos aprovecharon para recorrer parte de la isla propagando la devoción a María, Auxilio de los Cristianos, como había enseñado Don Bosco, fallecido en 1888, diez o doce años antes de este suceso.

Entre los lugares visitados y donde arraigó la predicación y el entusiasmo por la Virgen Auxiliadora, estaba la Villa de Arafo, que ya en 1902, solicitaron a Turín una reproducción del Cuadro de la Virgen, que ocupa el Retablo Mayor de la Basílica. Cuadro de María Auxiliadora, que pintó el artista Tomás Lorenzone a petición de San Juan Bosco para la Basílica.
En el centro está la Virgen María y en sus brazos el niño Jesús con los brazos abiertos . Alrededor de la Madre de Dios están los doce apóstoles y los evangelistas. Algunos apóstoles tienen en su mano el instrumento con que los martirizaron o algún símbolo que los identifique. Al centro de pie está San Pedro (apóstol) con las llaves del paraíso y San Pablo con la espada, rodeándolos los cuatro evangelistas, San Juan (apóstol) con la copa de veneno y el águila, San Marcos sentado sobre un león, San Lucas sentado sobre un buey y San Mateo (apóstol) con el ángel; al lado derecho de la Virgen los apóstoles Santo Tomás con la lanza, San Bartolomé con el puñal, San Matías (que reemplazó a Judas Iscariote) y San Simón; y al lado izquierdo los demás apóstoles, San Santiago el Mayor, San Felipe, San Andrés con la cruz en forma de X, San Judas Tadeo con el hacha y San Santiago el Menor. Sobre la cabeza de la Virgen, en un mar de luz está la paloma que simboliza al Espíritu Santo, y el Ojo que significa el Padre Celestial. Un coro de ángeles rodean a Nuestra Señora y en el fondo inferior se alcanza a ver el retrato del templo de Turín y la montaña de Superga, a cuyo templo mariano iba tantas veces en peregrinación Don Bosco. Este cuadro tiene siete metros de alto y se ubica en el altar mayor de la Basílica de María Auxiliadora en Turín- Italia. Llama la atención el gran manto que cubre a la Virgen, el cual fue pintado así por deseo expreso de Don Bosco: "Para que muchas almas puedan sujetarse de él y sean salvadas".
Ya en 1906, un grupo de araferos, con el Sr. Alcalde a la cabeza, iniciaron una suscripción popular y reunida la cantidad necesaria encargaron a los talleres “Sarriá” de Barcelona la Imagen que se venera desde entonces en la Parroquia de San Juan Degollado y sería el 27 de agosto de 1907, cuando llegaría la imagen de María Auxiliadora, celebrandose ahora el Centenario.
Otra fecha para la historia de la Villa, el de mayo de 2007, que se celebró la Coronación Canónica de la Virgen, rodeada de todo el pueblo y acompañada de miles de devotos y de miembros de la Familia Salesiana llegados desde todo el archipiélago, de la Península y de Italia, como D. Filiberto Rodriguez, Consejero General de la Congregación Salesiana, en representación del Rector Mayor.
Mientras que se organizaba la procesión y se incorporaban las Bandas al cortejo se entonó el “Salve Madre”,
SALVE, MADRE.
Salve, Madre,
en la tierra de tus amores,
te saludan los cantos que alza el amor.
Reina de nuestras almas,
Flor de las flores,
muestra aquí de tus glorias los resplandores,
que en el cielo tan sólo te aman mejor.
Virgen Santa, Virgen Pura,
Vida, Esperanza y Dulzura
del alma que en Ti confía,
Madre de Dios, Madre mía. Mientras mi vida alentare,
todo mi amor para Ti,
mas si mi amor te olvidare,
Madre mía, Madre mía, aunque mi amor te olvidare,
Tú no te olvides de mí.
Por la tarde, en la plaza, actuaron unas agrupaciones folclóricas, en honor de la Virgen nos deleitaron a todos los presentes .
DMC.






La ermita de Santa María de Zarzón es del siglo XVII, levantada bajo un basamento granítico exento, de planta rectangular con arcos de medio punto. Tiene adosada en su parte meridional una casa de ermitaño. Situada en el paraje de Santa María, allí se venera a la Virgen de la Encina, patrona de la localidad. La de Baños de mayor porte a poco mas de cuatro kilómetros de la Villa, en la carretera, que sigue mas o menos la calzada romana de Iliturgi a Toledo, se edificó en varias etapas, sobre otro mas pequeño de finales del XIII y principios del XIV, como revelan ciertas pieza halladas en las inmediaciones, como columnas y fustes y algún capitel muy tosco, del santuario primitivo, quedando la definitiva ampliación en el XVIII 
















"La imagen de Nuestra Señora de la Encina la trajo Santo Toribio, Obispo de Astorga, de Jerusalén, aproximadamente por el año 450, la dejó en Astorga donde estuvo más de 400 años, hasta que en tiempo de San Genadio, también Obispo de Astorga, en una entrada que hicieron los moros, la sacó de allí con una arqueta de reliquias, y la trajo a Ponferrada.
Entre el encinar y el río, al lado del camino, comenzaron la tarea: Grandes muros con piedras de tamaños increíbles, diversas estancias, extrañas ventanas, la torre erguida y soberbia torre del homenaje...
No se sabe exactamente el lugar de la anterior iglesia, se han dado diferentes opiniones. Lo cierto es que la actual no se encuentra en el mismo sitio que la precedente, al menos el presbiterio y el crucero, pues, en algún tiempo coexistieron las dos, como se deduce de la autorización del 12 de marzo de 1.571, que concedió el Obispo de Astorga, D. Diego Sarmiento de Sotomayor, al Abad de Carracedo para que, si lo creía oportuno procediese a la bendición de la iglesia nueva de Nuestra Señora de la Plaza (la Virgen de la Encina). Procedió a la bendición el 24 de marzo del mismo año. También le da permiso para "derrocar" la iglesia vieja, para que con sus materiales "con más comodidad y presteza se acabe la dicha iglesia nueva".