UN CASTILLO DE MIL Y UN AÑOS (ABC de Madrid, 27 de Mayo de 1969)
No le sera difícil al hombre del siglo XX -si se le mete alguna vez en la mollera la idea de minimizarse- sentirse ridículamente pequeño y mortal; basta con que se sitúe junto a las mas viejas piedras que pueblan el mundo y que prevalecen erguidas a pesar de los arañazos que las propinaron los felinos terribles de algunos cientos de lustros. Claro esta que al astuto hombre del siglo XX sabe que esas piedras fueron acarreadas por legendarios antepasados suyos, y, en lugar de empequeñecerse, se enorgullece, se vanagloria de su constitución mental y anatómica y echa las campanas al vuelo para proclamar los privilegios de una estirpe capaz de permanecer en su obra por muchos que sean los cientos de años que les azotan , el hombre del siglo las espaldas. Y como asunto que es -arriba queda dicho- el hombre del siglo XX utiliza las piedras de sus abuelos para camelar al uso.
Viene esto a cuenta porque en estas fechas ha cumplido - iba a decir años- siglos, la fortaleza árabe de Baños de la Encina, una ciudad curiosamente parecida a Belen, que se esconde en los caminos romanceros y heroicos dela Reconquista, por donde la tierra jiennense huele siempre a olivo tierno. Fue en el año 968 de la era de Cristo cuando " en el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso, mando construir esta torre el siervo de Dios Abdala Alhacam II Almonstansir añila, emir Almuminin cuya vida Dios guarde", tal y como reza en la lapida fundacional del castillo, que es de estilo califas, ordenao con una quiniela de catorce Torres, mas la del Homenaje, y que da sombra ahora a la vega verdecida que anteriormente defendió.
Pero si un cumpleaños tiene su aquel ¡Como no lo va a tener un cumple siglos! Los otros dias -coincidiendo se con las fiestas tradicionales de Baños de la Encina en honor de sus santos patronos, Nuestro Padre Jesús del Llano y Nuestra Señora la Virgen de la Encina- se celebro a bombo y platillo, aun cuando fuese con un año de retraso sobre el horario previsto, el milenario de la fortaleza. El matusalén de piedra lucia bien, que dirían hoy en television. De su tremenda barriga habían sido desenterrados dos mil cadáveres - acaso de nuestra guerra civil- QUE BARBARIADAD Y DESCONOCIMIENTO., allanado despues el Patio de Armas. Banderas en todas Torres olfateaban el viento. Parecía que iba a llover, pero por respeto, no llovió.
Empezaron los regalos: primero fue una charanga musical, que escalo la cuesta desde el pueblo acompañando a las autoridades de turno y a ompañada a su vez por el inevitable tonel de bullangueros niños; luego vino el eficaz descubrimiento de lapidas; mas tarde la donación de una estrellada h Andrés, color cielo andaluz del Consejo de Europa; a continuación media docena de discursos; acto seguido el pregón ejemplar de Eugenio Montes y por ultimo, la representación teatral del "Auto del Santo Reino", obra original de Antonio Gala. ¡No iba a lucir bien la mole de piedra con tantas deferencias!.
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(Sigue el periodista, Alfonso Martinez Garrido, enlazando la efemérides y el porvenir que se augura al turismo de la provincia, y otras disquisiciones)
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