DÍA DE SAN JERÓNIMO (340 – 420)
La Iglesia católica celebra hoy el día de San Jerónimo, uno de los Padres de la Iglesia San Jerónimo «el máximo doctor que dio el cielo, para interpretar la Divina Escritura» en palabras de Papa Benedicto XV, en la Encíclica “Espíritus Paráclitus”, nacido en Estidon, en la Dalmacia
El Santuario de Jesús del Llano, de Baños de la Encina, verdadero museo, no solo es de admirar el Camarín, maravilla del arte barroco andaluz, sino los frescos que se han conservado a la entrada y en la cúpula con escenas bellísimas de la Pasión y los cuadros al óleo de las escenas de la Vida de Jesus en las bóvedas (Anunciación, Visita de María a su prima Isabel, Nacimiento de Jesus y huida a Egipto), el apostolado mutilado en la Guerra Civil, conservando solo seis de los 12 , y los cuatro Santos Padres, entre los que esta San Jerónimo, todos de una belleza de una sensibilidad y de una técnica que denotan una mano maestra, seguramente de la Escuela Sevillana.
Es un sinsentido, que este Santuario este cerrado al culto, el fundador, nuestro preclaro paisano Don Pedro García Delgado, lo hizo para dar, permanente culto al Señor de la Luz, a Nuestro Padre Jesús del Llano, y ademas no se pueda admirar esta joya artística de Baños. ¡Hasta cuando! A quien le corresponda.
San Jerónimo educado en Roma con los mejores maestros de la época, pronto destaca por su gran inteligencia. Siendo catecúmeno, se deja arrastrar en alguna ocasión por las malas influencias del ambiente, mas movido por la gracia, al terminar sus estudios, recibe el Bautismo. Renuncia a los caminos de gloria humana que le brindaba su dominio de los clásicos latinos y se entrega al estudio de la Palabra divina y a una vida de intenso ascetismo.
Después de una etapa viajera se traslada al desierto de Calcis. «Oh soledad dichosa, exclama, si tu padre para detenerte se tiende en el umbral de tu puerta, pasa por encima de él» (Carta a Heliodoro). Allí el santo anacoreta, entregado de lleno a la oración y el ayuno, se ve envuelto en un mar de tentaciones. Pero sale triunfante de ellas y con la virtudes más acrisolada, «...porque fiel es Dios que no permite que seamos tentados sobre nuestras fuerzas» (1 Cor. 10, 13).
Poco más de treinta años contaría San Jerónimo cuando se ordena sacerdote. Hacia el año 382, invitado por el Papa San Dámaso, se traslada a Roma donde llegó a ser nombrado secretario del Sumo Pontífice. Aureolado por el brillo de su santidad y ciencia, se le consulta siempre como defensor de la fe. Por orden del Papa emprende su obra cumbre: la traducción de los Sagrados Libros, que con el nombre de VULGATA, adoptó oficialmente la Iglesia. Hasta que se extinga su vida jamás dejará el estudio de la Sagradas Escrituras.
La Orden Jerónima Merced a su influencia saludable, algunas damas de la nobleza dejarán el mundo para llevar vida escondida en Cristo. Muerto el Pontífice, se levantan tal serie de calumnias contra San Jerónimo que, pese a ser probada su inocencia, decide abandonar Roma. «Doy gracias a Dios, decía, porque me ha juzgado digno de que el mundo me odie».
Tras recorrer los Santos lugares, se establece en la gruta de Belén, donde se le unen muchos discípulos y son fundados varios monasterios femeninos por su dirigida Santa Paula, y uno masculino dirigido por el mismo doctor.
Junto a sus trabajos bíblicos, fue inagotable su labor en defensa del dogma ante la multitud de herejías reinantes. Tras muchos sufrimientos murió el 30 de septiembre del año 420. «Amad la ciencia de la Escritura y no amareis los vicios de la carne», repetía San Jerónimo, «...Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo».
Oración
Oh Dios, que concediste a San Jerónimo saber gustar de la sagrada Escritura y vivirla intensamente, haz que tu pueblo se alimente cada vez más en tu Palabra y encuentre en ella la fuente de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amen
(Evangelizo.org 2001-2010.)
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