CORO BAJO
Por la puerta principal, entramos directamente debajo del coro donde vemos como se desarrolla todo un programa iconográfico muy del sentido barroco. Lo primero se reserva para la evocación de la fe, del pueblo llano que no entiende de dogmas ni de complicaciones teológicas, pero si de imágenes y otros símbolos iconográficos.
Los vecinos de Baños (unos 1750, 830 hombres y 920 mujeres en esa época) sencillos, con escasa instrucción, con temor de Dios, se encuentran ante la disyuntiva de un camino marcado por la rectitud y la moralidad frente a las tentaciones con la amenaza del infierno. El alma en pena, la “condená” (en el lenguaje popular), y el alma virtuosa, salvada, ya en el Cielo, se contraponen ante el visitante al que se le recuerda, en el arco toral que el tiempo pasa y es frágil, como muestra la presencia de un reloj de arena y un huevo.
En el centro de la bóveda se muestra, bajo una corona, el anagrama en dorado “IHS”, Jesús Hombre Salvador y más abajo “De El Llano” entre profusión de cortinajes y paños, que emergen de una cúpula y ángeles que sostienen con sus manos esas telas, todo ello encuadrado en una superficie marmolizante.
Es una preciosidad esta parte central, que hemos mirado cientos de veces, pero que quizás no hayamos visto con este detalle y conocimiento, porque hay que levantar los ojos o lo mas seguro, porque al traspasar la puerta de entrada al Santuario, la mirada, aun sin pretenderlo y aunque la iglesia esté en penumbra, se dirige a la imagen de Jesús del Llano y su Camarín.
En el lateral derecho en el centro aparece la imagen de un alma condenada, en el infierno, como siempre ha creído la tradición popular, la figura horripilante y la leyenda de la cartela, no nos señala que pudiera estar en el purgatorio, sino en el infierno contraponiéndose con el otro lado con el alma salvada en el Cielo. Esto lo corrobora la cartela que hemos completado y que dice; "Si vieras un alma en culpa te murieras de asustado y esto que ves es nada y es alfin como pintado".
A su derecha un angelito sostiene una cartela con el texto "Teme hombre teme siempre. El infierno para siempre" sobre el terrorífico demonio arrojando fuego por la boca.
A la izquierda otro angelito sostiene un escudo con el texto; "El que va siguiendo al vicio Aprisa llama al juicio" Sobre el vemos una chirimía anunciando el juicio final.
En el lateral izquierdo del bajo coro vemos en el centro una figura femenina con túnica blanca ajustada a la cintura con cintas con borlas doradas, brazos cruzados sobre el pecho en actitud orante, con una diadema dorada en la frente con una cruz. La cartela no se ha podido descifrar al completo, pero con todas las reservas podemos adelantar que dice “Lo ermoso de un alma en gracia quien lo… cuando esta enamorada solo a Dios ansía”.
A la izquierda un angelito sostiene una cartela con la inscripción "Si quieres ir a la gloria Vencete y padece ahora". Sobre él, la escena de la Trinidad, el Padre Eterno, Cristo con la cruz y la paloma del Espíritu Santo, la pintura está craquelada y es muy difícil de “ver” mas cosas.
A la derecha un ángel sostiene una cartela donde podemos ler "Si desseas componerte Haz espexo de la muerte". Sobre él la muerte en forma de esqueleto con una guadaña sobre fondo negro.
Toda una lección de catequesis, en la que se contrapone el Cielo y el Infierno y se explica de manera sencilla los dos caminos, las dos vías: “Si quieres ir a la gloria, véncete y padece ahora” o “el que va siguiendo el vicio…” pero cargada de sentido teológico, que se completa con la imagen misteriosa de un anciano, barbudo y alado señalando con el dedo a un reloj de arena y parece que un huevo (la figura está muy deteriorada), recordando el aforismo “tempus fugit”, el tiempo pasa, mas aprisa de lo que pensamos y no podemos esperar al mañana para reconciliarnos con Dios. Es una invitación a la reconciliación ya que es la única vía de salvación. Recorreremos un camino marcado a lo largo del Santuario por las bóvedas, la cúpula y el Camarín hasta los pies de Jesús del Llano para sentir esa sensación que ya tenían nuestros antepasados, cuando en 1867 se decía del Santuario que todas las estancias,
“Forman un conjunto tan bello, sublime y encantador, que el visitante se cree
trasladado fuera de las regiones de la tierra”
Y que
“El pueblo de Baños y los demás limítrofes, tienen a Este Sor una devoción y un
entusiasmo, que raya en delirio; en efecto, no es menester mas que ver una sola
vez a aquel Sor crucificado, en su misterioso y hasta poético Camarín, para qe
no se olvide nunca”.DMC
[Inspirado en el Proyecto de Restauración de la Ermita del Cristo del Llano de Baños, de D. Esteban Fernández Navarro. Granada y sus fotografías.]