CENA EN EL TAMUJOSO

La tarde calurosa, lo mejor un buen baño, El Tamujoso es ideal, se llega hasta la orilla con el coche, poquita gente, el agua esta limpia, fresca y agradable.

Un poco de brisa, como casi siempre rió arriba, que forman pequeñas olas; acostumbrado a las del mar, son pequeñas y no llegan a molestar nadando.

Después de una hora en el agua, salimos en la orilla; al lado pescan unos chicos, y entretiene como con un tirachinas van "engodando" dicen en Canarias, para atraer y cebar  a los peces.

Se van marchando los bañistas poco a poco, paisanos y forasteros.

la tarde ya esta muy caída, y el sol se va ocultando poco a poco; reflejos en el cielo; recogemos y subimos a la explanada.

Allí quedamos con los amigos. Cada uno su bocadillo y algo para repartir: aceitunas, alcaparrones y papas fritas; tinto de verano frío.

Se va oscureciendo  la tarde sobre la isla, en el cielo, después de una oscuridad total, van apareciendo las estrellas y las constelaciones, la Osa Mayor y Menor, y Casiopea y cada uno va señalando la constelación que conoce,.

Un perro vagabundo, que es habitual, va a tomar su cena también, relampaguea el cielo por el Centenillo; los Bañistas se van y queda el silencio, y el agua serena, como un espejo.

Todas las noches los visitan la policía, controles con los piromanos y la seguridad de los incendios.

La explanada del Tamujoso es una atalaya privilegiada.

Tenemos tantas cosas, a la mano, que ni las valoramos, ni las aprovechamos.

DMC