DESPERAR EN SAN ANDRÉS (LA PALMA)

Ya mi hija me habia dicho que a ella la despertaba en sol, cuando salía al lado de la isla de Tenerife.

Por la situacion de su casa, uno se hacia una idea, pero no muy certera.

Ayer, viernes tuvimos que madrugar y me llamo agitada. "Papá, papá, mira levantate, es una preciosidad".

Salté de la cama y me pegue a la ventana. por la noche le dije que no queria cortinas.

Me quede asombrado, sobrecogido.

Amanecia, se veian unas nubes, ennegrecida aun por la ocuridad y ya iba dibujandose la isla de Tenerife y el Teide.

El Teide fue faro para la navegación en la antigüedad, y guia para navegantes.

No se conocen erupciones históricas, pero su altura, como hoy se veia desde muy lejos.

La luz va creciendo, reflejos irisados, que destacan las nubes.

Como los ocasos, en estas latitudes, las amanecidas son muy rápidas.

El sol sale, se ve el reflejo.

Se nota un borde intenso,

Vemos el disco solar que emerge del mar, poco a poco, pero en unos segundos, en un minuto, el Sol, el gran astro solar esta fuera.

Todo se ilumina, todo se refleja, todo se agranda.

Los colores se asientan, de los grises se pasa a los colores intensos.

Los verdes de las plataneras en primer plano se refuerzan.

El azul del mar, se hace mas azul.

El del cielo se matiza.

Las nubes toman volumen y los rayos se reflejan.

Casi no se puede mirar al sol, deslumbra.

Pero uno no quiere perder el espectaculo.

No quiero perder ni una imagen, ni un segundo.

El espectaculo es grandioso, diria que de la mano de Dios, divino.

Es dificil describirlo, se siente.

Se vive uno, empequeñecido de tanta grandeza, de tanta belleza de tanta hermosura.

No quire disparar mas, pero no quiere dejar de hacerlo, para no perder ni un segundo.

El sol ya ha salido, esta por encima del mar y del horizonte.

Se ha escondido a medias en una nube.

Se refleja, en lo alto y hora mas intenso, deslumbra.

¡Que  pequeño se siente uno, ante tanta fuerza, ante tanta belleza, ante tanta grandeza!

Solo se me ocurre decir, emocionado ¡Gracias Dios mío!

DMC