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31 enero 2009

ORFEBRERIA EN BAÑOS DE LA ENCINA
EL INCENSARIO

Los incensarios son recipientes de metal, para quemar incienso, que se utilizan en determinadas ceremonias religiosas. Son conocidos ya en en antiguo Egipcio y en Judea . Se adoptaron por la Iglesia Católica desde los primeros siglos, como consta en documentos y se ven en representaciones, en frescos y en miniaturas de la Alta Edad Media, aunque no se conservan ejemplares anteriores al siglo XII.
Los primeros incensarios debieron tener la forma de copa, para ir sobre una mesa, como los persas, o de urna con tapa perforada y ya a partir del siglo X tomaron forma de globo y debieron de manejarse con tres o cuatro cadenillas, que servían, además para subir la tapa para encender el carbón y poner los granos de incienso. Como incensario de grandes dimensiones es obligado citar el Botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela, que mide metro y medio de altura, aunque su función era mas higiénica, para mitigar los olores pesados de los peregrinos, que de culto.

“El incensario de Baños, -narra mi padre- de plata al natural, va artísticamente calado y trabajado y lleva la marca CAS, por lo que parece de Juan de CASTRO Y GARCIA, nacido en Córdoba en 1751 y aprobado como orfebre, en 1779”.


LA NAVETA PARA INCIENSO



Obligado complemento del incensario, es la “acerra” o naveta, caja para guardar el incienso. Normalmente tiene forma de nave de ahí su nombre, desde el siglo XII.

“La naveta de la Iglesia Parroquial de San Mateo de Baños, tiene la forma clásica de “nave”, muy abombada y adornada con guirnaldas, trabajadas en plata fina, así como la cucharilla, para el incienso.
Lleva además medallones neoclásicos y punzones de CASTRO y VEGA/6 y es de Juan de CASTRO (año 1806), y Diego de VEGA TORRES, el primero hijo del Gran Damián de Castro aunque no alcanzara la talla de su padre.”
DMC

[Juan Muñoz-Cobo. “La Orfebrería Religiosa en la Iglesia Parroquial de S. Mateo de Baños de la Encina” Boletín del Instituto de Estudios Giennenses. Jaén Enero-Junio de 1990.]

30 enero 2009

ORFEBRERIA DE BAÑOS DE LA ENCINA
PORTAPAZ DE PLATA

María Jesús Sanz Serrano, en su artículo de Internet “Aspectos tipológicos e Iconográficos del portapaz renacentista”, dice que hoy en día es una pieza casi desconocida, para los no especialistas con la Historia del Arte, porque ha caído en desuso y se encuentra en colecciones de iglesias o en vitrinas de museos.
Yo recuerdo sobre todo en la época del párroco D. Manuel Álvarez Tendero, la mas brillante, que yo he conocido en Baños, en cuanto a esplendor litúrgico, cómo uno de los acólitos revestido de dalmática, a juego con el color de la fiesta del día, y el paño de hombros, bajaba del presbiterio e iba dando a besar el portapaz.
El portapaz es una pieza pequeña, y parece que derivaron de los antiguos relicarios, el de Baños, que es de plata, tiene forma de templete o retablillo, con un asa detrás, para que fuera mas fácil ofrecerlo a los fieles, “con marcas F/MARTOS y J/HERE y el león cordobés; parece de Francisco de Palma MARTOS, activo a principios del siglo XIX, con punzones de HEREDIA y ROMÁN, discrepando de la opinión respetable de Valdovinos, que lo considera posterior.” En palabras de mi padre.
En general, señala Sanz Serrano, el portapaz español atraviesa los distintos periodos arquitectónicos, porque estuvo concebido desde sus inicios como una pequeña arquitectura que contenía un pequeño esquema devocional.
El Portapaz que se guarda en la Parroquia de San Mateo de Baños, es muy sencillo, pero armónico y de gran belleza. Sobre pequeño podio, la base con molduras que enmarcan rosetas a los lados, y en el centro tondo lobulado liso. Dos jambas con racimos de flores y pequeños adornos flambeados externos, guardan a la Cruz, objeto de veneración; para coronar dos pináculos torneados y cierre con cúpula superior acanalada.
Hoy en la Santa Misa, el sacerdote nos invita a darnos, o a hacer un gesto de paz.
DMC.

[Juan Muñoz-Cobo. “La Orfebrería Religiosa en la Iglesia Parroquial de S. Mateo de Baños de la Encina” Boletín del Instituto de Estudios Giennenses. Jaén Enero-Junio de 1990.]

26 enero 2009

BAÑOS DE LA ENCINA

Soy Baños de la Encina.
en el alma grabada, tengo mi historia viva.

Venas llevo de plata;
ricos metales fluyen en mis entrañas.

Yo tengo mi corona
en Sierra Morena.
Navamorqui y Mosquila
entre los dos la llevan.

También mi cetro
entre los olivares.
El olivo y la encina
son mis guardianes.

Mi cabeza se apoya
en los montes serranos
y el río Rumblar me baña
los pies descalzos.

Me miras desde lejos
Vereda de la Plata.
¡Los penitentes Mudos!
¡Salas de Galiarda!

De una encina, en lo más alto
está puesto mi Tesoro.
Dos castillos me lo guardan;
Dos castillos me lo guardan
porque en él tengo mis ojos.

Y allá en el Llano
otro Tesoro tengo
muy bien guardado.

Juan Muñoz-Cobo. Baños. 1970

25 enero 2009

Soneto

Es la mujer del hombre lo más bueno,
y locura decir que lo más malo,
su vida suele ser y su regalo,
su muerte suele ser y su veneno.

Cielo a los ojos cándido y sereno,
que muchas veces al infierno igualo,
por raro al mundo su valor señalo,
por falso al hombre su rigor condeno.

Ella nos da su sangre, ella nos cría,
no ha hecho el cielo cosa más ingrata;
es un ángel, y a veces una arpía.

Quiere, aborrece, trata bien, maltrata,
y es la mujer, al fin, como sangría,
que a veces da salud y a veces mata.

[Felix Lópe de Vega y Carpio]

24 enero 2009

CANCIONES

I.-

La tonta corneja

canta, canta, canta

metida en la almena.


¡Castillo de Baños,

perfume de sierra!


 Con luna de plata

se suben los muertos

a la plaza de armas.


Los oyen llorar

los que a las almenas

van a pasear.

II.-

Zarza, jara, adelfa

que crían los jardines

de Sierra Morena.


 Y Navalmorqui

sembrado de piedras

como yo te vi.

 III.-

 Por un pedregal

se quiebra un arroyo

rodar y rodar,

 

sin que nadie enturbie

su  agua de cristal,

 

que corre entre  adelfas

los claros jardines

de Sierra Morena.

 

Cantar y cantar

se oye entre las zarzas

un mirlo real.

 IV.-


 ¡Mi sierra de Baños,

tan llena de encinas,

jaras y mastranzos!

 

La tonta corneja

se va por las noches

del campo a la almena.

 

¡Dulce sierra mía,

guárdame en tu seno

cuando esté sin vida!

[Baños.Juan Muñoz-Cobo.]

 

23 enero 2009

PAULINA ALTOZANO MORALEDA. (1922-2005) MISSIONERA FRANCISCANA DE MARIA

Paulina Altozano Moraleda nació en Baños de la Encina el día 25 de mayo de 1922, en una familia de 9 hermanos, hija de Doña María Moraleda Altozanoy Don Inocente Altozano Ruiz, en la casa paterna del principio de la actual calle Trinidad, en el entorno familiar la llamaban Puly.
Su juventud trascurre entre Baños, La Carolina, su madre era de allá y Madrid, donde le coge el inicio de la Guerra Civil. En Madrid, un sacerdote Redentorista la encamina a la Orden de Franciscanas Misioneras de María, que fundara Hélène de Chappotin de Neiville, en el años 1877, María de la Pasión, su nombre religioso, nació en 1839 en Nantes (Francia) y falleció en 1904 en Roma, donde esta enterrada en la Casa General de Vía Giusti. En Madrid frecuenta el Hospital de San Francisco de Asís que regentan las Franciscanas Misiones de María en la Capital.
Regresa a Baños y trata con todas las niñas del pueblo y lleva una vida muy alegre y habla con sus padres del deseo de irse al convento y entrar en esta Orden.

Y en 1946 marcha a Pamplona (seis meses de postulante y dos de noviciado), a la Casa que llaman “Las Blancas”; en 1948 la destinan, como su primera misión, a La India y después de una breve estancia en Roma sale con otras monjas para su destino.

Me contó en una ocasión su accidentado viaje, en un barco mercante, con escasas condiciones para vivir. Una mañana fueran a recoger la ropa que habían tendido en la cubierta, pero no estaba, se la habían robado. Pasaron la travesía mareadas, pues el tiempo fue malísimo

Pero si accidentado fue el viaje que duró 17 dias no menos difíciles fueron los primeros días en La India. El calor, la humedad, la adaptación al agua y las comidas y unas fuertes diarreas que la Hermana Paulina creyó, en sus palabras, que esos serían sus últimos dias, con la tristeza de verse tan lejos de la patria, de Baños, su pueblo y sobre todo de, sus padres y hermanos.

Pero pasado unos días fueron mejorando y poco a poco se fueron adaptando y Paulina se integró de tal manera, que además del inglés, que lo hablaba con toda fluidez y el italiano, como idioma oficial de la Orden, aprendió diversos dialectos y como mejor se sentía era vistiendo el sari (traje nacional indio). No contaba muchas cosas, pues no se daba importancia (ella sabría las penalidades que pasó y lo que vio), era muy prudente, pero si me hablaba de como salían por la mañana con un carro a recoger los cadáveres, que enterraban o como en una gran salón que tenía el convento, a la caída de la tarde iban llegando hombres y mujeres hindúes desheredados a pasar la noche; por todo equipaje llevaban una esterilla que le servia de cama. Por la mañana después de un aseo muy superficial, y de tomar algo que le daban en el convento, eran mas de 300 diarios, regresaban a vivir, diría a mal vivir a la calle.

En 1966 muere en Baños su hermana Encinita, no puede llegar al entierro, pero unos días después y viene a España para estar con sus padres.
En 1972 muere su madre Doña María, y no puede volver a España hasta el año siguiente, coincidiendo con los días de mi boda, que fue el 28 de junio de 1973 en Toledo, a la que asiste y es el momento de conocer a cuñados y sobrinos nuevos y pasado el verano regresa a la India. María Pilar y yo fuimos, entre otros muchos a despedirla a Barajas y recuerdo como iba cargada con el equipaje de mano, después de haber pagado, la familia, bastante de exceso de equipaje. Todo en la India es necesario (había pedido material de quirófano) y no quería dejar nada de lo que familiares y amigos le habían regalado. Después de tantos años parecía un extranjera.

Está en India otros cinco años y ya en los años 1978-79 regresa a Europa, a Roma donde está en la Casa General para adaptarse de nuevo a la vida europea, y regresa a Navarra.
Ese verano en Baños, me entero que se tenía que marchar a “Las Blancas” de Pamplona y yo de broma me ofrezco a llevarla desde Baños y ella me dijo, “yo os doy alojamiento”, y así fue como desde Baños, haciendo noche en Madrid, nos fuimos para el norte, en un coche Renault 14 que yo tenía. Comimos en Burgos, después de ver detenidamente su catedral magnifica y llegamos a la hora de cenar. El Convento es muy grande, tenía granja de cría de cerdos y vacas lecheras y terreno de cultivo y frutales. Delante del convento, una casita que era para los hortelanos la habían arreglado para las familias de las monjas y allí estuvimos María Pilar y yo, y haciendo las comidas en el convento.

Puly nos acompañó a Javier y alrededores. Luego nos enteramos que para estar lista desde las 9 que salíamos de excursión, se quedaba por las noches cuidando a las monjas mas ancianas y enfermas. A media mañana íbamos a la vaquería, que es cuando las monjas que la atendían paraban para desayunar, huevos fritos con chorizo. Por la noche, recuerdo, nos quedábamos de tertulia, hasta una hora prudencial y sacaban el Pacharán, del cuarto de la Superiora,
Unos días edificantes, tratados con una sencillez y un cariño, difícil de olvidar. Una noche Pilar y yo nos fuimos a cenar a Pamplona (el convento estaba a las afueras), regresamos en un taxi y al llegar estaban asomadas a las ventas esperando nuestro regreso, hasta que entramos en la casa. Eran años muy conflictivos con la ETA,

Regresa a Madrid y a petición del Sr. Arzobispo, va con otras 3 hermanas a un pueblecillo de la provincia, donde improvisan una casa para su estancia y están un tiempo hasta que la misión encargada por el Sr. Arzobispo esta cumplido, En la comunidad hay cuatro monjas.
,
De nuevo en Roma a la Casa General en Vía Giusti, donde está enterrada la fundadora y reside la madre General y todo su equipo: y allí nos vamos una semana, en febrero, de 1999 aprovechando que son carnavales en Tenerife. El convento ocupa toda una manzana, y hay cuatro comunidades, que hacen vida independiente, y para las familias tienen una hospedería y pensión completa; no cobran nada y cada cual, si quiere y puede, da una limosna. Comíamos con las monjas y a la misma hora (solo para el desayuno había un comedorcito para las familias, pues se levantaban muy temprano). Nos hicieron un recibimiento cariñosísimo a la hora de la cena y tuvimos que agradecerles su acogida, entregando un obsequio que llevábamos a la Superiora; pasaron todas las españolas e hispanas a saludarnos, a darnos planos de Roma, y buenos consejos.
Nos acompañó a la audiencia general de los miércoles del Papa en el Vaticano, nos consiguió las invitaciones, en la famosa Aula de Pablo VI, con la asistencia de más de 12,000 personas. Terminada la audiencia, entramos en la Basílica de San Pedro y allí nos encontramos y saludamos a Paloma Gómez Borrero, corresponsal de la Emisora de la Iglesia en Roma y al también periodista de deportes José María García.

Pateamos físicamente la ciudad, recorrimos las Basílicas Menores con ella (a San Pablo Extramuros fuimos por nuestra cuenta), los Foros y visitamos el puerto de Ostia, con todas sus ruinas. La visita a los Museos Vaticanos, le pedimos que no nos acompañara Una noche salimos a cenar los cuatro (también iba nuestra hija Beatriz) a una tratoria en la Plaza Nabona

Dos días estuvimos en otra Casa General en Grottaferrata, es una ciudad de 20.000 habitantes, en la provincia de Roma, en la zona de las colinas Albanas, que forma parte de los Castelli Romani. La localidad es conocida por su “Abbazia di Santa María”, fundada en 1004 por San Nilo da Rossano. En una de sus capillas se pueden ver frescos de Domenichino.

Hicimos una excursión en coche , por Rocca di Papa que había nevado, el lago Albano y Castel Gandolfo, en la región del Lacio, que dista 18 kilómetros de Roma donde está la residencia de descanso del Papa. El Convento es inmenso, la iglesia es como una catedral y la Comunidad usa una capilla, ya que hace mucho frío y es muy costoso el calentarla. La finca tiene más de dos mil olivos y miles de vides y cientos de árboles frutales. En otros tiempos tuvieron fábrica de aceite, bodega, animales de carga, tractores, hurta y siembras. Hoy no llevan las monjas la finca directamente, pero si hacen un aceite magnifico y vino que distribuyen en sus casas, así como las frutas y verduras, que congelan. En las casas que he estado, siempre ponen vino en la mesa. La comida era muy buena y abundante, pero muy sencilla, sopa, pasta, pescado y carne a veces, siempre en las mesas hay una buena colección de ricos quesos y una cesta de fruta. Regresamos edificados, con sensaciones y recuerdos, difíciles de explicar, pero reconfortados y desde luego fortalecidos en nuestra fe.

Estuvo en Santa Cruz de Tenerife, en nuestra casa una semana, la invitamos y le enviamos el pasaje; dias muy intensos y de permanentes recuerdos. En Baños pasó por nuestra casa y en el Libro que tenemos en la Bodega, para nuestros “ilustres” visitantes, nos escribió:

“Un encuentro inolvidable en una casa acogedora donde se respira paz, y cariño. El Señor os bendiga a los tres y os conserve en la alegría de una familia unida".
                                  [Paulina f.m.m. 9.4.2004]

Al cumplir las Bodas de Oro, como monja, le enviamos un centro de flores con los colores vaticanos, que supimos le hizo mucha ilusión y tuvo una audiencia especial , con el Papa Juan Pablo II, asistiendo a la Santa Misa, que celebra todos los días a las siete de la mañana en su capilla privada.Paulina, nos dejó y se fue a la Casa del Padre, como anunciaron la muerte de Juan Pablo II, el día 14 de febrero de 2005, como lo hacen los sanos y personas privilegiadas, sin que lo notaran, sin ruido, en el silencio de su celda, sola con Dios. Murió en la Casa de Grottaferreta y fue enterrada en el cementerio del convento.
Sirva este sencillo relato, de parte de mis vivencias, con la Hermana Paulina, paisana muestra, tía carnal de mi mujer, como un homenaje y reconocimiento, a una mujer que entregó su vida a los demás durante sesenta años de monja, de ellos treinta en La India. Que nos sirva de ejemplo como persona tolerante, alegre, comprometida, entregada, alegre, cariñosa y llena de Dios. Cuando murió sus pertenencias no llenaron una caja de zapatos. Muchas fotografías, son de su álbum que nos lo dio en Roma.
Descanse en la paz del Señor, la Hermana Paulina Altozano Moraleda, Franciscana Misionera de María.
DMC

22 enero 2009

      ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE

Un sueño soñaba anoche,   soñito del alma mía,
soñaba con mis amores,   que en mis brazos los tenía.
Vi entrar señora tan blanca,   muy más que la nieve fría.
—¿Por dónde has entrado, amor?   ¿Cómo has entrado, mi vida?
Las puertas están cerradas,   ventanas y celosías.
—No soy el amor, amante:   la Muerte que Dios te envía.
—¡Ay, Muerte tan rigurosa,   déjame vivir un día!
—Un día no puede ser,   una hora tienes de vida.

Muy deprisa se calzaba,   más deprisa se vestía;
ya se va para la calle,   en donde su amor vivía.

—¡Ábreme la puerta, blanca,   ábreme la puerta, niña!
—¿Cómo te podré yo abrir   si la ocasión no es venida?
Mi padre no fue al palacio,   mi madre no está dormida.
—Si no me abres esta noche,   ya no me abrirás, querida;
la Muerte me está buscando,   junto a ti vida sería
.
—Vete bajo la ventana   donde labraba y cosía,
te echaré cordón de seda   para que subas arriba,
y si el cordón no alcanzare,   mis trenzas añadiría.

La fina seda se rompe;   la muerte que allí venía:
—Vamos, el enamorado,   que la hora ya está cumplida.

Anónimo

21 enero 2009

MUERTE Y GLORIA DE MANOLETE

 Verónicas templadas del capote

que engañan toro y aire en su revuelo

Entona su ojo el sol, la tierra y el cielo

son un tendido mas, de bote en bote.

 

Borda con la franela, y el derrote

de Islero, aguanta atornillado al suelo…

-Los ángeles ya sacan el pañuelo

para pedir la oreja- … Como un brote

 

Rojo de rosal nuevo, la blancura

de cirio de Manuel, se troncha y deja

aroma, sangre y luz para la historia.

 

Y  de aquel toro negro de Miura

corta en Linares la postrera oreja

dando la vuelta al ruedo por la Gloria.

[ Juan Muñoz-Cobo. Sevilla.1949.]

20 enero 2009


LA CALLE MADRE DE DIOS
Siempre me ha gustado este nombre, aunque he pensado muchas veces, que era poca calle para esa rotulación.De pequeño recuerdo que era la calle “baño”, con perdón se le llamaba “la calle las mierdas”. Estrecha, oscura, solo una pobre bombilla en las esquinas, sin ventanas a la calle y muy cerca de la Plaza
En Baños no había agua corriente, ni existían los cuartos de baño; lo normal y corriente era el corral, las eras o el campo, y esta calle, como otras servía para estas cosas.Hoy, después de las obras en el Palacio de los Guzmanes, la trasera del Ayuntamiento y las obras de la trasera de la casa de Paco Valle, tiene otro aspecto; una calle que va desde la Plazuela y Trinidad, a la Cestería, a la barriada bajo el Castillo, Conquista, Fugitivos, Huérfano, las Eras.
 ¡Qué bonitos nombres! Nombres sin ninguna connotación y por tanto permanentes.
DMC

19 enero 2009

PLAZA DE BAÑOS POR LA PAZ
El viajero, cuando callejea por Baños, se encuentra rincones, casas, ventanas y piedras sorprendentes. Entre Marqués de Busianos y Bernardo Poblaciones, me topé un día luminoso, con la Plaza “Baños por la Paz”, Una plaza amplia y recogida a su vez, con una arquitectura moderna y unas casas muy bonitas.Se puso de moda hace unos años, el poner en ciudades y pueblos, el nombre y por la Paz.
 Baños con calle o sin calle con este nombre, siempre ha sido y es un pueblo que quiere la pazEn medio un pequeño jardín y una farola de hierro. Me han dicho que han plantado tulipanes, cuando nazcan no solo será la plaza por la Paz, sino la plaza por la luz, la plaza del color.
Enhorabuena a los vecinos por este entorno tan cuidado y tan bello.DMC.

18 enero 2009

LA LÁMPARA DE PLATA VOLVERÁ A LA PARROQUIAMe ha llegado la buena noticia de que Don Manuel quiere poner, cuanto antes, la lámpara de plata en la Parroquia de San Mateo, donde siempre la hemos visto.Ya en la foto-.postal de 1914, aparece encina del coro, donde cantaba el clero, en este caso cubierta con un paño, luego colgando del arco toral de indicio del crucero y “amarrada” a la balconada, hasta que se tuvo que retirar por las obras de los tejados de la iglesia.
La ultima vez que la vi, en casa de unos buenos amigos, que la guardaban con esmero, me di cuenta de que estaban algo deterioradas las cadenas, engarzados algunos tramos, burdamente, con alambre, alguna abolladura y le faltaba el borlón de remate.
Es una muy buena noticia, y deseamos y esperamos que muy pronto luzca, y nunca mejor dicho, ya que es la luz que nos lleva y nos señala a Jesús.
Mi padre, al hablar de la Orfebrería de Baños decía que la lámpara es una hermosa pieza bien trabajada de una arroba de peso, toda de plata, que estuvo a punto de ser vendida, por 10.000 Pts., a un anticuario “listillo”, por un párroco, algo ignorante y sin recursos.
“La lámpara tiene tres cadenas afiligranadas que sostiene el gran recipiente, y otras mas pequeñas del lampadario; toda ella cincelada con brío y lleva escudos grabados y repujados de las familias Delgado y Tirado, y en la parte superior del recipiente se lee: ESTA LAMPARA LA DIO EL. GL. Dn. FRANCCO TIRADO DE LIMOSNA A NRA. SEÑORA DE LA ENCINA. AÑO 1708. El General Tirado era de Baños y tuvo diversos destinos.
La pieza es española (castellana) con las marcas siguientes: Castillo o torre y “P” con “o” minúscula superpuesta y debajo ARRAG, que corresponde al orfebre PEDRO PÁRRAGA, que trabajaba en Madrid, así como en Talavera de la Reina, en cuya Colegiata he visto una pieza con la misma marca”.
La grandeza de la lámpara, donada por nuestro ilustre paisano, bien merece la magnificencia y grandiosidad de nuestra Iglesia Parroquial de San Mateo.

Juan Muñoz-Cobo. ”La orfebrería religiosa en la Iglesia de San Mateo de Baños de la Encina”. Boletín del Instituto de Estudios Gienneses. Jaén. Enero-Junio, 1990, NUMERO CXLI

06 enero 2009

RECUERDOS DE VACACIONES DE NAVIDAD

De pequeño vivíamos en Sevilla y siempre estábamos pensando en regresar a Baños. Los días de Navidad como ahora de mayor eran “mágicos”. Regresábamos en el tren a Linares-Baeza y desde allí a Baños con Matías que nos recogía.

Al llegar a Matacabras, que ya se ve Baños, cantábamos dichosos y alborotados el “Pero Baños también tiene Reina, Virgen de la Encina…” , costumbre que sigo, cuando regreso a Baños y a lo lejos se divisa el pueblo.
En Baños se notaba el frío mas que ahora, con pocos medios, aunque se notaba menos, por ser unos niños; el agua estaba helada, y por la noche, sin que se dieran cuanta los mayores, intentábamos acostarnos vestidos.

Al día siguiente de llegar, con una “cajeta”, íbamos, a la Llanada, a las Colmenillas, al Pilarejo a coger musgo para el Nacimiento. Hoy el musgo está protegido, como la jara, el tomillo o la mata de manzanilla, o el águila culebrera, o el buitre leonado, con multas cuantiosas. Todo protegido, ¡que paradoja”, menos la vida humana (abortos y muertes por sedación se practican con toda impunidad, incluso con gran anuencia en los medios de comunicación) ¿Qué va a ser de nosotros?

En el portal de la casa se iba montando el Belén. Mi padre hacia las casitas, el pozo incluso el Portal de Belén con plantas de corcho, que pintaba y figuritas de pastores, lavanderas gallinas ponedoras, modeladas de barro, coloreadas contemperas y acuarelas. Se vivía una Navidad muy alegre, pero muy sencilla. Algunos días íbamos con mi padre a la aceituna y comíamos en el campo, mi madre nos preparaba la “talega” y nosotros los niños llevábamos nuestro cubico recogiendo las “salteadas” y al final de la jornada nos daban un par de perras por el trabajo. En Nochebuena la cena era especial, normalmente sopa de picadillo y generalmente pavo relleno con manzanas y frutos secos, que se engordaba en la casa y que duraba muchos días. Estando en Baños, se hacia la matanza, que para los niños eran días de “fiesta mayor”. El día anterior se preparaban los arreos, las cebollas para las morcillas y se pelaban los ajos, se tenia preparado el pimentón, la sal y todas las especies. Las paletas y los trapos impolutos.

El día inicial, ya de mañana en el corral estaban preparadas las mesas matancitas, previamente fregadas con tierra amarilla, estropajo y jabón blanco casero, las calderas relucientes, las trébedes en las lumbres, y llegaban los matarifes, encargados de matar a los marranos, criados en la casa desde el verano y que habían salido con Mauricio a “pastar” al campo..
Los mas pequeños, inocentes, movíamos el rabo del cochino, para que saliera toda la sangre, mientras se oía en toda la vecindad , el chillido agudo de la agonía y la muerte..

Se llevaba, en un plato cubierto con un paño la “muestra” al veterinario ( la lengua y unos músculos) y cuando ya regresaban con la confirmación, de que no había triquina, ya casi cocida la cebolla y se empezaba con las morcillas [en casa se le añadían piñones a la masa], se quitaban los mondongos y se colgaban los cochinos, para que estuvieran toda la noche al sereno (los perros de la casa, Falina y su hijo Robert, se basaban toda la fría noche, debajo de los marranos para que no se acercara ningún gato).

Los hombres preparaban sus tapitas para acompañar al vino peleón de la Mancha, que se había traído de “Pedro Ortega”, sacado paradójicamente, de los pellejos de cerdo, con la caña que se les ponía en el cuello, para poder “despachar sin que se derramara una gota.
Esos días nos liberaban de comer en la mesa, con la masa de las morcillas, la tajaillas a la brasa o el bodrio de chorizo frito, nos librábamos del plato, el mantel y los cubiertos.
Admiraba como los matarifes hacian el despiece, los jamones, los lomos para freírlos y guardar en la orza, o embucharlo con pimentón, las paletillas para los chorizos; se cocían las partes de la careta pata la butifarra o la “cabeza o queso de cerdo”. Las tripas ya se habían lavado y relavado con vinagre y sal y con un palo fino se les daba la vuelta.

Los jamones y los grandes tocinos se salaban en un cajón, para al cabo de unos días colgarlos. Las matanceras con sus grandes mandiles blancos no paraban de trajinar; nosotros enredando y solo queríamos “ayudar” dando a la maquina de picar la carne o de embutir. “Que te vas a quemar” “no pases por ahí”, “deja eso”. Eran dias especiales y maravillosos.

Nochebuena se celebraba el Nacimiento de Jesús, y era una noche alegre. La cena, sopa de picadillo y pavo, que se engordaba en el corral, relleno de manzanas, pasas y frutos secos. Eran grandes y duraba mucho y los niños deciamos que ya no queriamos mas pavo.

La noche de Año Viejo, era alegre, pero menos; de muchos recuerdos. Cena muy sencilla; nunca fueron en casa muy amigos de las uvas, que en aquellos años era difícil de conseguir, las llamadas “uvas de embarque de Almería”, que venían en toneles de madera y paja, muy grandes, alargadas, y con pellejo muy duro.

Era costumbre y se sigue haciendo, el tener un Cristo, Virgen o Santo Patrón para todo el año. Se cortaban unos papeles iguales y se iban poniendo los Santos, Cristos o Vírgenes de mas devoción en la familia, (virgen de la Encina, Jesús del Llano, San Mateo, la Inmaculada, Virgen de la Cabeza o de la Capilla etc.) se liaban; en otra copa se colocaban los nombres de los miembros de la familia y se dejaban, las dos copas, en la mesa en lugar destacado.

Cuando llegaban las doce, se oían en la radio (no había Televisión, a Dios gracias) o en el reloj de la plaza, mi padre se arrodillaba y así recibía siempre el nuevo año. Al terminar las campanadas y después de los abrazos y besos de felicitación y brindis de los mayores, con lo que se tenía entonces que era vino, mi padre, siempre muy emocionado y con las lagrimas asomando en sus ojos, a punto de salir, rezaba un padrenuestro, por la familia, los difuntos y por España.

Los más pequeños iban cogiendo una papeleta de los Santos, y otra con los nombres de la familia. El que te tocaba, iba a ser tu protector en el año entrante y de alguna manera “te comprometías” y rezarle y a poner en sus manos, tus inquietudes y problemillas.

Se sigue haciendo y si algún año no puedes estar te mandan las papeletas. Para este año de 2009 me tocó la Virgen de Candelaria, Patrona de Canarias.

Los Reyes los esperábamos con mucha ilusión, por ver que traían, y con tristeza, por tener que dejar Baños y regresar a Sevilla y al Colegio. Mi padre pintaba una postal, generalmente con algo de Baños, Castillo, Plaza, Iglesia, con alguna frase alusiva y firmaban los tres Reyes Magos y como aún éramos creyentes, nos daba cierto miedo.

UNOS DÍAS EN MADRID


En esta Navidad de 2008, estuve unos días en Madrid, con la familia y aprovechando para ver cosas y pasear por sus grandes avenidas. Madrid de visita me gusta.


Visité parte del Palacio Real , para ver el Belén de Palacio, que se ha llegado a decir , que tenía la cifra de 5.950 piezas, contando todos los elementos accesorios y complementarios.

El Rey Felipe V, en su viaje a Italia en 1702, recibió como regalo un belén napolitano, pero será su hijo Carlos III, rey de Nápoles, desde 1735, quien trae un Belén a España en 1760, para colocarlo en el Palacio del Buen Retiro, inculcando el interés por los belenes a su hermano el infante don Luis Antonio de Borbón.

El pesebre napolitano domestico o de corte, alcanza su apogeo hacia 1745. El joven rey de Nápoles, que seria luego Carlos III de España, y su esposa María Amalia de Sajonia, dedicaban mucho tiempo a los belenes: el rey fabricaba “ladrillitos” para el Belén y la reina confeccionaba trajes para las figuras, junto a las damas de la corte, afición que heredaron sus hijos, tanto el infante don Gabriel, como el príncipe Carlos futuro Carlos IV, quien encargó a sus agentes italianos que adquirieran las mejores figuras del mercado napolitano o genovés.

Las figuras del belén son móviles para poder adecuar cada una a la escena. Las napolitanas están hechas a la manera tradicional: cuerpo de alambre y estopa, cabeza de barro y extremidades de madera, vestidas con ricas telas, mientras que las genovesas son articuladas, con rotulas todas en madera, también vestidas con tejidos suntuosos.

Este primer Belén napolitano del príncipe Carlos, se fue incrementando con figuras de los artistas José Esteve y José Ginés, que realizaron grupos de campesinos, o la Matanza de los Inocentes.

La importancia del Belén de Palacio se puede seguir a través de los inventarios reales, a la muerte de Carlos III, en la testamentaría realizada tras su muerte en 1794, se citan las habitaciones del Nacimiento, junto al despacho y librería del rey; hasta tres salas estaban dedicadas para el Belén.

Personalmente me desilusionó, y esa sensación sentía de los que lo visitábamos. Muy reducido, se componía sólo del Misterio y las comitivas de los Reyes Magos (no llegarían a 50 figuras. Antes se colocaba en la planta baja y para visitarlo se necesitaba hacer una petición previa, y el Mayordomo Mayor de Palacio expedía un “boleto”, [se reproduce uno de ellos en la fotografía].

Ciertamente el Palacio Real es grandioso, pero este año el Belén, no estaba a su altura.

Pasé a la Catedral de la Almudena, cuya escalinata y puerta principal da al grandioso patio de la Armería.


El deseo de tener una catedral en Madrid, tiene una serie de vicisitudes. Serían Felipe IV y, sobre todo, su esposa doña Isabel de Borbón, quienes iniciaron de nuevo gestiones para la construcción de una catedral en Madrid vinculada a la parroquia de Santa María de la Almudena. Felipe IV en el año 1624, dio una cédula en la que arbitra medios para hacer frente a la obra, a la que el Ayuntamiento de Madrid contribuiría con la importante suma de 200.000 ducados.

Pero, probablemente, lo más importante de dicha Real Cédula para la historia del anhelo catedralicio de Madrid fuera su encabezamiento que resulta como sigue: "Consejo, Justicia y Regimiento desta villa de Madrid, ya sabéis, cómo a devoción nuestra y de la Reina, Nuestra muy cara y muy amada mujer, Da Isabel, se trata de erigir, fundar y fabricar en esta villa una Iglesia Catedral de la advocación de Nuestra Señora de la Almudena y para ayuda a los gastos que necesita dicha fábrica..." Es decir, no cabe ya la menor duda sobre la iniciativa real del proyecto y su alcance como templo catedralicio, ni sobre su advocación.

Pasaban los años y ya los trabajos de la cimentación calculada para aquel formidable templo comenzaron el 14 de junio de 1881, y el día 4 de abril de 1883 se ponía la primera piedra de la cripta y tendrían que pasar 100 años, para que la iglesia catedral de la Almudena pudiera dedicarse el 15 de junio de 1993 oficiando la solemne ceremonia el papa Juan Pablo II.


De su interior, falto aún de muchos elementos, es de destacar el retablo de Juan de Borgoña en el brazo-capilla del crucero dedicado a la Almudena, el monumental cuadro de Francisco Ricci y el formidable Cristo de Juan de Mesa sobre el impresionante presbiterio de la más joven de las catedrales españolas debida al último de sus maestros, Fernando Chueca.

Las Capillas, las vidrieras, las puertas de bronce, las naves, las bóvedas, la decoración, Nuestra Señora de la Almudena, patrona de Madrid, todo. Salí sobrecogido, emocionado, recogido, sereno, alegre, feliz, con el firme propósito de volver en otro viaje.

En la Calle Mayor, frente a la Iglesia del Sacramento, hoy Catedral Castrense, junto a Capitanía se levanta un sencillo monumento, en homenaje a los 23 muertos y mas de cien heridos, que causó el atentado, que se produjo el día 31 de mayo de 1906, en ese lugar, al paso de la carroza que trasladaba al rey Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia de Battenberg, cuando terminada la boda en la Iglesia de los jerónimos, se dirigían a Palacio, resultando los Reyes ilesos.

El atentado fue obra de un anarquista de Barcelona llamado Mateo Morral, que lanzó una bomba camuflada en un ramo de flores a los reyes desde la habitación de la pensión donde se hospedaba. Cuando iba a ser detenido se suicidó pegándose un tiro en el pecho.

Una mañana la pasé en el MuseoThyssen-Barnemisza, que con la ampliación mas reciente de la Colección Carmen Thyssen-Barnemisza, magnifico conjunto y orgullo mundial. La colección permanente tiene 48 salas y 20 la Colección Carmen, con 200 cuadros, el conjunto más de 800. Sería muy prolijo el comentar el recorrido y tendremos que dejarlo para otro momento.



Una tarde estuve en el famoso “Circo del Sol”, que me desilusionó un poco y me pareció mas un musical, bastante reiterativo.

EN BAÑOS



Los días mas tranquilos y descansados, frescos y lluviosos. Disfrutando de mi madre, hermanos y familia y amigos. El campo está precioso y salíamos casi todos los días. Una verdadera alfombra verde y niscalos abundantes. Recorrido por calles y plazas, saludar a unos y otros. Ver amigos y conocidos, y ya en directo, como novedad, oir el volteo de las campanas nuevas.


El Santuario de Jesús del Llano, todo el perímetro vallado y con andamios, arreglando los tejados, el Castillo sigue en obras y no lo he podido visitar. La polémica del aparcamiento para 3 coches en los Jardines o Parque de los Barones de Sangarren, con mi oposición manifestada al Alcalde personalmente, la iluminación de Navidad, las Campanadas delante de la ermita del Llano en el Santo Cristo, cuando este año hay reloj que funciona y campanas nuevas.



Asisto a una reunión a la que he sido invitado, para la confección de un libro con los cantes de Semana Santa en Baños, y a una junta de la Peña Flamenca. El escaneo de fotos, que me prestan, para devolverlas, y así ir incrementando el archivo.


Ya casi a final, el 31 se habla en Baños que se han llevado a Margarita a Linares con una trombosis (el día de Navidad, el 25 estuvo en el bautizo de su último nieto, Javier, aunque no se encontraba muy bien) y el día 1 sobre las 5 de la tarde tocan las campanas a muerto y se extiende la noticia de su muerte en un día frío, gris, lluvioso. Había cumplido 66 años

El día 2 asisto al entierro, junto con todo Baños y puedo abrazar a Francisco, su marido y dar el pésame a sus ocho hijos, yernos y nueras, y familia, que ahora reitero.

No, no me puedo quejar, unos días bien aprovechados, y permanece en la memoria las caras de las personas, con las que hablé, las calles mojadas, las nieblas, el verde intenso del campo, las sartenadas de niscalos, riquísimos, regados con buen vino, la Iglesia de San Mateo, el Retablo del Altar Mayor iluminado, el Castillo, siempre el Castillo vigilante , las colas, el chisporroteo del fuego en la chimenea, el olor en las calles a leña de olivo quemada, las charlas con mis hermanos y mi madre en su casa… la tristeza de la muerte de Margarita y su familia apenada… todo esto queda y mas cosas … hasta el regreso.

DMC.