JUEVES SANTO. MACARENA Y CRISTO DE LA BUENA MUERTE

Es el pórtico del Triduo Pascual donde se conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena y del Sacramento de la Nueva Alianza.

“Cuando llegó la hora se puso a la mesa con los apóstoles y les dijo: Con ansia he deseado comer esta pascua con vosotros antes de padecer… Tomó luego pan y dadas las gracias lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros: haced esto en recuerdo mío. De igual modo copio la copa diciendo: esta es mi sangre que es derramada por vosotros” (Lucas).

Es el día de los Monumentos, donde la eucaristía se guarda y reserva para la oración y adoración de los fieles, en el silencio, en la intimidad, en la soledad de Jesús.

Dando las campanadas de las diez en la torre de la Iglesia de la Concepción, se oía la voz del capataz, y las pisadas de los costaleros (hace unos años la sacan solo mujeres costaleras) del paso del Cristo de la Buena Muerte, y a los sones de “ Soy el novio de la muerte” interpretado y cantado por la Banda de tambores y cornetas de la Jefatura del Mando de Canarias, rompiendo el impresionante silencio, un aplauso prolongado, mientras el Cristo de la Buena Muerte era mecido con mimo.

Banda de Tambores y Cornetas del Regimiento Infanteria Ligera nº 40

Gaiteros de la Banda

Hay que decir que el Regimiento de Infantería Ligera Tenerife 49, es Hermano Mayor Honorario de esta Cofradía, que acompañaba su Coronel el Ilmo. Sr. Don José Ignacio Sevilla Gómez, y su Plana Mayor

Cantando una Malagueña

A continuación el paso de palio de María Santísima Esperanza Macarena, salía de la Iglesia a los sones del Himno Nacional, y miles de aplausos y lagrimas en los ojos. A continuación la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife, tocaba “Estrella sublime” y “Los Campanilleros” y era el delirio, mientras era mecida con esmero y devoción. Le cantaron alguna saeta y sobre todo Malagueñas canarias.

La procesión hace estación de penitencia en la Parroquia de San Francisco de Asís, donde el párroco dirigió unas palabras a la Cofradía y todo los fieles presentes.

Las costaleras del Cristo, descalzas

La salida de San Francisco, tanto del trono de Cristo como de la Virgen fue mas espectacular, recreándose los capataces y costaleros, ante el entusiasmo, de los presentes.

DMC