6
enero 2013. Epifanía del Señor
DE LA PALABRA DEL DIA
¡Álzate,
brilla, Jerusalén, que llega tu luz, la gloria del Señor amanece sobre ti!
Mira, las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti
amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti. Is
60, 1-2
¿Cómo vivir esta Palabra?
En
esta fiesta de Epifanía, donde la palabra “epifanía” significa Manifestación,
nada podía ser más espléndidamente gozoso que esta invitación a Sión, el pueblo
de la promesa y –hoy- a todo creyente.
Ciertamente
que Isaías se dirige a un pueblo que con frecuencia y voluntariamente olvidaba las promesas del Señor, un pueblo
que yacía en tierra sin voluntad
ni alegría de caminar de acuerdo
con el proyecto de Dios.
Pero
la Palabra inspirada a Isaías vale también para nosotros hoy. Es el Señor quien
nos invita a levantarnos de golpe, dejándonos revestir como por un hábito de
luz, por aquella infinita voluntad de bien
que Dios ha expresado en Cristo Jesús,
en su venida en medio de
nosotros, en su querer hacernos –por gracia- como Él. El Señor Jesús es el Emmanuel, el Dios con nosotros. Vivir la Epifanía quiere decir dejarse
revestir de Él que manifiesta el
misterio del Padre: amor infinito y salvación.
Sí,
Señor Jesús, Te ruego me revistas
de tu modo de pensar, de tu estilo de amar que es entrega de Ti mismo, sin
condiciones. Aún dentro de mis límites, haz
que yo, iluminado por Ti, en mi
vida diaria sea gozosamente capaz de
gastarme por amor. Seré entonces, por gracia, un resplandecer en Tí y de Tí
La voz de un gran sabio
Una vida sin búsqueda no es digna de ser vivida
Sócrates
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